viernes. 29.03.2024

Fotos: Dory Hernández

El pasado viernes se celebró en la localidad de Tao una reunión de viticultores y bodegueros artesanales para rechazar el precio mínimo por kilo de uva establecido por las bodegas para la vendimia de este año. Precio que ha descendido de 1,20 euros en 2008 a 1 euro. De los acuerdos tomados el viernes habló este lunes al programa “El Despertador”, de la 95.8, Alberto López Peláez, presidente de la Asociación de Viticultores y Bodegueros artesanales de Lanzarote (AVIBAL).

Los viticultores piden al Cabildo que compre todo el excedente

La asociación presidida por López Peláez entiende que el Cabildo se ha comprometido a la compra de medio millón de kilos de uva que pudieran no ser absorbidos por las bodegas. El compromiso se desprende de unas declaraciones realizadas por la consejera de Agricultura, Lourdes Bernal. Crónicas ha intentado corroborar este compromiso, pero fue imposible, ya que la consejera socialista se encuentra en la actualidad de vacaciones.

Los viticultores consideran que la compra de medio millón de kilos de uva “es insuficiente”. Y es que calculan que aún después de esa compra quedarán al menos otros 500.000 kilos de excedente. Así las cosas, AVIBAL solicita al Cabildo que se haga cargo de la totalidad del excedente, pagando por éste un precio menor que el aplicado por las bodegas. “Así lo trasladaremos en un escrito el próximo miércoles al Cabildo”, señaló López Peláez.

El Cabildo, por otra parte, trabaja en una especie de Plan Renove con el objetivo de distribuir entre las bodegas el excedente de uva que adquiera. La propuesta consiste en cambiar la uva fresca por el vino de años pasados. La asociación de viticultores, en cualquier caso, pide a la Corporación insular que dicho plan se aplique sólo a las bodegas que tengan al día sus pagos con los viticultores. Muchas bodegas, de hecho, siguen sin haber pagado la uva cosechada el año pasado.

El futuro del sector

Alberto López Peláez es consciente de que de las ayudas y subvenciones no puede vivir todo un sector económico. “Llegará un momento en el que nos digan que hasta aquí hemos llegado”. La solución a medio plazo es constituirse en cooperativas, que podrían incluso asumir la producción y comercialización del vino.

Recordó, sin embargo, el presidente de AVIBAL, que las instituciones deben revertir el esfuerzo de los viticultores para mantener un paisaje natural que atrae el turismo y contribuye incluso a la recepción de subvenciones por parte de organismos nacionales y supranacionales.

Los viticultores rechazan el precio mínimo de uva establecido por las bodegas
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