viernes. 29.03.2024

Delgada, frágil y muy demacrada después de 13 días en huelga de hambre Aminatu Haidar, la 'Ghandhi' saharui ha recibido hoy del Gobierno de Zapatero una propuesta para obtener la nacionalidad española y resolver su situación. Haidar lleva dos semanas en el limbo del aeropuerto. Su situación ha movilizado a políticos, intelectuales y artistas que han expresado públicamente su apoyo a esta mujer que, sentada en el aeropuerto de Lanzarote, pide volver a su casa.

Poco antes de las tres de la tarde con la activista saharaui, Moratinos se ha puesto en contacto telefónico con Haidar, a quien ha manifestado "su más profunda admiración", y ha ofrecido tres opciones para atender sus reclamaciones: adquirir la nacionalidad española, la concesión del pasaporte marroquí a través de las autoridades competentes del país alauí en España, o bien la concesión del estatus de refugiada para ella y su familia, según fuentes del Ministerio de Exteriores.

Moratinos le ha ofrecido la posibilidad de dicha oferta en una muestra del "compromiso" para "encontrar una solución", según ha confirmado el propio jefe de la diplomacia española. Un funcionario de Exteriores se trasladará el domingo a Lanzarote para explicarle personalmente a Haidar la propuesta.

Desde Bruselas, donde el ministro participó en una reunión UE-Cuba, insistió en que la oferta de la nacionalidad española es "una excepción de carácter humanitario" y que si Haidar se decidiera por esta opción, habría que iniciar un procedimiento que se intentaría realizar "lo más rápidamente posible".

A juicio de Moratinos, la conversación fue "buena", aunque admitió que la activista en favor de los derechos humanos del pueblo saharaui "ha manifestado su decepción por lo que consideraba la actuación del Gobierno español".

En espera de un 'pronunciamiento oficial'

Desde el aeropuerto de Lanzarote, donde la activista saharaui permanece 'desterrada' desde hace dos semanas, la abogada de Haidar, Inés Miranda, ha precisado que "no ha habido un pronunciamiento ni reunión oficial con Haidar sobre ello y por tanto no se le ha ofrecido. Ella va a mantener la huelga de hambre". Miranda señaló que Moratinos ha llamado a Haidar y "ha mostrado su preocupación por su salud", así como le ha expresado su "admiración por el valor y entereza". Del mismo modo, le ha explicado "la gran preocupación" que tanto él como Gobierno de España tienen por la salud de Haidar durante su huelga de hambre y su "esperanza en que el tema se solucione cuanto antes".

Ante ello, en palabras de la abogada, "Haidar le ha contestado que lo ha oído y lo ha atendido por cortesía y educación, pero le expresó su indignación y rechazo por el mal tratamiento que el Gobierno de España le ha dado durante estos 14 días en huelga de hambre y 16 días en territorio español y que absolutamente nadie del Gobierno de España se ha puesto en contacto con ella".

A juicio de Haidar, "lo digno es y debe ser que alguien al más alto nivel representante del Gobierno de España" se ponga en contacto con ella y "acuda al aeropuerto de Lanzarote donde el Gobierno de España y de Marruecos la han colocado, para alcanzar esas vías que puedan permitir la solución de esta situación".

13 días de huelga de hambre

'Yo no he venido en patera. El Gobierno español debe devolverme en un avión a mi país'Aminatu Haidar, la 'Ghandhi' saharui ha puesto en jaque al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La activista, que intenta volver al Sáhara, ha vuelto a ser reconocida esta mañana por un médico en la sala de curas del aeropuerto de Lanzarote, después de amanecer con fuertes mareos que le impiden mantenerse en pie tras 13 días en huelga de hambre.

Su débil estado de salud de las últimas horas le había impedido entablar conversación telefónica con el ministro de Exteriores. Finalmente ésta se ha producido al tercer intento.

A sus 42 años, está dispuesta a llegar hasta la muerte. Dejó de comer cuando el 14 de noviembre fue expulsada de Marruecos, al dirigirse a El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental. Volvía de Estados Unidos para recoger precisamente un premio al coraje por su lucha pacífica por los derechos de su pueblo y la autodeterminación de la antigua colonia española que el reino alauí ocupó en 1975.

La huelga de hambre es ahora su arma. "Mi causa es la causa de los derechos humanos. Jamás he empuñado un palo, mi causa es pacífica", explicaba en el aeropuerto de la isla canaria, donde sólo toma agua y azúcar y poco a poco ha ido perdiendo fuerzas.

Su rocambolesca estancia en el aeródromo de Lanzarote no es el primer obstáculo que afronta en su vida. Por su actividad como activista, reconocida internacionalmente, ya estuvo cuatro años en una prisión marroquí. La reivindicación de Haidar ha puesto en apuros al Gobierno español. "No esperaba que un país como España, que proclama la Alianza de Civilizaciones, permitiera que pasara esto con una persona", dijo Haidar esta semana.

Moratinos ofrece a Haidar la nacionalidad española para resolver su situación
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