viernes. 19.04.2024

Parece el titulo de una película protagonizada por Jim Carrey y dirigida por Mel Brooks, el rey de la comedia cinematográfica, pero lamentablemente es tan real como la vida misma.

En este país llamado España estamos asistiendo últimamente y con demasiada reiteración, capítulos que se podían incluir en una serie de humor si no fuera porque su trascendencia ciudadana es de una gravedad extrema.

Todos los casos de corrupción a los que hemos venido asistiendo, día si y día también, tienen en común la desfachatez mas absoluta a la hora de las justificaciones a los hechos, supuestamente delictivos, cometidos por esta banda de desaprensivos que, amparados en los subterfugios del poder político y económico, han contribuido y de que manera, al surgimiento de movimientos políticos con un presente mas que justificable, aunque su futuro sea, con reservas, complicado de asumir hasta para los mas indignados de la sociedad, entre los que me encuentro.

Primero me robas con el mayor de los descaros, luego lo justificas con más descaro todavía y al final terminas pensando que el Luisma es tonto.

Todos los casos de corrupción, sin excepción alguna, atacan a lo mas profundo del sistema democrático y, como consecuencia de este ataque, dinamita todo el sistema de funcionamiento de una democracia que tanto esfuerzo nos ha costado a los ciudadanos.

No solo es grave que, mientras el común de los mortales padece los efectos de una crisis económica como nunca se ha vivido en España, un numero indecente de políticos, empresarios y otras clases económicas de dudosa procedencia se hayan permitido apropiarse de un dinero que no es suyo sino que, además, se permiten el lujo de justificarse con la mas variopinta de las motivaciones que alguien pueda llegar a imaginar.

En un anterior articulo ya hice referencia a este tipo de justificaciones injustificables, pero lo que hemos visto esta semana ya es demasiado. Y lo que nos queda por ver.

Una presidenta de un partido que dice no saber quien es ni a que dedica el tiempo libre para luego descubrir, como siempre pasa, que no solo si sabia quien era y a que dedicaba el tiempo libre sino que además era responsable de su nombramiento, como es lógico en el modus operando de esa formación política.

Un presidente de una comunidad autónoma que engaña sistemáticamente a sus ciudadanos con una independencia bajo el paradigma de la diferencia casi étnica de sus ciudadanos con respecto al resto de los que, entre otras cosas, han contribuido a que esa comunidad sea lo que sea.

Un renovado secretario general de un histórico partido que pretende ser la panacea de la recuperación del mismo pero que no se atreve a meterle mano a la corrupción que asola la cuna de la mayoría de sus históricos dirigentes y que demuestra una absoluta incapacidad para dar veracidad a la supuesta renovación que presume encabezar.

Un presidente de un gobierno que no sabes si sube o si baja, si viene o si va y que cuando tu vas el viene de allí. La indefinición personalizada y con una absoluta incapacidad para llamarle a las cosas por su nombre.

La lista de despropositables (incluir termino en el nuevo diccionario de la RAE) es inmensa y trasversal. Afecta a todos, bueno alguno escapa, los partidos del espectro político español y potencia, como ya he hecho referencia anteriormente, la aparición de salva patrias, auto-denominados nuevo orden nacional.

Pero el colmo de la estupidez política ha sido lo sucedido con un presidente de una comunidad autónoma y senador por la misma, que se permite el lujo, a costa de nuestros bolsillos claro, de pegarse 32 viajes de fin de semana a las Islas Afortunadas en un espacio de tiempo de 15 meses seguidos y justificarse de la forma mas lamentable que se puede hacer. ¿Recuerdan la justificación del despido en diferido y con aplazamiento de Barcenas por parte de esa eminencia de la oratoria patria que se llama Maria Dolores de Cospedal? Bueno pues si el razonamiento de tan ilustre parlamentaria fue de un ridículo espantoso, las justificaciones del susodicho presidente y senador, son aun mas hilarantes.

Yo reconozco que alguna vez todos estamos expuesto ha hacer alguna piruja, pero cuando nos cazan ya no decimos aquello que alegábamos cuando suspendíamos en el cole por no haber dado un palo al agua y que al principio llegaba a colar, eso de “es que D. Javier me tiene manía”.

Eso a nuestro nivel llegaba a ser tolerable e incluso gracioso cuando veíamos la cara de muestro padre a la segunda que usábamos esa excusa.

Pero cuando se trata de lo que estamos tratando, a estos, supuestamente delincuentes, habría que meterlos en la cárcel no solo por robar, que es muy evidente, sino por seguir pensando que todos los demás que no lo hacemos, además de ser honrados somos tontos pero muy tontos.

Y por no hablar del apoyo que los partidos, todos, dan a estos fenómenos de la picaresca española. Tan malos son unos como los otros. Y de verdad que no cuesta tanto hacer las cosas bien. No cuesta porque hablando con políticos honrados de estos partidos, que haberlos los hay y muchos, ellos reconocen que esto que les digo es verdad pero que por esa absurda disciplina de partido, mas parecida a la omertá de la mafia que a una concepción moderna de la libertad de expresión, no pueden abrir la boca aun a sabiendas del daño que esa forma de proceder le esta haciendo, no solo a la ciudadanía, sino incluso a su propio futuro político particular.

El día que los partidos políticos se den cuenta de que criticar y denunciar lo malo que sucede dentro de sus formaciones no solo no es malo sino que contribuye a mejorar mucho las cosas, ese día la política será algo bueno, algo que el ciudadano vera con buenos ojos y no lo que es en la actualidad.

Se quejan sistemáticamente que algunas formaciones de nuevo cuño y viejos y defenestrados postulados, se están haciendo con la voluntad de la mayoría de los ciudadanos. Se quejan de que si estos partidos llegaran a gobernar esto se convertiría en un páramo de desolación como si se hubiera desencadenado la mas terrible de las amenazas atómicas que hemos visto en alguna que otra película catastrofista.

Pues sinceramente no se de que se quejan si son ellos, con sus actuaciones y justificaciones, los que les están aupando al liderato de la liga. Tú no te preocupes que la campaña te la hago yo, parecen decir con su forma de ver la sociedad actual y sus escándalos. Mas fácil no se lo pueden poner. Si no fuera por lo que es y puede ser, hasta yo les habría votado en la ultima encuesta del CIS que tanto ardor de estomago le ha entrado a mas de uno.

Pues si, esto es lo que hay. Róbame que ya te pillare y me la pagaras, pero para tonto tú que te han cazado.

Me robas, te pillo y el tonto soy yo
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