martes. 23.04.2024

Por Domingo García

Vaya vomitera la de los presupuestos, todo los años la misma cantinela, los parlamentarios, sí esos ocho señores que dicen trabajar por el bienestar de Lanzarote, se repitan más que el ajo.

Los parlamentarios que tenemos por Lanzarote deberían dimitir todos y dejarse, como cada año, de repetir las mismas chorradas, que ni ellos mismos se las creen, imagínense ustedes la población.

Como cada año por estas fechas parece que les zumbarán una palangana de agua fría y se despertarán cabreados y acordándose de que Lanzarote también existe.

El cuento ese de que si no se modifican los presupuestos e incrementan las partidas para la isla, no lo van a votar tal cual, palabras del parlamentario de Coalición Canaria, ya nos lo sabemos. Don Manuel Fajardo Feo, que junto con los siete restantes, año tras año, nos viene con el mismo canto y cuento, después, a levantar la mano como un autómata al servicio del poder en Tenerife y Gran Canaria.

Para qué demonios nos vienen ahora a dar la vara con que se les va a tener que escuchar, que tendrán que hacer modificaciones presupuestarias, si quieren contar con ellos, cuando la realidad es que todos, no escapa ni uno, se han limitado a vegetar año tras año y la isla, cada día más, proa al marisco.

Cuando la realidad será que por lo menos los del poder, CC y los corresponsables de los presupuestos PP, sólo se limitarán a quejarse, con la boca chica y en Lanzarote, después, se volverán al Parlamento, se bajarán los pantalones y a repetir como cada año: sí, wuana.

No creo, que haya ningún trabajador, que cobre tanto, por trabajar tan poco y dormir mas. Esos parlamentarios, que tan bien viven, del erario publico, solo parecen que despiertan cuando ya están elaborados los presupuestos y después, se vuelven locos y nos vuelven locos, mientras se pasean por todos los medios de comunicación, y al grito pelao, nos prometen villas y castillos, por medio de los presupuestos, que ellos han conseguido modificar ¡leche machanga!

Cada día, tengo mas claro, que estos señores, nos toman por idiotas, si no fuera, porque también cada día, la gente les termina por hacer menos caso y pasar olímpicamente de las babiecadas que nos repiten continuamente, cada vez que salen a relucir las cuentas publicas, y vemos lo que se destina, para cubrir los servicios y necesidades de la población de la isla, si tenemos en cuenta la importante suma de dinero que en Canarias se dispone para equilibrar la calidad de servicios que presta a la totalidad de la comunidad canaria y a sus ciudadanos.

La solidaridad, no se trata de repartir el dinero por el numero de habitantes en cada isla, se refiere a la igualdad en calidad de servicios y también en cantidad de los mismos. No me preocupa que en Tenerife o Gran Canaria se invierta mas, me importa que estemos en igualdad en calidad de vida, servicios y prestaciones.

Nadie, a ciencia cierta, sabe a que se dedican estos señores, pues si bien entramos en la pagina del Parlamento de Canarias, se demuestra, que a cuatro años prácticamente cumplidos, la mayoría, dan la impresión que solo pasan por ahí para recaudar por asistencias a plenos y comisiones, pues ni ellos mismos, son capaces de decir públicamente que es lo que han planteado para el interés de Lanzarote, isla a la que deben su sueldo, buen sueldo, ¡estupendo sueldo!, y ahora, de repente, cómo si despertaran de un dulce sueño, se acuerdan que están ahí para trabajar y se ponen, cómo alma que lleva el diablo, a darnos la tabarra todos los días, como lloronas, de lo que el Gobierno de Canaria nos quita, ¡pero carajo! ¿donde han estados, todos ustedes, mientras se elaboraban estos fúnebres presupuestos?

De repente, se acuerdan que en Lanzarote también tenemos problemas, incluso alguno, se atreve a plantear que nos juntemos todos y nos dirijamos, en rogativa, a la sede del parlamento a reclamar, lo que al parecer, pertenece a Lanzarote.

Yo, no entro en esa pelea, solo quiero que me den lo que me toca, para que mi calidad de vida sea igual a la del canario que mejor viva, independientemente de en que isla viva.

De eso, o de algo parecido, es de lo que debería tratarse el trabajo de los parlamentarios, que dejen de llorar y quejarse, una vez al año y se disponga, para que a nuestra isla, venga lo justo, pero también lo necesario, no quiero que traigan promesas, que de esas, ya tenemos bastantes.

 

¡Ños, los dichosos presupuestos!
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