Después de permanecer un tiempo en silencio, lo que ha motivado más de una sospecha fundada, los trabajadores de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT's) del Cabildo insular de Lanzarote han salido a la palestra para denunciar ciertas situaciones que consideran “ilógicas” en cuanto a la gestión que viene realizando el consejero delegado, el socialista Carlos Espino.
En concreto, Antonio Bonilla, representante de Intersindical Canaria (IC) en el Comité de Empresa, ha acusado este lunes a Espino de pretender privatizar el sector de la restauración de los Centros Turísticos. En declaraciones a El Despertador, de Agustín Acosta Radio, Bonilla ha afirmado que los trabajadores tienen “la ligera impresión de que se está maquinando todo, se está dejando todo preparado para privatizar el campo de la restauración de los Centros”.
A los empleados de los Centros sí les “causa gran impresión que ahora se hable tanto de los restaurantes y alegan que “primero quitaron las barbacoas de las Montañas del Fuego, luego cerraron el restaurante de día de los Jameos del Agua, y más tarde también se cerró la parte de abajo del Monumento al Campesino, que sólo abre en su parte de arriba”.
“La verdad es que la ligera impresión que nos da a los trabajadores es que parece que se quiere hacer ver que los restaurantes no dan beneficio, pero claro, es imposible que lo den si se gastan 700.000 euros (120 millones de las antiguas pesetas) en la reforma de la cocina de los Jameos, y más cuando ya se conocen los malos números que está arrojando la restauración”. Para este componente del Comité de Empresa, “es increíble que se hayan gastado 700.000 euros en dicha cocina para abrir solo durante las noches de los martes, viernes y sábados, y para que el resto de los días se vendan sólo dónuts fríos y bocadillos de jamón y queso”.
A su juicio, “es increíble que no se abra el restaurante de los Jameos con la alta demanda que hay,
y luego la innecesaria publicidad que se hace los Centros Turísticos, cuando está más que garantizado que los turistas acudirán”.
Antonio Bonilla denunció que “parece que lo que queremos es dejar todo en manos de conocidos y amigos”, en referencia a proveedores y acreedores de la empresa.
Alquileres “inútiles”
Por otro lado, los trabajadores también han hecho hincapié en los gastos que está asumiendo el Ente Profesional Local (EPEL) de los Centros, que actualmente acumula una deuda de 11 millones de euros, en concepto de alquileres. Así, Bonilla afirmó este lunes que no ha habido reacción ni respuesta alguna del consejero delegado, “a pesar de que los medios de comunicación de la isla de Lanzarote y los trabajadores le hemos dicho a Carlos Espino, por activa y por pasiva, que deberían al menor revisarse ciertos alquileres porque a lo mejor no son tan útiles como él piensa”.
Por el contrario, asegura, “hace cosa de un mes lo que hizo fue contratar a un jardinero para los Aljibes y resulta que dicho jardinero ni siquiera trabaja en Los Aljibes, sino en la casa Cabildo”.
En este sentido, cuestionó cómo se va a ahorrar si se están pagando unos 12.000 euros mensuales por unas oficinas en Arrecife, cuando podrían aprovecharse las oficinas de Inalsa de la calle Triana.
Denuncias contra Espino
Bonilla recordó que los trabajadores han denunciado al consejero delegado en los juzgados por el incumplimiento del abono del IPC anual, y aseguró que se están preparando otras denuncias por la ausencia de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). “Tenemos ganas de que Pamparacuatro -el juez que instruye la Operación 'Unión'- venga a los Centros a inspeccionar”. Los trabajadores aseguran que Espino últimamente “sólo nos está vendiendo humo”.
Hablarán esté quien esté
Bonilla justificó la actitud de los trabajadores de los Centros hasta ahora. “Los trabajadores sí hemos hablado, lo que no hemos hecho ha sido amenazar a nadie”, dijo. “Nos preocupa tanto la situación de los Centros que desde el año 2006 hay un acta del Consejo de Administración, de fecha 22 de mayo, en el que los trabajadores ya veníamos hablando de todo esto y de mucho más”, agregó. “Hablaremos esté quien esté de consejero pues no nos movemos por intereses políticos, sino laborales”, concluyó.
