viernes. 29.03.2024

Manuel Cabrera (PIL), consejero del Cabildo de Lanzarote, ha estado jugando políticamente con cenizas que no le han prendido como propiamente deseaba.

Tuvo la suerte de recibir la vicepresidencia del Cabildo, pero luego la perdió por el pacto que CC fraguó con el PP, y a seguir le han ofrecido otra consejería con otros poderes que él no acepta porque se considera avasallado por el Presidente P. San Ginés.

Bueno, razón tiene en algo el señor Cabrera, pero ante los ojos de la ciudadanía, aunque él no lo crea, está quedando como una persona manipuladora que no le interesa el bienestar social insular y regional, sino sobre todo su egocentrismo.

Manuel Cabrera ha jugado a la política en el Cabildo de una forma interesada, y sin contar con su partido hizo y deshizo, y ahora se encuentra entre la espada y la pared. Pero falsamente y cara al público su partido PIL dice que apoya la decisión que Cabrera ha tomado abandonando la segunda oferta que CC le ofreció después del pacto con el PP. Y por otra parte los mismos también vociferan que arropan que el mismo se mantenga en la oposición, o bien si lo desea busque un pacto con los restantes partidos habidos en la oposición del Cabildo y con ellos presenten una moción de censura contra el actual grupo de Gobierno CC.

(Todo lo que el PIL ha expuesto públicamente es una manipulación dura y bien orquestada, pero que a una legua se ve que es un cuento para engañar a gente noble y humilde que aun por nostalgia añora en algo al PIL de Dimas Martín).

No creo que entre los consejeros habidos en la oposición lleguen a ponerse de acuerdo para presentar una moción de censura contra CC, y si lo hicieran no tardarían más de unos meses en pelearse y romper porque entre la banda de grillos que se juntarían no cabría de ninguna forma un periodo de paz política en el restante año y medio que queda de mandato cabildicio.

Imaginen juntos gobernando PSOE 5+PODEMOS 3+SOMOS 2+Cs 1+PIL 1= 12 consejeros. ¿Piensan ustedes que semejantes consejeros podrían congeniar? – Imposible.

Lo que Lanzarote necesita es más sinceridad en la política y menos manipulación. Estamos sin PIOL y sin Plan La Geria, pero a estos semipolíticos no les importa porque mientras cobran sus salarios no pasan calamidades, y les da igual ganar su sueldo en la oposición o bien gobernando, pero si prefieren gobernar porque creen que en las próximas elecciones podrán volver a ganar la poltrona y quizás con mayor rédito político a través de sus quehaceres y sus chanchullos del: yo te quito y yo me pongo. De ahí que estén todos loquitos por gobernar como sea y sin tomar en consideración la actual precaria situación económica lanzaroteña.

Manuel Cabrera (PIL) juega políticamente con cenizas que no prenden
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