El Servicio Sanitario de la Isla no va bien. Faltan especialistas y los que hay se enfrentan a jornadas laborales saturadas y noches de guardia intensivas. Los ayuntamientos de Teguise, San Bartolomé y Yaiza están en contra de la reciente decisión del Servicio Canario de Salud (SCS) de trasladar las urgencias de los pueblos a los centros de Arrecife y Tías, ante el insuficiente número de especialistas, y tanto los vecinos como los trabajadores sanitarios llevan un mes alzando su voz para solucionar el problema, un mal que está afectando a todos los agentes de la sociedad isleña.
Los trabajadores del Servicio de Urgencias de Valterra, cansados de las precarias infraestructuras sanitarias que poseen, de la saturación laboral que arrastran y de la falta de soluciones al respecto, deciden tomar cartas en el asunto y convocan una huelga indefinida a partir del próximo día 3 de octubre. El preaviso de huelga de los trabajadores del Servicio de Urgencias de Valterra no llega por sorpresa. Los profesionales, bajo el amparo de Intersindical Canaria (IC) y el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) de Lanzarote, se hacen eco de una “lamentable y conflictiva situación” ya que se han alterado sus condiciones laborales y se han incumplido los acuerdos sindicales. El comunicado enviado por IC y UGT recuerda que han intentado solucionar el conflicto con anterioridad y siguiendo otras vías como la de enviar sus peticiones o solicitar reuniones con la Gerencia y la Directora del Servicio Canario de Salud. Ante la falta de éxito en sus intentos, según citan en el escrito, “hemos decidido ir a la huelga y pedimos a nuestros compañeros del área de Salud de Lanzarote que nos apoye”.
¿Por qué huelga?, ¿por qué ahora?
Los trabajadores del Servicio de Urgencias de Valterra aseguran que se han reunido en numerosas ocasiones con los gestores del SCS solicitando la solución a unos problemas que les afectan a ellos como profesionales y que repercuten en la calidad asistencial de los usuarios del servicio.
Las causas por las que se ha llegado a la actual problemática son varias, aunque todas referidas al incumplimiento de la normativa y a la carentes relaciones entre los especialistas y el SCS. En primer lugar, en el comunicado emitido se remiten a laas “graves alteraciones en las relaciones laborales de los trabajadores incumpliendo la normativa legal vigente marcadas en el Decreto del Ministerio de Trabajo”. Se refieren a la ley que regula el funcionamiento y los horarios de los servicios de urgencia y que, según los trabajadores, se han obviado “por la incapacidad de gestión del SCS en la atención de urgencias como contemplaba la Ley de Ordenación Sanitaria de Canarias de 1994”. Aseguran que entonces el servicio especificó la creación del Plan Regional de Urgencias, “un plan que siempre se ha iniciado pero que desde hacer 13 años nunca se ha concluido”.
Por otro lado, los trabajadores del Servicio de Urgencias de Valterra afirman que tienen que atender a más de 21.000 personas debido a la supresión de la atención localizada de urgencias en la zona de Teguise el pasado día 1 de agosto; un hecho que ha provocado una grave saturación en cuanto a trabajo y posibilidades en el centro de Valterra. “Ni se ha tomado alguna medida ni vemos intención por parte de los gestores para evaluar la incidencia y repercusión de esta situación en trabajadores y usuarios”, aseguran en el escrito.
Apuntan también a la existencia de un Plan de Infraestructuras de Canarias (2005-2010) en el que se contempla la creación de otras 23 CEAU y que al no llevarse a cabo está “causando un grave trastorno de los trabajadores puesto que no hay un Plan Regional de Urgencia” y se creen que la planificación del SCS está siendo “incoherente ya que planifica unas infraestructuras de urgencias sin contemplar las dotaciones adecuadas y necesarias en cuanto a personal”.
Precarias infraestructuras sanitarias
Otro de los puntos de los que los trabajadores del Servicio de Urgencias de Valterra quieren hacerse eco es el de las deficitarias infraestructuras existentes. El escaso espacio físico, el déficit en cuanto a personal y el uso de Atención Primaria para intentar cubrir el resto de carencias sanitarias está aumentando la tensión entre el personal y el malestar de los usuarios.
La peor parada es la calidad asistencial del servicio que, como aparece en el escrito, “se agrava con la llegada de patologías médicas propias del cambio estacional que se avecina y que los gestores, una vez más, parecen no estar dispuestos a contemplar”.
Como conclusión, los trabajadores y miembros sindicales aseguran sentirse desamparados en los terrenos laboral, profesional personal y apuntan a que “todos estos motivos nos han obligado a tomar la decisión de convocar una huelga esperando que nuestros gestores pongan los mecanismos y medios adecuados para solucionar la situación”.
