martes. 16.04.2024

Doy fe de que no hay Bibiana fea, pero alguna tonta sí. La ministra del vaporoso Ministerio de Igualdad que el prestidigitador ZP, nuestro gran vendedor de humo, creó para meter tantas faldas como pantalones en el Consejo de Ministros -y Ministras- ya se ha igualado a otros tantos y tantas u otras tontos y tontas útiles de la política. Pero Bibiana Aído se ha igualado a la baja, como otras bobas alegres del infralenguaje políticamente estúpido (correcto, quise decir), en el que son privilegiados culiparlantes los políticos, los sindicalistas y no pocos periodistas que imitan cuanto oyen, como los loros. No cabía esperar mejor cosa de ese privilegiado cerebro herido de muerte por la maldita, embrutecedora y bobalicona corrección social. Una vez lavado el cerebro y hecho éste a la idea de que cada vez que se nombra un masculino hay que añadir el femenino, para estar a la moda igualitaria (que es igualmente tan tonta como todas las modas que en el mundo han sido), la idiocia ya es inevitable en el sujeto -o sujeta- objeto -u objeta- de ese vaciamiento de sesos... o sesas.

Certero el editorial del diario El Mundo de este mismo martes al respecto de la penúltima simplonada igualitaria: “La primera comparecencia de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en el Congreso de los Diputados puso ayer de manifiesto el carácter artificioso y ridículo [forzado, añadiría yo por mi cuenta y riesgo] de un departamento sustentado, principalmente, en mero voluntarismo. (...) Muestra la naturaleza altilocuente de un Ministerio en el que las grandes pretensiones contrastan con la trivialidad, e incluso la nadería, de las medidas escogidas para lograr los fines previstos. (...) Ni al socialista Gila se le hubiera ocurrido tan disparatada idea en sus geniales diálogos, porque tal engendro sólo es posible desde la más obtusa obsesión por filtrar todo desde una óptica de género. De ahí el disparate semántico en que incurrió la ministra cuando se dirigió a los ‘miembros y miembras' de la Comisión de Igualdad, superando incluso la famosa alocución de Carmen Romero a los ‘jóvenes y jóvenas'”. Con el delito añadido, en el caso de la mujer de Felipe González Márquez, de que ella era profesora de Literatura... que así salen después como salen los alumnos (y las alumnas): zotes irrecuperables, a la ESO y a la ESA gracias.

Anda la ministra Bibiana más perdida que el afamado barco del arroz. Y, en hablando de arroz, ahí van sus tres tazas para los que no queríamos ni probarlo. Siempre que en esta misma columna hemos estirado hasta el esperpento ese disparate igualitario hablábamos de “miembros y miembras”, en plan chistoso. Es decir, hacíamos la exageración o la caricatura de esa disparatada pandemia semántica. Ni borracho hubiera o hubiese soñado que la ministra de Igualdad se terminara igualando con su propia caricatura... ¡y resulta que lo hace la primera vez que abre la boca en su primera comparecencia en el Congreso! Total, que la realidad sigue superando a la ficción. Incluso la realidad más esperpéntica o disparatada que imaginarse pueda.

Le vienen que ni pintados a ZP estos juegos malabares para desviar la atención de los verdaderos problemas del país: véase lo de la huelga de transportistas que ha generado psicosis y paranoias en las gasolineras; los pescadores mirando los celajes; las amas (y amos) de casa que no llegan a fin de mes; el desempleo que crece, los sueldos que no alcanzan, y suma y sigue con la crisis que dice el Gobierno que no existe (menos mal). Pero ZP nació con la flor en el culo, como es bien sabido, y ahora tiene la suerte de cara con la balompédica selección de la España que va quedando haciéndole cuatro goles a Rusia (partidazo de los Puyol, Iniesta, el canarito Silva y el trigoleador Villa... con la suerte añadida de la definitiva ausencia del tal Raúl). A este paso, hasta Manuela Armas acabará haciéndose “miembra” militante -espero que no militonta- del PSOE, partido en el que dicen que la presidenta está y no está... como en el Cabildo, donde reina pero no gobierna, como es triste fama. ([email protected]).

Miembra
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