Los vecinos de El Mojón han pedido de nuevo que suspenda la segunda edición del Rally Villa de Teguise que se celebra los días 26 y 27 de mayo. Según han reiterado en numerosas ocasiones al Ayuntamiento, se trata de una prueba que no reúne a su modo de ver las mínimas condiciones de seguridad para los vecinos que se ven afectados por el paso de los vehículos y que además provoca todo tipo de trastornos en una zona rural donde en estos momentos hay numerosos cultivos que podrían sufrir pérdidas irreparables.
Así lo han puesto de manifiesto los propios vecinos en la queja trasladada a este diario, una queja que viene refrendada por el movimiento que ya tuvieron que hacer en septiembre de 2005, cuando después de presentar varios escritos en el Ayuntamiento de La Villa y en el Cabildo de Lanzarote lograron que finalmente se paralizara la prueba, siendo alcalde Juan Pedro Hernández.
Ahora sienten que no están siendo escuchados, aunque confiesan que han estado en numerosas ocasiones hablando con los responsables de la Institución.
En el escrito que nuevamente han trasladado al Ayuntamiento de Teguise, este grupo de vecinos alega que en las dos semanas antes del último rally, "repletas de entrenamientos clandestinos o ilegales a cualquier hora del día y de la noche, hubo percances en los que se puso en peligro la vida de los residentes. Se dio aviso, pero no hubo respuesta".
Respecto a este tema de la seguridad, insisten en que sus hijos "no pueden estar jugando donde siempre" ni "las personas que salen a dar un paseo todas las tardes lo hacen con tranquilidad".
En cuanto al daño que pueden sufrir los cultivos, los vecinos señalan que "hay pequeñas plantaciones agrícolas y jardines particulares que comprenden el tramo de la carretera que no son respetados y son pisoteados por los seguidores de estos eventos". En este sentido, denuncian que "llegan incluso a faltarle el respeto a estos residentes que amablemente salen a defender sus cosechas, teniendo estos que soportar el destrozo ante sus ojos sin poder hacer nada".
Recuerdan que ya en una competición anterior hubo "muros de piedra que quedaron destrozados, fueron derrumbados y hasta la fecha siguen en ese mismo estado". "El pueblo, tras esa avalancha de seguidores, queda en un estado lamentable", explican. "Los restos de basura y los botellines de cerveza en abundancia aparecen regados por cualquier sitio, .. y ahí se quedan".
Además, denuncian que "para terminar el día, los que se quedan a cerrar el Rally nos despiden con una peligrosa competición de exhibicionismo novato".
Por todo ello, los vecinos que rubrican este escrito manifiestan su "rotundo" rechazo a la celebración de este deporte o cualquier otro que ponga en peligro a nuestras familias y hogares".
