miércoles. 24.04.2024

Después de concentrarse en el Cabildo de Lanzarote para pedir el internamiento de larga duración de su hijo en un centro psiquiátrico, María Isabel anuncia que si en el plazo de un mes, tiempo que le ha dado el vicepresidente del Cabildo, Luis Arráez, para solucionar este problema que lleva arrastrando esta madre desde que su hijo era pequeño y que ve como cada día se va agravando, se encadenará a las puertas del Cabildo de Lanzarote, porque considera que esta situación es "insostenible".

En una nota de prensa que los allegados de Isabel Arrocha trasladan este miércoles a Crónicas, esta vecina lamenta que haya tenido que concentrarse delante del Cabildo para que le hicieran caso, pero agradece que se le esté buscando una solución.

María Isabel explica en dicho escrito que "no se va a cansar de luchar hasta que internen a su hijo y lo traten de su enfermedad porque es un enfermo y deben atenderlo antes de que pueda cometer una locura".

Con una carta dirigida a los medios de comunicación, titulada ’Ya no puedo más’, María Isabel Arrocha volvía a lanzar una petición semanas atrás a la desesperada. Tiene un hijo con problemas mentales, que se han agravado por sus adicciones a las drogas, al que ya no controla, por lo que pide que lo ingresen en el Centro de Salud Mental Julio Santiago Obeso, dependiente del Gobierno de Canarias, en el que ha estado internado dos veces, la última hace seis meses, sufriendo una notable mejoría. "Estoy buscando una solución, porque mi hijo no puede vivir en las condiciones que está ni puedo vivir yo. Que me lo ingresen otra vez", solicita esta vecina de Titerroy.

Arrocha tiene 73 años y es madres de seis hijos. Viuda desde hace 15, vive por y para su hijo Saturnino, que es incapaz de llevar una vida ordenada. "No está capacitado para nada, ni para hacerse su cuarto, ni para comer, ni para atender su ropa, no está capacitado para eso", asegura.

María Isabel ha tocado todas las puertas, ha recibido ayuda puntual, pero ella se siente consumida por el sufrimiento, porque se siente incapaz de darle la espalda a su hijo. "Que se den cuenta de que están cometiendo un error, que mi hijo es un enfermo mental y que todos estos chicos tienen que ser ingresados para poder mejorar. Que no puede estar en la calle porque en cualquier momento puede pasar cualquier cosa, pasarle a él o bien pasarle", apunta.

La última alternativa ha sido acudir a los Juzgados para lograr un internamiento de larga duración sin éxito. "Tengo una cama de esas de motor, que levanto un poco porque no puedo dormir estirada, y duermo allí en el recibidor, no para vigilar mi casa, sino para vigilarle a él, cuando entra y cuando sale", cuenta.

Esta madre coraje pude ayuda antes de que sea demasiado tarde, porque cada vez observa a su hijo más deteriorado y violento.

María Isabel Arrocha anuncia que si en el plazo de un mes no le dan una solución a su...
Comentarios