El exasesor del Ayuntamiento de Tías Nicolás Saavedra ha hablado esta semana por primera vez en los medios de comunicación. Lo ha hecho en Crónicas Radio, en el programa 'A buena hora', para confesar que estos días ha asumido su cese como asesor municipal sin intención alguna por polemizar pero, eso sí, discrepando en las formas y argumentos esgrimidos, en este caso, por el único concejal de San Borondón en las instituciones públicas de Lanzarote, Jerónimo Robayna.
“Cuando uno entra en política, hay que tener claro que debemos ser responsables. En ningún momento he querido polemizar con esta decisión ni sé cuál ha sido la reacción de los ciudadanos. Para mí lo importante son los proyectos puesto que estos van dirigidos a las personas. Lo que no me ha parecido correcto han sido las formas”, expresó, pues a su juicio “lo que se discute no es si está una u otra persona, sino un cambio de modelo para el futuro respecto a lo que se había proyectado. Creo que necesitar dos personas en el Ayuntamiento de Tías a cambio de mí, no es un argumento muy válido”.
En cuanto al proceso en que se han llevado las cosas con el que no está conforme, Saavedra explica que se le llevó a una reunión en la que se le comunicó que se había perdido la confianza en él. “Luego, a los pocos días, hubo otra nueva reunión a la que llevé información sobre el trabajo del partido en las áreas del Ayuntamiento de Tías y di cuenta de mi trabajo como personal de confianza.Tras la reunión el concejal me dijo que la decisión era personal, que no había habido votación secreta y que si dentro del tiempo que fuera su trabajo también se ponía en duda por no obedecer los aspectos del programa y demás, habría otro proceso exactamente igual y que él estaría dispuesto a que se discutiera su gestión”. En opinión del ya exasesor, “debe haber más espacios de discusión y de propuestas de proyectos; solo así se enriquecerá la ciudadanía y el partido”.
Nicolás Saavedra reconoce que estaba ilusionado con el proyecto, a pesar de las pocas posibilidades económicas en Tías y de realidades como los actuales centros socioculturales en el municipio. “Siempre he dicho que esto era una carrera de fondo, para hacer cambiar las cosas. Cada día me tocaba atender en mi despacho a cerca de una decena de personas, con sus historias detrás y sus realidades y dramas personales, y atender y todo el tema asistencial para estas personas te frena en el trabajo del día a día. Compatibilizar las tareas de Asuntos Sociales con la otra parte, de sentarte con los técnicos, diagnosticar y, en definitiva, hacer posible ese cambio”.
A pesar de su salida del Ayuntamiento, no piensa abandonar el partido. “No tengo intención de dejar el partido, al menos por el momento, ni de crear ninguna polémica. Creo que no debemos quemarnos con el día a día, no dar esos acelerones, sino ser capaces de mirar más allá y trabajar por cambiar el futuro, pues nuestro proyecto plantea aspectos muy distintos a los actuales, con un gran proyecto democrático que cabe en el partido”. En este sentido, confirmó que va a trabajar por “replantear todo el proceso formativo que se hizo en la Escuela socio-política de San Borondón, porque tenemos mucho que aprender”, concluyó.
