El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se ha convertido voluntaria e involuntariamente en protagonista de la actualidad informativa de todo el país. No hay un español medianamente informado y medianamente interesado por el futuro de su patria que no esté en estos momentos especulando con la posibilidad de que Pedro Sánchez sea finalmente presidente del Gobierno. Todo apunta a que no, a que en esta doble primera intentona va a fracasar y a que en la siguiente le pasará lo mismo, con lo que no habrá más remedio que repetir en junio unas elecciones que podrían terminar más o menos como las anteriores. Total, tiempo absolutamente perdido.
Desgraciadamente para los políticos, hacer pronósticos en estos momentos inciertos que corren es muy complicado. Si dos y dos nunca han sido cuatro en política, ahora menos. De ahí que cualquier paso dado en falso pueda suponer un error para aquel que se arriesgue.
Lo que nadie pone en duda es que Pedro Sánchez y la actual dirección del PSOE han sido valientes. Es verdad que se podría pensar que se han lanzado al monte con pocas posibilidades de llegar a la cima por la indisimulable sensación de que es el único camino que tenían para sobrevivir al peor resultado electoral de los socialistas en nuestra joven democracia. Pero han sido valientes, y lo están intentando. ¿Habrá finalmente acuerdo con Podemos, Izquierda Unida y los nacionalistas o habrá elecciones? ¿A quién beneficia más que se repitan los comicios? No lo sabe nadie, y según pasan los días, no lo saben ni los que en principio lo sabían.
Las sensaciones en Lanzarote y en Canarias
Mientras esto ocurre, en el ámbito local se propaga la sensación de que todo el mundo está esperando. Pero esa sensación es errónea. El PSOE está en movimiento, y dando pasos, dentro también de un debate-lío interno considerable, para intentar cerrar asuntos.
El primero de ellos es el del Cabildo. Después de la consulta-trampa a las bases de la organización, parecía claro que la apuesta por entrar a gobernar con Coalición Canaria (CC) de muchos se iba a convertir en realidad. Los nacionalistas, como es lógico, se impacientan, y no entienden que los otros sigan mareando la perdiz. ¿Qué le pasa a la perdiz, dónde está el problema? El problema sigue estando en la indefinición de los que dirigen el partido, que no saben si entrar a gobernar en el Cabildo puede ser una metedura de pata de cara al futuro, puede provocar una enfermedad intentando aplicar un remedio. Eso y que siguen sin tener claro cómo vestir el santo.
Las declaraciones en la emisora de nuestro grupo de la consejera Ariagona González diciendo que la decisión de suspender el pacto no se debió al cambio de departamento del polémico Leopoldo Díaz ha dejado pasmado a más de un socialista. Si esa no fue la razón, ¿cuál fue? Pues esa misma y no otra.
Pedro San Ginés ha dejado claro que no va a volver a colocar al frente de la Oficina del Plan Insular a alguien en quien no tiene ninguna confianza, y los socialistas deben encontrar la manera de que su empecinamiento no afecte a otros intereses que también son muy importantes para ellos. Y en esas están, con un fuerte debate que tarde o temprano tendrán que solventar, muy probablemente haciendo lo que en estos momentos parece más razonable, que no es otra cosa que sumarse al Gobierno y abandonar el frío banquillo de la oposición. Una vez que fracase su secretario general en su segundo intento de ser presidente puede ser un buen momento para provocar el “entendimiento”.
Mientras todo esto sucede, parece que se ha ido dando luz a la información que adelantamos aquí hace semanas, el intento de los socialistas y de otros grupos de cambiar los gobiernos de Tías y Yaiza. En el caso de Tías, la cuestión la resolvió rápidamente CC, dejando claro a través de su actual dirección que no están dispuestos a meterse en una aventura como la que les proponían, la de sumarse nada menos que a otras cuatro formaciones políticas para desbancar al Partido Popular (PP). Y no lo van a hacer también por la razón de que CC poco o nada le debe al PSOE, teniendo en cuenta lo que les están haciendo pasar en el Cabildo. Sabemos, además, que en el hipotético caso de que se le hubiera dado la orden a Amado Vizcaíno de censurar a Pancho Hernández, probablemente habríamos asistido a un nuevo cisma en la formación nacionalista, a un nuevo acto de rebeldía.
Igual que CC paralizó la operación de Tías, Gladys Acuña va a paralizar los intentos de desestabilizar Yaiza. Y ahí lo va a hacer con un sencillo movimiento, según nos han explicado. El movimiento no es otro que el de incorporar a la concejal del PSOE, María del Carmen Guadalupe, a la disciplina de gobierno, dando al traste así con cualquier posibilidad de crear matemáticamente una moción de censura. Y decimos que no ha sido CC la que lo va a frenar, a pesar de que oficialmente estaban en contra en su dirección insular, porque en el Comité Local del sur estaban muy por la labor de provocar esa censura, también, como es lógico, para abandonar la oposición a costa de tumbar a un grupo al que sólo le faltó un concejal para la mayoría absoluta. En esa situación no lo ha tenido nada fácil el secretario general de los nacionalistas, David de la Hoz, porque en el fondo entendía a sus compañeros pero en el fondo también sabía que era un error meterse en una jugada de ese tipo con la que está cayendo.
Por lo que respecta a Canarias, sabemos que no ha sentado nada bien en las filas socialistas la ambigüedad mostrada por sus socios de gobierno en las Islas al abstenerse en primera instancia en la votación para hacer presidente a Sánchez, una abstención interpretada como otro toque más de atención de los nacionalistas al pacto que sostiene a Fernando Clavijo como presidente.
Pero la abstención es bastante lógica. CC, como han hecho las organizaciones nacionalistas fuertes en el País Vasco y Cataluña, siempre defendió que lo mejor para sus intereses y para su territorio era llevarse bien con los que gobiernan en Madrid. Está claro que en estos momentos nadie sabe quien va a gobernar en Madrid. O sí, porque lo único claro es que Mariano Rajoy pasará a la historia como el presidente que más tiempo ha estado en funciones, y de momento a los nacionalistas no les está yendo nada mal. Más vale llevarse bien con un presidente en funciones que con uno por venir.
Lío con las Juventudes
Por último, y no siendo por ello menos importante, nos ha llamado poderosamente la atención la información que nos llegaba este jueves sobre el lío que se ha organizado en el PSOE a cuenta de la elección del nuevo/a secretario/a general de las Juventudes Socialistas de Canarias. Parece que la disputa va a estar entre la palmera Adriana Rodríguez y el lanzaroteño Omar López González. Este último, recibió este miércoles el apoyo de la dirección del partido, con Dolores Corujo y José Juan Cruz a la cabeza. Sin embargo, otros están empeñados en que no lo tenga nada fácil.
Como ha explicado en el programa “A buena hora” el concejal de Tinajo Nicanor Rodríguez, y como posteriormente hemos comprobado, se están produciendo movimientos muy extraños en Lanzarote para conseguir que la victoria se incline a favor de la candidata palmera. Algo singular teniendo en cuenta que lo normal sería que toda la gente de la isla de los volcanes se volcara a favor de su representante.
Parece ser que no es así, y que algunos están utilizando muy malas artes y vergonzosas mañas para cambiar votos y simpatías. ¿El objetivo? Lograr que el voto de los jóvenes en el congreso regional que vendrá después de todos los líos actuales y después del nacional de mayo se incline a favor de los que ya se están postulando dentro de la organización.
Porque lo que está claro es que Patricia Hernández tiene muchos enemigos, pero también unos cuantos amigos.
