jueves. 25.04.2024

1.-La llegada de la compañía Norwegian, que el día 3 de noviembre comienza sus vuelos a y desde Madrid, Barcelona y Málaga, con Los Rodeos, ha supuesto una revolución en las tarifas aéreas. Desde la desaparición de Spanair, las compañías que operan con Canarias han tenido la poca vergüenza de subir los precios de los boletos, convirtiendo estas rutas subvencionadas en un verdadero calvario para los canarios. No han tenido consideración alguna ni Iberia, ni Air Europa, ni Vueling, ni Ryanair. Billetes caros, horarios raros e incómodos y poca consideración con los habitantes de estas islas y con el turismo que nos da de comer. Ahora llega la compañía noruega de bajo coste y ofrece trayectos con la península hasta a 29 euros. Esto obligará a las demás a reducir los precios de sus billetes y supone un respiro para las economías de los viajeros. Y dará un gran impulso al turismo. Los vuelos tendrán como base el aeropuerto de Los Rodeos. Y se augura que saldrán y llegarán llenos, por la política de precios de la empresa noruega de aviación, una de las más importante low cost de Europa, además de que dispone de la flota más moderna. Tiene más de 100 aviones operativos, es la tercera compañía low cost del continente y vuela con los modernos Boeing 737/800. Quiero decir que no es cualquier cosa, pertenece al país posiblemente más pacífico y seguro del mundo, Noruega, y tiene su base principal en Oslo. Yo conozco ese país de punta a punta y me encanta. El petróleo del Mar del Norte le ha traído unos beneficios increíbles y ha logrado unas infraestructuras impresionantes. Según algunas informaciones que conocen ya en el Ministerio de Fomento, la compañía ha “preguntado” por los trámites para iniciar vuelos interinsulares en Canarias, aunque no ha tomado una decisión al respecto. Si así fuera se rompería el monopolio de Binter, cuyos precios tampoco están a la altura de las economías de los isleños, al quedarse sin competencia. Sólo hay otra pequeña línea aérea, propiedad de una agencia de viajes de Las Palmas, que vuela con un par de aviones. La desaparición, en gran parte por culpa de las presiones de Binter, de Islas Airways, colocó a la compañía de Rodolfo Núñez como única explotadora de las rutas aéreas interinsulares. Pero, sobre todo, yo me alegro de que Norwegian acabe con la poca vergüenza de las compañías godas, que han maltratado a los canarios. La aerolínea noruega traerá, desde luego, muchos beneficios a los usuarios de estas islas y al turismo que desee viajar a Canarias a buen precio. Que sea bienvenida. Ahora las demás se verán obligadas a bajar sus tarifas para entrar en competencia con la recién llegada.

2.-Dice Patricia Hernández que no quiere meterse con otros partidos, y menos con los aliados, pero cada vez que puede le zurra la badana a Coalición Canaria, gracias a la cual vive en el apartamentito del edificio presidencial. A Carlos Alonso lo tiene breado, no sé por qué; yo creo que por el asunto de las carreteras. Mira, niña, aquí la única verdad es que Gran Canaria tiene unas carreteras cojonudas y las de Tenerife son una mierda. Dicho lo cual, tú puedes cantar misa. Y culpables son todos: tu partido, que es el PSOE, Coalición Canaria y el PP. Ninguno ha demostrado lo que hay que tener cuando gobernaban. Así que de nada vale que te metas con Carlos Alonso, que lo único que intenta es completar el anillo insular y que le coloquen su placa en el túnel más próximo cuando los obreros pongan sobre él la bandera española, que al mago le da por no poner la canaria, o la pone al revés. Yo sé que todos los políticos, o, bueno, vamos a decir casi todos, son iguales, pero la de los champorros se está pasando. No sólo vive como quiere sino que toca las bolas.

3.-Juro por los ñoños de la alcaldesa de Jerez que en las próximas elecciones tampoco voy a votar. No voté en las anteriores, ni voy a votar en las siguientes, porque no me convence ninguno de los partidos en liza. Salvo que a última hora considere decisivo mi sufragio y rompa el juramento, mi intención es quedarme en casa. Es que ya todo esto me aburre mucho, y aunque escribir me entretiene, me da la impresión de que me repito peligrosamente. Ya estoy mayor para aguantar a imberbes –y a imberbas— hacer de las suyas en esos foros, en medio de un ridículo espantoso como hicieron en el debate pactado Pablo Iglesias Turrión y Albert Rivera no sé qué, con el tal Jordi no sé qué, en la Sexta. A cagar todos.

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Norwegian acaba con la poca vergüenza
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