viernes. 19.04.2024

Por Eduardo Álvarez

Cuando analizamos las realidades que nos rodean, a los residentes en Lanzarote

nos asalta una duda existencialista: ¿Somos todos los canarios iguales en

derechos y obligaciones?

Esta duda tendría una contestación tremendamente sencilla si no viviéramos en

Lanzarote. Evidentemente si.

Y digo que seria sencilla si no viviéramos en esta isla si no fuera porque la realidad

nos esta diciendo sistemáticamente lo contrario.

En obligaciones esta claro que si, que todos los canarios estamos obligados a

pagar los mismos impuestos, estamos obligados a sujetarnos a las mismas leyes

dictadas desde los diferentes gobiernos, etc.

En derechos ya es otra historia.

Haber nacido o residir en este paraíso llamado Lanzarote constituye, vista la

historia reciente y no tan reciente, una pesada carga en lugar de un privilegio. Ser

“conejero” lejos de ser un orgullo por todo lo que esta isla ofrece, se ha convertido

en una pesadilla de la que muy pocos escapan.

Las comparaciones son odiosas pero a veces necesarias para intentar justificar

situaciones irracionales que no corresponden a la realidad que se vive y disfruta en

otros parajes del Archipiélago Canario, bastante menos afortunados geográfica y

paisajisticamente hablando que Lanzarote.

Si miramos lo que nos rodea, nos damos cuenta que vivir aquí es un lujo que no

hemos escogido voluntariamente. Ser de aquí, o vivir aquí, nos exige tener un nivel

económico mucho mas elevado que el que se les exige al resto de los ciudadanos

de las otras islas del Archipiélago, para llegar a tener el mismo nivel de vida y el

poder acceder a las mismas cosas, cotidianas, de las que disfrutan todos los

demás.

Pero no solo tenemos que disponer de mayor capacidad económica para hacer lo

mismo que los demás canarios, que eso ya es mucho, sino que ademas tenemos

que ser infinitamente mas fuertes mentalmente para poder soportar las, mas que

evidentes, diferencias de trato al que sistemáticamente nos demuestran desde las

instituciones superiores, véase Gobierno de Canarias.

Lanzarote es un paraíso atlántico, único, inigualable, con atractivos únicos que solo

disfrutamos nosotros. El parque Nacional del Timanfaya, Los Jameos del Agua, La

Cueva de los Verdes, etc, son atracciones que no tiene nadie.

Pero en lugar de que en el resto del país se hable de las maravillas de la naturaleza

con las que hemos sido agraciados, solo se habla de corrupción política, de

imposibilidad de llegar por falta de conexiones aéreas a las que tenemos todo el

derecho del mundo, que para eso también somos españoles, de ilegalidades

urbanísticas propiciadas por políticos y empresarios ambiciosos hasta la patología,

etc, etc, etc.

Y eso fuera de nuestras fronteras archipielágicas, por que si nos quedamos en

casa, las diferencias con el resto de los canarios, son todavía mas flagrantes en

materias tan diversas como la sanidad, la educación, la cultura, el deporte, etc.

En educación, para que el hijo de una familia lanzaroteña pueda hacer lo mismo que

el hijo de un residente en Tenerife, por poner un ejemplo, ademas de los gastos que

se generan en la actividad universitaria, común a todos los estudiantes, tales como

libros, fotocopias, material diverso, bono bus, etc, el estudiante lanzaroteño, o

mejor dicho sus padres, tienen que hacer frente a gastos como alojamiento,

alimentación, viajes, etc. Estos gastos pueden suponer en muchos casos que el

estudiante de Lanzarote no tenga acceso a la universidad simplemente porque sus

padres no disponen del dinero suficiente para sufragarlos. ¿El Lanzaroteño se tiene

que gastar mas dinero que el de Tenerife para que su hijo pueda hacer exactamente

lo mismo y en las mismas condiciones? Deduzcan ustedes mismos si sí o si no.

En sanidad, cuando el lanzaroteño tiene que ir por necesidad a Las Palmas a una

consulta medica y no puede hacerlo en el día, debe quedarse allí por su cuenta.

Tiene que pagar una noche de alojamiento si no tiene la suerte de tener familia que

lo acoja. ¿Le pasa esto al ciudadano de Las Palmas? La deducción es la misma que

en la cuestión anterior.

Y si nos vamos a las cosas mas cotidianas, como el comer, el vestir, etc, las

diferencias son todavía mas sangrantes. ¿Por qué comprar las cosas básicas para

nuestro sustento tiene que ser bastante mas caro que en el resto de las islas, si en

muchos casos el transporte esta subvencionado? ¿Por qué en el resto de las islas

se pueden establecer grandes superficies alimenticias que abaratan

considerablemente la cesta de la compra igualándola a la que disfrutan los demás

canarios y en Lanzarote rezamos porque una sola de ellas pueda abrir en nuestro

suelo? ¿Les hemos pedido nosotros alguna vez ser tan diferentes en estas cosas?

Sigan deduciendo ustedes mismos la respuesta aunque estoy seguro que es la

misma que tengo yo.

Y podría seguir hasta hartarme de contar diferencias a todos los niveles que jamas

hemos pedido los residentes en esta Isla.

¿Y saben ustedes que es lo mas triste de todo? Que son los propios políticos

conejeros, con su inutilidad, con su servilismo, con su total ausencia de ética, los

que han propiciado año si, año también, que estas diferencias se crearan en su día

y que se mantengan a día de hoy, sin visos de que algo cambie.

Y no quiero seguir.

Esta no es una critica hacia el ciudadano de Lanzarote que bastante hace con

aguantar lo que se le viene encima año tras año y elección tras elección.

Es un intento de remover la conciencia de los políticos que nos gobiernan, los de

aquí y los de allí, para que dejen de hablar de canariedad, de nacionalismo, de

igualdad entre los canarios y se den cuenta de una vez que nacer en Lanzarote o

residir aquí no tiene que ser una condena sino un privilegio, que vivir aquí no debe

ser un castigo sino un premio.

Si es verdad que somos iguales, que no lo digan, que lo demuestren.

¿Merecemos lo que nos pasa?
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