sábado. 20.04.2024

Fotos: Dory Hernández

Como cada uno de noviembre, los que han enterrado a algún familiar o allegado recordaron este jueves la memoria de sus difuntos, una tradición que llena cada año de flores los cementerios. Durante la jornada de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, se organizaron misas y se llevaron flores a los camposantos de todas las parroquias. Y es que en el día de Todos los Santos, cientos de personas acudieron desde primera hora de la mañana a los cementerios de la Isla.

A pesar de que el ritmo de la actualidad a penas le deja espacio a las las tradiciones religiosas, el Día de Todos los Santos sigue siendo una de las pocas fechas en las que aún se mantiene una costumbre que se celebra de diferente forma según el país, pero que en España tiene un fuerte vínculo con el homenaje a la memoria de los muertos, aunque realmente el uno de noviembre la Iglesia Católica estipula que se festeja el recuerdo al santoral.

Nuevos ritos para los nuevos tiempos

Pero las tradiciones también tienen que adaptarse a los nuevos tiempos y las modas funerarias también están obligando a doblegarse a las costumbres. La incineración se está convirtiendo en una práctica cada vez más utilizada en los ritos funerarios, que eliminan el nicho en el cementerio para sustituirlos por las urnas y cofres.

Los rituales que se organizan alrededor de las incineraciones son muy variados y van desde actos en la más absoluta intimidad, hasta los más públicos para cumplir con la última voluntad del difunto.

Sobre lo que no cabe duda es que es una práctica que cada vez se extiende más. Datos como los del cementerio de Santa Lastenia en Santa Cruz de Tenerife lo confirman, con más solicitudes de incineraciones que enterramientos. De los 1.327 servicios atendidos en el principal cementerio de Santa Cruz desde enero a julio de 2003, en 698 casos se han utilizado hornos crematorios. Comparando con los datos del mismo período de 2002, se detecta un incremento en la demanda del 17%, lo que confirma un cambio de mentalidad.

Historia de la festividad

Con la festividad de Todos los Santos se pretende recordar de manera especial a esos Santos a los que el mundo Católico guarda devoción. Sin embargo, en los orígenes de estas celebraciones, relacionadas con la fiesta de Halloween en los países anglosajones, hallamos una mezcla de paganismo y cristianismo.

Entre los celtas existía la celebración llamada "Samhain", que tenía lugar al final de la mitad estival del año, pues los celtas dividían el año en dos partes, verano e invierno. Esta celebración cerraba la época de la cosechas y acababa con la fiesta de los muertos, inicio del año nuevo celta. Se dice que los espíritus de los muertos regresaban en esa fecha para visitar sus antiguos hogares.

Tras la invasión de las Islas Británicas por los romanos esta festividad de los druidas fue adoptada por los invasores, que contribuyeron a propagarla por el resto del mundo. La palabra "Halloween" procede de una contracción de All Hallows Eve, o Víspera de Todos los Santos (1 de noviembre), que es el día en el que la Iglesia Católica honra a todos los santos.

Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a todos los mártires. Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV transformó un panteón romano en un templo cristiano y lo dedicó a "Todos los Santos". La fiesta en honor de Todos los Santos se celebraba inicialmente en mayo, pero el Papa Gregorio III cambió la fecha al 1 de noviembre.

Por otro lado, en el año 998, San Odilón, abad del Monasterio de Cluny, en el sur de Francia, añadió la celebración del 2 de noviembre como fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada Fiesta de los "Fieles Difuntos".

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