Por INA
Recuerdo el día que te conocí, aún no sabía que eras tú, fue más tarde cuando me mostraste tus ojos nuevamente que te reconocí cerrando los míos para evocar aquella ocasión en la que se apoderó de mi tu mirada fresca como la mañana y cálida como la primera luz, aún hoy puedo saborear su dulzor, aún hoy.
"Quise coger
acercando la mano
al vacío
el rastro dejado
por tu presencia
para guardarlo
en un bolsillo
cercano
a mi corazón
bajo los siete candados
custodios
de mi amor
queriendo
ver lo más bello
en un ser
se comprende
escuchando
la no propia voz
para respetar
lo que ha de decir
quién ha decidido compartir
con confianza
lo que es, lo que sueña
lo que ve, lo que es
en su integridad
parte no completa
sin ti
gracias a la constancia de esfuerzo
para evitar el tiempo
para evitar el tedio
y todo entre palabras
y todo entre miradas
sinceras."
Un momento en el que pasa la vida, dos para la eternidad, después no hay más.