El primer curso de actualización “Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)” organizado por ATDHAILANZ (Asociación de padres de niños y adolescentes con déficit de atención e hiperactividad e impulsividad de Lanzarote), tuvo lugar el pasado 27 y 28 de abril con la presencia de expertos en el tema. Cinco profesionales aceptaron la invitación de este colectivo, que ofreció a los familiares de niños con este trastorno de la conducta la oportunidad de entender mejor lo que les ocurre a sus pequeños.
Definir el concepto, hacer un repaso histórico y delimitar al enfermedad fueron algunos de los objetivos principales que se marcó el curso, que atrajo a unos 70 asistentes, entre las que los hombres fueron minoría.
Y es que el cuidado y educación de so hijos es un peso que sigue siendo mayoritariamente femenino y son ellas las que se acercaron a aprender algo más sobre un trastorno que afecta a la vida diaria de las familias en las que uno de sus miembros padece TDAH.
Alta incidencia
A pesar del aparente desconocimiento que parece existir en torno a este trastorno, sólo en España sufren sus consecuencias un 5 por ciento de los niños, mientras que en Canarias se calcula que pueden existir unos 15.000 niños y jóvenes con este problema. Estos al menos son los datos contabilizados partir de los que tienen un diagnóstico, pero son muchos los que crecen sin saber que ese estigma que se les coloca desde la infancia de “vagos” o “traviesos” no es más que un síndrome recogido por la ciencia médica.
Precisamente esta confusión con otras características de personalidad han dificultado a lo largo de la historia la detección y tratamiento del TDAH.
En este sentido departió uno de los primeros conferenciantes, el psiquiatra adjunto del Servicio de Psiquiatría Infanto Juvenil del Hospital Universitario de Canarias, Óscar Herrero, que hizo un repaso a la evolución histórica de esta enfermedad en la medicina.
Para este profesional es fundamental eliminar prejuicios sobre este síndrome, que se considera muchas veces una “invención” de la sociedad moderna, cuando existen textos que acreditan su existencia desde el siglo XIX y que cuenta con estudios similares en todos los países del mundo que corroboran que se manifiesta de igual forma en todas las sociedades.
Demostrar estas afirmaciones y delimitar el mejor concepto para denominar al TDAH fueron los objetivos de su conferencia, que inauguró el ciclo del viernes, en el que quedó claro que se trata de una enfermedad, aunque no se puede denominar así clínicamente porque se carece de la información necesaria sobre su causa última y definitiva, y que también puede considerarse trastorno, síndrome o desorden conductual según el contexto.
En este propósito de delimitación le ayudaron la Doctora Cristina León Quintana, pediatra del Servicio de Pediatría del Hospital General de Lanzarote, que guio el curso y presentó a los invitados además de ofrecer una conferencia sobre diferentes aspectos de la enfermedad; el Doctor Xavier Gastaminza Pérez, psiquiatra del Hospital Valld'Ebron de Barcelona encargado de la comorbilidad y las intervenciones preventivas; el Doctor Manuel Ajoy Chao, psiquiatra de la Unidad de Salud Mental de Puerto del Rosario, que intentó diseccionar la sintomatología del TDAH; y Ceferino Artiles Hernández, que como Inspector de Educación y Experto en altas capacidades de la Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, se refirió a las medidas que se promueven en el ámbito educativo para atender a los alumnos que sufren TDAH.
La asociación en Lanzarote
Las encargadas de promover estas jornadas fueron las madres de ATDAHILANZ, que intentan ayudar a los que como ellas tienen que lidiar con el desconocimiento y los prejuicios añadidos a la dificultades que entraña educar a una niño con este síndrome.
Con este curso pretendían crear un foro en el que se diesen a conocer las causas que provocan el trastorno por déficit de atención y su sintomatología, de forma que se pudiese además asesorar al personal docente y sanitario de las caraterísticas de este trastorno.
También se pretendía fijar unas pautas que ayuden a la detección de posibles casos sin diagnosticar y dotar a las familias de nuevas herramientas útiles para la educación y los cuidados sanitarios de los niños y adolescentes con TDAH.
Bajo las siglas ATDAHILANZ, los padres de niños y adolescentes con déficit de atención, hiperactividad e impulsividad de Lanzarote inauguraron el pasado mes de diciembre la asociación que quiere unir en la Isla a todas las familias que sufren los problemas derivados de este trastorno de la conducta.
