jueves. 18.04.2024
Marruecos le 'coló' la expulsión de Haidar

Moratinos reconoce que la expulsión tuvo carácter "político" y revela que la conoció por una llamada de su homólogo

El ministro señala que le expresó su "condena" y "rechazo" y explica que se enteró de este modo porque dadas "las buenas relaciones" entre los dos países Fassi Fihri "no quería que me enterara por la prensa"; Llamazares se pregunta por qué no hubo "una respuesta política" ante esa "expulsión política"

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha admitido este jueves que su colega marroquí, Taieb Fassi Fihri, le avisó de la decisión de Rabat de expulsar a Aminatu Haidar cuando la activista permanecía detenida en el aeropuerto de El Aaiún. Es la primera vez que el Gobierno reconoce públicamente que se produjo este aviso, del que se tenía conocimiento pero no de forma oficial. Moratinos señaló que es "indudable" que la expulsión de El Aaiun de la activista saharaui Aminatu Haidar fue "una expulsión política y no administrativa".

Según ha relatado Moratinos en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, el ministro Fassi Fihri le llamó "alrededor de las once de la noche" del día 13 de noviembre. Así se enteró Moratinos de la decisión marroquí de expulsar a Haidar cuando ésta estaba en El Aaiún.

En dicha conversación Moratinos trasladó a su homólogo su "rechazo y condena" por esa expulsión. Al día siguiente, "cuando Haidar ya está volando", Fassi Fihri volvió a llamar al ministro español para informarle de que Haidar había sido expulsada y volaba con destino a Lazarote. Es decir, con los hechos ya consumados.

"El Ministerio de Exteriores no aceptó, no apoyó, sino que rechazó la actitud de Marruecos", insistió Moratinos, que explicó que la decisión de dejarla entrar fue para evitar que la activista quedara 'en el limbo jurídico'.

Moratinos también ha asegurado que el acto administrativo de dejarla entrar correspondió a la policía de fronteras, como ha mantenido el Gobierno, y ha añadido que esto no significa "echarle el muerto" a los agentes, sino que han subrayado que actuaron "con la legalidad en la mano" y en aplicación del acuerdo Schenguen y de la Ley de Extranjería, y "sin ningún tipo de instrucción política".

Respuesta política

Por su parte, eEl portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se preguntó después en su turno de réplica por qué no se habían adoptado "respuestas políticas" frente a dicha "expulsión política", y por qué el Ejecutivo ha justificado las medidas que tomó después, para admitir a Haidar sin pasaporte e impedirle luego la salida, mediante argumentos basados en razonamientos administrativos.

Moratinos le replicó que el Ejecutivo había actuado "de buena fe", de acuerdo con la legalidad y "mirando por la situación humanitaria y política de la señora Haidar" y se preguntó, dirigiéndose a la oposición y al diputado del PP Gustavo de Arístegui, "qué nos hubiesen dicho si la hubiéramos devuelto, que mandábamos a la señora Haidar al país que la iba a detener y a torturar de nuevo".

Arístegui había manifestado minutos antes que la llegada de Haidar a Lanzarote "no fue inevitable" y había subrayado que en la solución finalmente adoptada para el regreso de la activista debía procurarse "que todo el mundo pueda salir de la crisis razonablemente airoso".

"Es indudable que es una expulsión política y no adminsitrativa", admitió Moratinos, "y por eso es por lo que el ministro de Exteriores me llama para comunicármela, porque no quiere que el ministro de España se entrere por la prensa de que están expulsando politicamente a uan ciudadana".

"Pero eso no significa que el Gobierno de España justificase o avalase la decisión, en absoluto", agregó en relación a su conversación con Fassi Fihri, "la rechazamos, pero él lo hace para que dado el buen nivel de relaciones que hay entre España y Marruecos sepamos lo que está haciendo su Gobierno".

Amenazas de Marruecos

Durante el debate que Moratinos tuvo con Arístegui, también salieron a relucir las veladas amenazas de que la colaboración entre España y Marruecos en materia de inmigración y seguridad podría resentirse que formularon durante el 'Puente de la Constitución' tanto el canciller marroquí, Taib Fassi Fihir como el máximo mandatario del partido Partido Autenticidad y Modernidad Fuad Alí El Himma.

El ministro sólo llegó a decir que "rechazaba" las mucho más abiertas de El Himma tras acusarle antes de haber actuado con "demagogia", mientras que consideró que la de su homólogo habían sido "sacadas de contexto".

Entre los participantes en el debate, el representante de Coalición Canaria José Luis Perestelo subrayó que lo que más "le preocupa" a su grupo de las relaciones con Marruecos es que el Reino Vecino pueda actuar con España en este y otros temas "pensando que España tiene una actitud de tibieza".

Moratinos reconoce que la expulsión tuvo carácter "político" y revela que la conoció...
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