martes. 16.04.2024

Por Mare Cabrera

La sensación de impunidad es la única explicación lógica que podemos encontrar a los trajines empresariales del real yerno. Con sus actividades privadas ha conseguido tambalear una Institución de la que en los últimos tiempos la prensa sólo reseñaba los vestiditos de la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz, o su extrema delgadez.

Ahora sí que medio sabremos a qué se destina el presupuesto de 8,4 millones de euros que reciben sus majestades, una opacidad quebrada al menos a grandes rasgos por las críticas recibidas durante estas semanas de noticias escandalosas en torno a una Institución que hasta casi anteayer aparecía en todas las encuestas como una de las mejor valoradas por la población española. Hasta al manejo de los dineros llegan las salpicaduras de un comportamiento “no ejemplar” por parte de Iñaki Urdangarín.

Por toda la escandalera que se ha montado en torno al ex balonmanista y sus actividades “con fines no lucrativos” (menos mal), el vasco adosado a la Familia Real no participará en actos oficiales representando a una Monarquía que ahora lo ve como a la oveja negra de la familia que está detrás.

Su abogado dice que el todavía Duque de Palma está apesadumbrado e indignado por las informaciones vertidas y el juicio paralelo. Pero lo real es que la prensa es incontrolable, para bien en la mayoría de los casos. Una vez saltaba la noticia, que venía conociéndose a cuentagotas en las últimas fechas en las páginas del diario El Mundo, era complicado silenciarla, y parece que nadie ha movido ficha para hacerlo.

El papelón de la Infanta Cristina es importante, el malestar del Rey evidente, la Reina sale en portada con el “no ejemplar” dejando a un lado su profesionalidad, y a Letizia le dan un respiro. Ay, Iñaki, tan alto y rubio...espero que tu indignación sea fruto de tu inocencia, no de que te hayan pillado.

No ejemplar
Comentarios