Después del arrollador triunfo de la candidatura de Astrid Pérez en las elecciones a compromisarios celebradas en la intensa noche del pasado martes, parecía que se habían disipado todas las dudas en el PP de Lanzarote. Nada más lejos de la realidad. Lo normal, para que no hubiera ninguna duda de aquí al día 29 de noviembre, es que la candidatura de Yolanda Perdomo, que recordemos que únicamente obtuvo 21 compromisarios frente a los 58 de la de Astrid Pérez, hubiera felicitado a la ganadora y hubiera anunciado su renuncia a acudir a un congreso que en teoría tiene perdido de calle. Eso habría sido lo normal. Lo que ocurre es que en el PP de Lanzarote que dirige de forma transitoria Doña Loly, Lolita, Lola hay pocas cosas normales. Nos cuentan, no lo queremos creer, que además de falta de elegancia al no aceptar la derrota hay representantes de la plancha de Yolanda Perdomo que van pregonando por todas las esquinas en las que se les escucha que el congreso no está perdido. Gente como Eño “El Generoso”, El Cojitranco, El Taxista Retorcido y el Principito Pomposo están conspirando para propiciar lo que sería la mayor vergüenza política de las que se han padecido en Lanzarote, y miren que en Lanzarote hemos sufrido todo tipo de infamias. Al parecer, esta panda de demócratas son los que han convencido a Yolanda Perdomo para que no retire su candidatura como elegantemente tendría que haber hecho ya, con el fin de intentar cambiar la orientación del voto de los compromisarios de Astrid Pérez. “El voto es secreto”, comentan sibilinamente para poner en entredicho un triunfo incontestable de la militancia del PP. ¿Lo van a conseguir, serán capaces de dar un Golpe de Estado de tamaña magnitud? Esperamos por el bien del PP que no sea así, que se respete la voluntad de la mayoría, que ha dicho claramente que quiere un cambio, y que ese cambio lo representa Astrid Pérez y la gente que está detrás de ella, que no son pocos ni bobos. Ya dijo ayer en esta casa el portavoz en Tías, José Francisco Hernández, que en la mayoría de los medios se les ha negado el pan y la sal. Allá cada uno con su honestidad profesional y con la imagen que quiere proyectar al exterior. Ahora, lo que no es de recibo es que los medios (o mejor, el medio) que han hecho una asquerosa y repugnante campaña contra Astrid Pérez sean también incapaces de aceptar su bochornosa derrota, que es la misma que la de aquellos a los que con tanto ardor y con tan malas mañas han defendido. Son la misma gente que están intentando utilizar una vez más (estos toletes no aprenden) otras declaraciones de Domingo González Arroyo para volver a perjudicar a Astrid Pérez. Parece que están buscando, a la desesperada, que expulsen a Astrid Pérez y a los suyos, cuando jamás de los jamases han dicho una sola palabra en contra de su presidente regional. El señor Soria debería tomar nota de lo que aquí ha sucedido y cambiar de actitud, ver que en Tenerife y en Lanzarote la gente está cansada de determinados comportamientos y quieren que estén al frente del partido rostros jóvenes y con gancho electoral como los de Cristina Tavío y Astrid Pérez, dos mujeres jóvenes, serias y honestas, a las que respalda la militancia, lo que para algunos parece ser un pecado mortal. Son los mismos que quieren servir al pueblo pero sin el pueblo. Soria, que tampoco es bobo, debería dejar de defender lo indefendible y ponerse del lado de la mayoría, de aquellos que podrían llevarle más cerca de la presidencia autonómica que lleva años persiguiendo y que no consigue. Desde luego, como se siga dejando llevar por gente como Eño o El Cojitranco lo lleva claro, va a seguir siendo la tercera fuerza política del Parlamento, es decir, la última.
