viernes. 19.04.2024

La situación política, social y económica en la que está sumida España es catastrófica. La destrucción de nuestro sistema democrático, de nuestro Estado de bienestar, de nuestros derechos socio-laborales, del empleo, es evidente, por lo que no merece la pena dedicar más tiempo a ella. Con ser ya grave la situación actual, lo es más todavía, según nos vaticinan, que lo peor está por llegar. Que hayamos llegado hasta aquí, es claro, por lo menos a mí me lo parece, que en un alto porcentaje se debe a nuestras élites financieras, empresariales, políticas mediáticas e intelectuales, perfectamente interconectadas como auténticos vasos comunicantes, compartiendo unos mismos intereses y tratando no solo de mantenerlos, sino también de acrecentarlos, ya que han sido ellas las que nos han marcado la ruta desde hace décadas, como grupos dirigentes. Y han marcado la ruta porque estas élites han alcanzado la hegemonía según el concepto de Gramcsi. El término hegemonía deriva del griego eghesthai, que significa "conducir", "ser guía", "ser jefe"; o tal vez del verbo eghemoneno, que significa "guiar", "preceder", "conducir", y del cual deriva "estar al frente", "comandar", "gobernar". Por eghemonia el antiguo griego entendía la dirección suprema del ejército. Se trata pues de un término militar. Egemone era el conductor, el guía y también el comandante del ejército. En el tiempo de la guerra del Peloponeso, se habló de la ciudad hegemónica, a propósito de la ciudad que dirigía la alianza de las ciudades griegas en lucha entre sí. A nivel sociológico, Gramsci define hegemonía como el conjunto de grupos de la sociedad, donde el dominante establece un liderazgo moral, político e intelectual sobre sectores subordinados, haciendo que sus intereses sean los intereses de la sociedad. Ya expresó esta idea Carlos Marx en La Ideología alemana: "En efecto, cada nueva clase dominante se ve obligada, para poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propio interés como el interés común de todos los miembros de la sociedad, es decir, a presentar estas ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta.

Ahí van los nombres de estas élites: Rato, Blesa, Botín, Alierta, Fernández Ordóñez, De Guindos, Montoro, Aznar, González, Rodríguez Zapatero, Rajoy, Esperanza Aguirre, Juan Luis Cebrián, Pedro J. Ramírez, Ansón, Albert Boadella, Sánchez Dragó, Fernando Savater, Félix de Azúa, Arcadi Espada… La lista podría ser ampliada con otros muchos nombres, mas los citados son suficientemente representativos. Vamos a fijarnos en los comportamientos de algunos de estos ínclitos caballeros, movidos exclusivamente por los intereses estrictamente económicos, muy alejados de cualquier planteamiento ético, por lo que al final tenemos el mundo que tenemos, perfectamente caracterizado con esta frase de Jhon Stuart Mill “La idea de una sociedad en la que los únicos vínculos son las relaciones y los sentimientos que surgen del interés pecuniario es esencialmente repulsiva".

Uno de los hombres más poderosos del Reino de España es Emilio Botín, al estar al frente del banco más importante de España y de buena parte de Europa. Encabeza el ranking de los Ejecutivos más admirados de España. Tal como aparece en las páginas. 230-231 del libro Las cloacas de la economía, del catedrático de Economía Aplicada (UPV/EHU) Roberto Velasco, en junio de 2010, Hacienda comunicó a los Botín, que tenía información sobre unos fondos depositados en el HSBC Private Bank Suisse, requiriendo que presentaran las liquidaciones complementarias del IRPF y del Impuesto de Patrimonio del periodo 2005-2009, que todavía no había prescrito. Esas liquidaciones, que llegaron casi a los 200 millones de euros ingresados en las arcas públicas, las calificaron los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) como trato de favor, al suponer una segunda oportunidad para pagar voluntariamente, algo que no se ofrece al resto de los ciudadanos. Poderoso caballero es don dinero. En mayo de 2012 el titular del Juzgado de Instrucción nº 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, archivó la causa abierta contra Emilio Botín y algunos de sus familiares, indicando que “la regularización practicada por los denunciados es correcta y anterior a que se hubiera incoado, por parte de los órganos de la Agencia Tributaria, un procedimiento de inspección de verificación. Exactamente lo que se temían los técnicos del Ministerio de Hacienda. Esta es una causa judicial más de Botín. Hay otras que se pueden consultar en Wikipedia.

Una de las multinacionales españolas más importantes en el mundo es Telefónica S.A., al frente de la cual está César Alierta, cargo al que accedió a instancias del gobierno de José Mª Aznar en el 2000. Es también directivo en otras empresas, por lo que se puede considerar uno de los hombres con más poder en nuestro país. En las páginas 283-284 del libro Las cloacas de la economía, de Roberto Velasco, aparece todo lo relacionado con el caso de Tabacalera. Alierta, su esposa y su sobrino Luis Javier Placer, en 1997 ganaron 1,86 millones de euros con la compra de acciones de la entonces compañía estatal de tabacos y la pseudoventa de una empresa. Según Wikipedia, se sospechó que Alierta había hecho uso de información confidencial, ya que habían comprado las acciones poco antes de que Tabacalera comprara la compañía de tabacos norteamericana Havatampa, lo que elevó el valor de las acciones. Hubo una acusación de la Asociación de Consumidores AUGE y de la Fiscalía Anticorrupción. Todos los detalles están descritos en las páginas citadas. El final era el previsible. El Tribunal Supremo confirmó por unanimidad la absolución de los acusados en sentencia del 21 de diciembre de 2010, por prescripción del delito de información privilegiada. No obstante, el Supremo concluía que la información con la que contaban Alierta y su sobrino “no son noticias más o menos probables, sino informaciones directas e internas de quien se encuentra al frente del proceso de negociación”, lo que constituye una información “que reviste caracteres de privilegiada”. Por ello, en 2010 a instancias del alcalde de su ciudad, del socialista Juan Alberto Belloch recibió la Medalla de Oro de Zaragoza. Pues muy bien.

Veamos ahora en el ámbito de la política. Dos expresidentes del Gobierno, Felipe González y José María Aznar, fueron fichados por dos multinacionales españolas, Gas Natural y Endesa respectivamente, para potenciar los respectivos negocios de ambas energéticas en Latinoamérica. González cobrará 126.500 euros al año, mientras que Aznar, por su parte, 200.000. Por cierto, cabe destacar que las respectivas cúpulas de sus propios partidos no manifestaron crítica alguna, a pesar de que estos nuevos ingresos se sumaron a los que ya reciben por haber sido presidentes de Gobierno. Es más, desde la calle Génova cerraron filas en torno al actual presidente de FAES: “no sólo tiene derecho a ocupar puestos "de prestigio" en empresas privadas, sentenció su anterior vicesecretario general Esteban González Pons-éste sí que se gana el sueldo-, sino que debería percibir un sueldo más elevado. Sin comentarios.

Unas breves líneas dirigidas a nuestro conspicuo presidente Mariano Rajoy. Año tras año, compartió sede en la calle Génova con un tesorero, que recaudaba dinero a espuertas de las grandes empresas, para repartirlo presuntamente entre los máximos dirigentes del PP, y no se enteró de nada. A su vez es el gobernante que en menos tiempo ha mentido más y a más españoles en toda nuestra historia, al haber incumplido completamente su programa electoral. Y además dando muestras de falta de coraje a la hora de defender los intereses españoles ante las instituciones europeas, y careciendo de valentía para explicar sus políticas, por lo que tiene que refugiarse en un plasma. No quiero dedicar más líneas a este caballero, que está hundiendo en la miseria a la gran mayoría de la población, aduciendo que lo está haciendo por nuestro bien, por lo que además deberíamos estarle profundamente agradecidos. La historia le juzgará convenientemente.

Ahora quiero hablar de la lideresa, que para una parte de los votantes del PP sigue siendo su referente. Conviene hacer un poco de historia. Dos diputados socialistas, Sáez y Tamayo, en una sesión de investidura no votaron al socialista Simancas, lo que supuso la repetición de las elecciones, tras las cuales llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid. La mayoría de los medios de comunicación cargaron las tintas contra los diputados socialistas por haberse vendido. Mas es verdad de Perogrullo que si alguien se vende es porque alguien le ha comprado para sacar algún beneficio. Y aquí hubo algún beneficiado. Vaya que si lo hubo. Ella no sabía nada, pasaba por allí. Nos hemos visto escandalizados, no sorprendidos, por la expansión de esa lacra indigna de la corrupción del caso Gürtel entre numerosos alcaldes, concejales, diputados y otros cargos populares en la Comunidad de Madrid. Parece de sentido común que la máxima dirigente de los populares en esta comunidad tuviera alguna responsabilidad. Pues, no. Todo el aparato mediático de TeleMadrid, ABC, la Razón, La Gaceta, Intereconomía, El Mundo, la Cope trabajando a conciencia, le dieron la vuelta al calcetín. Y doña Esperanza no solo no fue responsable de nada, todavía más, acabó siendo presentada como el adalid contra las prácticas corruptas. Alucinante. Esto solo pasa en nuestro país. Sabido es que su ideología es el paradigma del neoliberalismo más puro y contundente. Su idolatría por lo privado es tanta como su animadversión por lo público. Los destrozos que ha llevado a cabo mientras estuvo en poder a los servicios públicos en la CAM es de tal calibre, que será complicado su recuperación algún día. Con esta trayectoria, como meritos, acaba de recibir la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid. ¡Qué desvergüenza!

Los medios de comunicación ejercen una extraordinaria influencia en nuestra sociedad. Desde la década de los 80 en España se ha producido una gran concentración en grandes empresas de comunicación tanto de prensa, radio, televisión e Internet. La mayoría de medios pequeños e independientes han sido absorbidos. Los más críticos han desaparecido. En España existen los grupos de Prisa, Unidad Editorial, Planeta, Vocento, Grupo Godo… En estos los principales accionistas son las entidades financieras, que están representadas en sus consejos de administración. De ahí que los mensajes de estos medios de comunicación son claros, están al servicio de los grandes intereses empresariales, financieros, políticos; y si para ello tienen que mentir, o manipular la realidad no tienen problema ético alguno. Una muestra. Hace unos días fue noticia que el juez Ruz iba a llamar a 8 empresarios por las donaciones hechas al PP, tal como aparecen en los papeles del Bárcenas, que todavía se pasea con chulería por las calles de Madrid. En un periódico muy racional de tirada nacional, editado en la capital del oso y del madroño, el tratamiento que dio a esta noticia era la siguiente, además de una manera marginal. “El Supremo sostiene desde 1998 que las fotocopias no tiene valor como medio de prueba”. “En varias sentencias argumenta que pueden ser manipuladas con técnicas sencillas, al alcance de cualquier alumno de la ESO”. Muy bien, todo un ejemplo de ética periodística. Así se defiende nuestra democracia contra tratando de ocultar la corrupción.¡Vaya periodismo!

En cuanto a los intelectuales, salvo honrosas excepciones, en España se ha producido una extraordinaria derechización, tal como señaló Ignacio Sánchez Cuenca en un artículo, La derechización de los intelectuales españoles, en el que afirma con contundencia que las ideas liberal-conservadoras son hoy hegemónicas en la esfera pública en nuestro país. En muchos casos son defendidas con ardor por gente que fue progresista en su juventud, y a veces, hasta marxista-leninista. En la misma línea de pensamiento se sitúa Juan Gari en Público, al decirnos que algunos artistas y maîtres à penser celtibéricos, después de una vida informada por la coherencia progresista más o menos acusada, han coronado su madurez pasándose con armas y bagajes a las filas conservadoras –donde han sido recibidos, lógicamente, con gráciles alharacas. Todos ellos vendidos, cual si fueran mercenarios, se han puesto al servicio incondicional de los poderes políticos y económicos, construyendo un relato en libros, conferencias, congresos para justificar y esconder todas estas tropelías que está padeciendo la sociedad española. Me parecen muy oportunas y clarificadoras al respecto de este papel de los intelectuales, las ideas de Gramsci expuestas en los Quaderni del Carcere. Desde su punto de vista, cada grupo social emergente crea sus propios intelectuales "orgánicos", que proporcionan homogeneidad y control de su función social y política. Jueces, clérigos, altos funcionarios, profesores, o en particular científicos, se baten y se batían en el pasado precisamente por esta hegemonía cultural, por la autoridad científica, el control institucional, el prestigio social, o el poder académico, al servicio de determinadas élites. Élites que están agrediendo las condiciones de trabajo, los salarios, la educación pública, el derecho a la salud, con una brutalidad sin precedentes para defender sus intereses particulares.

Nuestras élites, nuestras minorías selectas y rectoras
Comentarios