La bajada de los precios de los productos en los establecimientos comerciales de Lanzarote pasa por un compromiso político y empresarial que regule la actual situación del mercado isleño, que figura siempre entre las más caras de Canarias. Como cada mes, la estadística que publica el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) sobre los precios de la cesta de la compra en el Archipiélago sitúa a Lanzarote entre los primeros puestos con los precios más caros en sus supermercados, en octubre, de nuevo con la segunda posición.
Esta situación no es novedosa para los que siguen los resultados de esta encuesta mensual, pero sobre todo es demasiado conocida para los compradores que cada vez ven como aumenta el precio de productos básicos como la verdura y la fruta.
Las causas de que el usuario lanzaroteño tenga que agudizar su imaginación y sus métodos de compra para economizar tienen muchas explicaciones, pero en casi todos los debates sobre este tema se apunta a la falta de competencia entre establecimientos, una circunstancia que no se da en la Isla.
Precisamente este fue uno de los argumentos principales que defendió Nieves Rosa Hernández, la presidenta de Mararía, en la tertulia que el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio dedicó esta semana a analizar este importante asunto, tertulia en la que compartió mesa con el edil de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo (AC-25M) en el Ayuntamiento capitalino Ginés Quintana y con la portavoz del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) en el Cabildo, María José Docal. Además de la representación política, acudieron a la cita Eugenio Hernández, secretario de la asociación Arrecife Zona Centro, y la secretaria general de Comisiones Obreras (CCOO), Victoria Sande. Todos dieron su opinión sobre lo que le cuesta al bolsillo lanzaroteño hacer la compra, una cuestión que les afecta, sobre todo, como consumidores.
Pero los datos de esta encuesta mensual también desmontan algunas de las razones tradicionales que intentaban dar una explicación al fenómeno. La doble insularidad o los costes del transporte no parecen ser argumentos válidos cuando otras islas periféricas como La Palma o El Hierro se sitúan por debajo de Lanzarote. Por eso los tertulianos apuntaron también a la responsabilidad que tienen los propios empresarios dentro de la Isla y a la clase política, que debe velar por los intereses de la colectividad también en cuanto a mercado se refiere.
Un compromiso empresarial y político
Atajar el problema de los precios en los establecimientos de la Isla pasa por un compromiso fuerte entre los empresarios que regentan comercios y también por un compromiso de las instituciones por controlar más de cerca a los comerciantes para que no se abuse del consumidor.
Así al menos lo entendieron los contertulios de “El Despertador”, que apuntaron a algunas técnicas empresariales como culpables de la subida de los precios. La equiparación del euro a la peseta es una de las principales tendencias que ha encarecido la vida en Lanzarote. Este fenómeno se da en toda España, pero los participantes del debate coincidieron en reconocer que en la Isla se da especialmente, atendiendo sobre todo a lo que ellos mismos han podido comprobar en el resto del Archipiélago e incluso en países de Europa.
Pero en cuestiones más concretas también se pudieron debatir muchas irregularidades que se observan cada día en los supermercados. La falta de calidad en los productos frescos, que muchas veces han sido congelados y se venden fuera de temporada más caros y en peor estado, o las cantidades desorbitadas que se imprimen en las etiquetas de los artículos son quejas que cualquier usuario puede recoger en un paseo por los comercios de alimentación.
En estos casos la responsabilidad recae en el empresario, que abusa de la falta de competidores para ofrecer lo que quiere y al precio que quiere, pero Nieves Rosa Hernández también recordó que las soluciones también vienen de la mano de las medidas políticas.
Tanto para apoyar con actuaciones correctoras la iniciativa de bajar los precios, como para sancionar y controlar al que abuse o se salte las normas de calidad, las instituciones tienen que implicarse en un tema que afecta a las necesidades básicas de la población. Los consumidores tienen que elegir entre calidad o cantidad. Como recordó la presidenta de Mararía, “continuamente se hacen campañas para fomentar el consumo de fruta y verdura y después llegas al supermercado, y no puedes comprarlas”.
Gastos de transporte
Por eso, los contertulios analizaron hasta qué punto tiene que ver la situación geográfica de la Isla con el encarecimiento de los productos, concluyendo que sí que afecta, pero que también hay muchas formas de paliar esta circunstancia.
Entre otras fórmulas, se apuntó hacia una solución tan simple como es la de fomentar los productos de temporada que se pueden dar en la tierra lanzaroteña. La papaya o las fresas son productos que se producen muy bien en la Isla y que si se vendieran frescos en los comercios conjugarían a la perfección precio y calidad.
Pero aquí interfiere también el establecimiento en el que se vende, Arrecife no dispone de un mercado municipal, como recordó Ginés Quintana, uno de los defensores de esta causa. Según su criterio es indispensable contar con unas instalaciones en las que se vendan productos frescos, de forma que se apoye además a los agricultores de la Isla y se regulen los precios del resto de comercios, como Quintana asegura que ocurriría.
La denuncia del consumidor
Pero además de las medidas que se tomen por parte de empresarios y políticos, el verdadero afectado tiene también que tomar sus propias medidas. Todos los contertulios coincidieron en la necesidad de que el usuario denuncie cualquier tipo de venta abusiva o fraudulenta. Aunque en muchos casos parezca una actuación improductiva, Nieves Rosa Hernández está segura de que es la única manera de que los políticos se “pongan las pilas” en este sentido.
