viernes. 19.04.2024

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha afirmado que no sirve "para ser parapeto de la desvergüenza de nadie y menos para los que están en el Gobierno de España" y ha censurado que el día en que se conoció que el régimen libio "bombardea a la población civil con bombas de racimo vendidas por España" se montara "un follón para decir que Aznar es amigo de dictadores".

Tras criticar este lunes esta "historia de manipulación lamentable", ha recordado que cuando Muamar Gadafi vio en 2003 lo qué le pasó tras la guerra de Irak "a un dictador peor que él", en referencia a Saddam Hussein, "quiso mostrarse amigo, cooperar con la comunidad internacional". "Y algo debió conseguir para que en 2007 el Gobierno socialista le vendiese bombas de racimo", ha manifestado, y se ha preguntado si es que el Ejecutivo "vende bombas de racimo a los enemigos y no a los amigos".

El ex presidente se ha referido así a las declaraciones del vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, que ayer dijo tener pistas sobre los "intereses y negocios" que unen a Gadafi y Aznar y por los que éste es el "único líder europeo que sale en su apoyo".

Aznar también ha comparado la invasión de Irak en 2003 con la intervención de los países occidentales en Libia, en base a una resolución de Naciones Unidas. Así, ha lamentado que la intervención en Libia a la que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero "ha enviado tropas" no se critique cuando hace ocho años "se criticó mucho" el apoyo de España a la guerra de Irak cuando el Ejecutivo que él presidía "no envió un solo soldado".

"La intervención -en Libia- se basa en una operación para proteger a la población civil, con bombas de racimo vendidas por España, no es una opinión, es un dato, la constatación de un hecho", ha ironizado Aznar, quien ha recordado que el Ejecutivo ha enviado tropas a territorio libio "y no se critica".

En esta línea, ha incidido en que la resolución de la ONU "no autoriza el cambio de régimen, es decir, no autoriza a quitar del poder a quien amenaza y bombardea" y, por ello, ha apuntado que o se termina la causa de los ataques a las víctimas civiles "o seguirá habiendo víctimas nuevas con bombas de racimo enviadas por el Gobierno".

El presidente de honor del PP ha afirmado que dice todo esto "para que quede claro lo que pasó, lo que pasa y lo que pensamos". "No sirvo para ser parapeto de la desvergüenza de nadie, y menos de los que están ahora", ha dicho. Para Aznar, la Alianza de Civilizaciones promovida por José Luis Rodríguez Zapatero -"que no defenderemos", ha aclarado- "consiste en pactar con aquellos que dicen ahora que son unos dictadores execrables que hay que quitar".

"Respaldo a los demócratas libios, iraníes, cubanos, venezolanos y a los chinos también, a aquellos que luchan por la libertad, y a los españoles que tienen que sufrir el acoso del terrorismo", ha indicado, y ha aclarado que lo que no va a apoyar es que los derechos humanos "se utilicen a beneficio de inventario, donde me conviene, aquí sí, aquí no".

"No sirvo para ser parapeto de la desvergüenza del Gobierno"
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