martes. 23.04.2024
El joven guitarrista lanzaroteño triunfa con su jazz de guitarra en Nueva York y ha conseguido el reconocimiento del público en su tierra natal, a la que dedica el nombre de su primer trabajo, ‘Calima', del que ya ha vendido 5.000 copias en países como Japón, algunas canciones y la portada de su disco

Los mejores clubes de jazz de Nueva York, escuela para el guitarrista lanzaroteño Diego Barber

El artista combina magistralmente el estilo de la guitarra clásica con la magia y la improvisación del jazz. Ha presentado su primer disco en la XVIII edición del Festival Internacional Canarias Jazz & Más Heineken, de la mano de otras figuras como Ari Hoening, Seamos Blake y Johannes Weidenmueler

Canarias ha contado durante este mes con un protagonista de excepción, el guitarrista lanzaroteño Diego Barber, que acaba de sacar su primer disco con el prestigioso sello Sunnyside, en cuyo catálogo figuran nombres de la categoría de Jim Beard, Paquito D'Rivera, Jim Hall, Jerry González, Joe Lovano o Steve Lacy. ‘Calima', que así se llama el disco de Diego Barber, y que ha contado en su grabación nada menos que con Jeff Ballard, Larry Granadier y Mark Turner, fue presentado en la XVIII edición del Festival Internacional Canarias Jazz & Más Heineken, de la mano de otras figuras como Ari Hoening, Seanmus Blake y Johannes Weidenmueler, con los que ha formado el Diego Barber Quartet.

Diego Barber lleva apenas un año y medio triunfando en esto de la música, con un estilo muy particular de jazz que toma forma y se traduce en armonía siembre bajo la batuta de su inseparable guitarra, con cuyo estilo clásico rebaja sus altas dosis jazzeras. Diego Barber comenzó su formación musical en Lanzarote, y luego en el ámbito de la música clásica en Madrid, Atenas, y Salzburgo, ganando el primer premio del Concurso Internacional de Guitarra Clásica y el Miami Classical Guitar Society.

Ya instalado en Nueva York, compuso el material de su disco “Calima” grabado con la colaboración de músicos del calibre de Mark Turner (saxo), Larry Granadier (contrabajo) y Jeff Ballard (batería), que está siendo distribuido con excelentes críticas.

A sus 31 años, el artista ha sacado al mercado su primer disco, ‘Calima', un trabajo que supone, aparte de su reconocimiento internacional como artista, todo un homenaje a Canarias y un guiño nada sutil en su apuesta por ser profeta en su tierra natal, Lanzarote. A la Isla dedica el propio nombre de su primer trabajo, del que ya ha vendido 5.000 copias en países como Japón o Corea y un total de 80 millones de ejemplares en todo el mundo, algunas canciones y la propia portada del disco, que ofrece una espectacular panorámica de la playa de Famara.

Fotos: Dory Hernández

- ¿Tan difícil es conseguir triunfar en las Islas? ¿Por qué disfruta ahora mismo como artista del reconocimiento en ciudades como Nueva York y esa fama no ha empezado precisamente por Canarias, la tierra que le vio nacer?

- Bueno, yo en Canarias me encuentro muy cómodo y a gusto. Aunque todavía he venido a tocar muy poco, pese a que siempre vengo en Navidad y en verano, cada vez que piso las Islas y vengo a tocar no tengo ninguna queja. De hecho, en los conciertos que ofrecimos en Tenerife y Las Palmas se quedó gente fuera.

- ¿Cree que falta afición por el jazz en las Islas?

- Está empezando ahora la afición al jazz, aunque hay grandísimos músicos de jazz en Canarias. Quizás lo que falle sea la promoción, a escala de conciertos, de escuela, del fomento de grupos... que deja mucho que desear. Pero considero que poco a poco la gente cada vez se hace más al estilo del jazz en Canarias. A la afición están ayudando mucho festivales como el Internacional Canarias Jazz & Más Heineken, que ya lleva, con esta última edición, 18 años celebrándose.

- ¿Qué le pareció el Festival de Jazz de este año en Lanzarote, y que en esta ocasión acogió San Bartolomé?

- Estuvo genial. Me gustó el de Lanzarote. El festival ha apostado mucho por mí y creo que es la manera de que la gente vaya conociendo este estilo, adentrándose y difrutándolo para quienes ya son amantes del jazz. Pero claro, hay que contar también con los tres animales de músicos que me traje. Luego también pasamos por el Festival en Tenerife y también en Las Palmas. El festival fue increíble y tuve la oportunidad de traerme a lo mejorcito de Nueva York.

- ¿Qué puede decir de los grandes músicos que le acompañan?

- He contado con tres musicazos, con tres auténticas estrellas, que me han subido el nivel del disco. De hecho, hay gente que ha comprado el disco solo por ellos: el bateria Ari Hoening; el saxofonista: Seamos Blake y el contrabajista alemán Johannes Weidenmueler. De estos tres animales de la música h aprendido muchísimo, pues son los amos de los clubes de Nueva York y están a la vanguardia de este estilo musical. Los tres son jóvenes pero muy famosos y están más que consagrados. Sin embargo, el disco lo grabé con otros tres músicos, de los que también he aprendido mucho, el 'Fly Trío'.

- ¿Qué supone ‘Calima', su primer trabajo, dentro de la carrera artística de Diego Barber?

- Lo que me ha dado es muchísima ilusión por ver que todo ha funcionado tan bien. Sacamos el disco el 24 de marzo del año pasado y ahora hace prácticamente un año y medio. De repente, comenzaron a surgir las críticas positivas, entre ellas una muy buena del New York Times, con 8 millones de lectores, que impulsó definitivamente mi promoción. A partir de ahí, si la crítica salía por la mañana, por la tarde ya me estaban llamando para organizar conciertos y giras.

- ¿Y cómo es la gira que ha preparado para promocionar este disco? ¿Qué destacaría más de su directo?

- Pues vibrante. La verdad es que tenemos muy buen nivel en directo. Lo bueno, con este tipo de músicos, es que siempre te respetan lo que tú quieres, pero en el jazz es bonito ver que el concierto sale de una forma y que el siguiente sale de otra. Esta gente te arrastra cuando se ponen a improvisar en muchas de las partes de una canción.

- ¿Cómo valora el público su estilo de jazz?

- Pues considero que bastante bien. Hace tres años no me podía creer que iba a traer a esta gente aquí. Dan mucho power y lo importante, sobre todo, es que se mueva la música.

- ¿Qué influencias ha tenido principalmente para configurar su estilo?

- Siempre me ha gustado toda la música clásica, como la de Mozart, pero la he sabido adaptar a otras influencias como las del guitarrista Ricardo Gallén, que tiene sólo 36 años y es catedrático de la Universidad clásica más importante del mundo y que ya ha sacado unos 7 discos. En el jazz me ha gustado siempre Charlie Parker.

- ¿Por qué la guitarra?

- De pequeño empecé con la eléctrica, y a los 17 tuve que decidir si marcharme a Estado Unidos con la eléctrica o quedarme en España para mejorar con la guitarra española. Lo que ocurre es que normalmente te encasillan, pero a mí lo que me gusta es la mezcla entre el jazz y el estilo clásico, pues a unos les gusta una cosa y a otros la otra, y el jazz es para unos más una cosa y para otros otra. Me apegado desde siempre fusionar estos dos estilos, y por eso toco jazz con guitarra clásica.

- ¿Tiene familia en la isla de Lanzarote? ¿Ese arte y la pasión por la música le vienen de familia?

- Sí que tengo familia en la Isla. A mi padre le gustaba la música, y recuerdo que a los 9 años ya había guitarras en casa, también tenía contacto con la música en el cole, ... hasta mi madre me ponía mucha música clásica, y me tiré ocho años escuchándola en el coche.

- ¿Cuáles serán sus próximos proyectos?

- Pues en octubre tenemos previstos dos conciertos y luego vamos a seguir actuando por los clubes de Nueva York, con la misma gente que me traje para Canarias. El primer disco me lo financié yo y todo ha ido tan rápido... El segundo disco, que espero salga a la luz en marzo de 2010, está pendiente de estos conciertos de octubre y noviembre. Pero sin duda en el tercer disco hay granes sorpresas reservadas, como la intervención de Ricardo Gallén, el mejor guitarrista clásico que hay ahora mismo de toda Europa. Es de Linares, y es profesor en Alemania. Con él voy a tocar a dúo de guitarra y con un cuarteto de cuerda y batería. Este cuarteto será cuarteto de crono, americano, de lo mejor del mundo. Pero por lo pronto ahora, el 28 de julio me voy de Lanzarote y viajo a Mauritana, donde estaré dos semanas. Luego regresaré a Nueva York.

- ¿Descarta asentarse algún día en Lanzarote?

- Bueno, algún día supongo, pero ahora mismo es cuando estoy desarrollando más mi carrera. Si dejara Nueva York iría a Alemania de momento, donde el próximo año iré una semana cada mes. Ser un músico es como ser doctor.

- Y con tanto éxito en este primer disco, ¿qué espera de los siguientes?

- Pues ya tengo cierta responsabilidad porque, por lo que me dicen, me va a costar superar el primero, pero mientras siga en la línea de aprender y estar en sitios que me inspiran,... Noto un poco de responsabilidad, pues no ha habido una crítica mala y me ha apoyado una de las discográficas más importantes en el mundo del jazz. He vendido 80 millones de ejemplares y unas 5.000 copias en países como Japón o Corea. Pero seguro que mi segundo disco será mejor que el primero.

- ¿Qué necesita para inspirarse y componer?

- Me pongo a componer en cualquier momento y en cualquier situación. Escribo lo de los otros músicos, me imagino todo en mi cabeza. Pero claro, lo que escribo primero luego se mejora con estos jazzeros e improvisadores. Me encanta dar libertad en cada solo. Ando siempre intentando escuchar mucha música, pero tengo una teoría, que las inspiraciones me salen trabajando. Puede que uno haya estado todo el día comprando y ahí surja la inspiración. Depende, a veces salen cosas muy buenas y rápidas por inspiración, pero cuando tienes una formación siempre hay un mínimo.

- ¿Cuál es su canción favorita de ‘Calima'?

- Hay muchas, pero quizás la última, ‘Air', que dura 22 minutos, porque me gusta mucho el modo en que la compuse, con una forma en concreto y cómo la orquesté. Mi madre también da muchos nombres de canciones, como la e Catalpa, que es el nombre de una planta. Otra de mis canciones se llama ‘Virgiana', en honor a mis dos hermanas, Virginia y Ana; hay otro tema que se refiere al número de la calle donde vivo. Pero para mí era muy importante tener referentes de Lanzarote; de hecho, una e mis canciones se llama ‘Lanzarote', y la portada de mi disco está dedicada por completo a Famara.

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