sábado. 20.04.2024

El presidente y el vicepresidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y Joaquín Caraballo, respectivamente, el consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, José Juan Lorenzo, y varios miembros de distintas formaciones políticas con representación en la Primera Institución insular se dieron cita en el cementerio de San Román, en Arrecife, para participar en el encuentro con Jesús Soto que, organizado por los trabajadores de los Centros coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte, tuvo lugar en la mañana de este, viernes, 3 de mayo. El acto contó, con la presencia de familiares y amigos del artista.

El historiador y periodista lanzaroteño Mario Ferrer fue el encargado de trazar una pequeña semblanza de Jesús Soto al que, aseguró, “hay que considerar un autor con una obra propia que merece ser estudiada” y “una pieza esencial de una obra colectiva de enorme significación como son los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote”. En su emotivo discurso, apuntó que “Jesús Soto prendió la chispa en la Cueva de los Verdes. Su luz se ha propagado luego al resto de la isla”. Además de reivindicar la figura de Soto, Ferrer pidió que “se conozca y reconozca el valor de los Centros y de quienes los crearon”. Por último, destacó la habilidad del fallecido para sacar lo mejor de quienes le rodeaban: “Jesús Soto demostró que se pueden obtener grandes resultados si se tiene habilidad para reunir voluntades. Cuanto más sumas, más lejos llegas” concluyó.

La viuda de Jesús Soto y el presidente del Cabildo de Lanzarote depositaron ramos de flores en su tumba.

Por su parte, el párroco de la iglesia de San Ginés, Miguel Hernández, dedicó unas palabras al fallecido y rezó una oración en su memoria.

Jesús Soto nació en Fuerteventura en 1929. Siendo muy joven, se trasladó a Lanzarote, isla en la que trabajó para el Cabildo después de haber creado su propia empresa de iluminación. La Primera Institución de la isla lo reconoció como Hijo Adoptivo en 2002. Un año después, Soto falleció dejando como patrimonio de Lanzarote una serie de obras y creaciones como el Mirador del Río o el Monumento al Campesino, en colaboración con César Manrique.

Pero su verdadera obra artística, la que le confirió el sello definitivo de artista, es la adaptación que hizo de la Cueva de Los Verdes en 1964. Soto acondicionó el interior, iluminó estratégicamente los dos kilómetros de longitud del tubo volcánico y creó un auditorio que, a decir de muchos entendidos, es uno los lugares con mejor audición del Planeta.

Los trabajadores de los Centros homenajean a Jesús Soto en el X aniversario de su muerte
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