miércoles. 24.04.2024

El II Congreso Internacional de Arquitectura, que en esta edición ha tocado un tema tan controvertido en la Isla como es el color, se clausuró este martes por la noche en el Castillo de San José. A la cita acudió la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Manuela Armas, el consejero de los CACT, Carlos Espino, y la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito.

Pero los verdaderos protagonistas del evento fueron los alumnos participantes que, con la exposición de tres proyectos realizados durante el desarrollo de los talleres que tuvieron lugar la semana pasada, abrían nuevas líneas de reflexión para abordar detalladamente la realidad arquitectónica de la Isla.

Con el color como hilo conductor, los alumnos presentaron propuestas innovadoras como la intervención en el pavimento para romper con la monotonía del blanco que impera en la arquitectura de Lanzarote. María Abadía y Javier Jiménez, dos alumnos de arquitectura que participaron en los talleres, comentaron que su grupo de trabajo ha reflexionado sobre la psicología del color blanco y de las posibilidades que tiene la Isla para realizar edificios que se autoabastezcan mediante el uso de la energía eólica, solar y geotérmica. “Hemos ideado una residencia para surfistas que, mediante la estructura del edificio, canaliza el viento para generar electricidad para las instalaciones del recinto", comentó el estudiante a modo de ejemplo.

Por su parte, Izaskun Chinchilla, una de las directoras del congreso, dijo este martes durante el acto que “la experiencia ha sido muy exitosa tanto por la relación de los alumnos, llegados de muchos puntos de España como por las conferencias programadas por el MIAC (Museo Internacional de Arte Contemporáneo)". Chinchilla explicó que el Cabildo tomará contacto con las propuestas tras la clausura del taller y “posteriormente se desarrollarán con más detalle en una publicación realizada por el museo. El taller ha tratado de abrir líneas de trabajo, y no propuestas concretas, porque el tiempo es limitado y los alumnos son muy jóvenes”. Y añadió que “en el caso de que las administraciones se interese por alguna de ellas, podría llegar a convertirse en una propuesta concreta, aunque desde el punto de vista experimental deberían ser sensibles con éstas”.

En cualquier caso, para María Abadía y Javier Jiménez, al igual que para los demás compañeros que han participado en el taller, “la experiencia ha sido muy buena, una mezcla entre descanso y trabajo”, aunque Javier matizó que “conseguir emocionar a la administración era también uno de nuestros objetivos”.

Los estudiantes del taller presentan en el MIAC propuestas innovadoras para aplicar en...
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