miércoles. 24.04.2024
Los vecinos que entregaron un 30 por ciento del valor de los pisos no comprenden que la entidad bancaria no quiera llegar a un acuerdo con ellos para devolverles el dinero y seguir adelante con su proyecto de embargo del inmueble y del solar colindante

Los compradores de las viviendas del Edificio Siglo XXI sospechan que el Banesto pretende adjudicarse la propiedad sin llegar a un acuerdo con ellos

Las familias afectadas, que van a constituir una asociación en el mes de diciembre, amenazan con acudir a la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios y al propio Banco de España si no hay arreglo

El Edificio Siglo XXI que se proyecta enfrente de la playa del Reducto como una de las grandes obras del futuro y de la modernidad de Arrecife se ha convertido en una auténtica pesadilla. Y no sólo por el hecho de que durante su construcción murieran dos operarios que se encontraban en una grúa, o porque la empresa constructora sea una de tantas que ha pagado las consecuencias de la explosión de la burbuja inmobiliaria, o porque lo que era un sueño para muchas familias haya pasado a ser un quebradero de cabeza constante. Parece en estos momentos, cuando se suponía que había una solución al tremendo problema que se había generado, que las víctimas del mal desarrollo del proyecto, ciudadanos que entregaron su dinero como opción de compra sobre los pisos que años después siguen sin entregar, pueden quedarse sin nada si se cumple su sospecha. Según han explicado a este diario y según han recogido en un comunicado que han hecho público, estos compradores piensan que el Banesto, el banco que dio el préstamo para que la empresa Masar Canarias pudiera construir el edificio, pretende ahora adjudicarse la propiedad de la obra sin liquidar los embargos de cada uno de los compradores que en estos momentos son propietarios del inmueble por diferentes sentencias judiciales firmes.

El tema es enormemente complejo, como lo es en sí el desarrollo de una construcción que se inició hace más de un lustro y que todavía sigue en el aire, como las ilusiones de los que soñaron con tener un piso allí con vistas al mar. La desesperación de las personas que entregaron su dinero de buena fe a Masar Canarias como anticipo y reserva de la opción de compra que ejercerían en el momento en el que terminara la obra se aprecia en su rostro cuando cuentan la odisea por la que están pasando. Existen dos grupos: los que quieren llegar a un acuerdo para seguir con su sueño de comprar el piso en esa zona privilegiada de la capital y los que simplemente quieren que les devuelvan el dinero que entregaron. Este segundo grupo es el que mayores problemas tiene, y el que no encuentra una solución rápida a su situación a pesar de que todos cuentan con sentencia judicial firme en la que se exige a la empresa que pague de forma inmediata el dinero que se les entregó, en algunos casos hasta 400.000 euros.

Ahora, cuando todavía no han podido ver cómo se ejecutan esas sentencias, tienen la sospecha de que algo peor les puede pasar, una vez que creen que el Banesto ha iniciado en Arrecife los trámites a través de una conocida notaría para adjudicarse el edificio, incluyendo las 166 viviendas, los locales comerciales en primera línea de playa, tres plantas de garaje y un solar urbano anexo. Y la entidad bancaria creen que va a poder hacerlo alegando que como la empresa Masar Canarias les debe a ellos 40 millones de euros, “no han tenido más remedio que adjudicarse el edificio sin contar con los compradores”, los cuales, como recordaron a este diario, “hemos abonado un 30 por ciento del valor del piso, que para todos nosotros es el esfuerzo de toda una vida”.

Los vecinos se sienten totalmente desamparados, al sospechar que la ley va a facilitar la maniobra del banco. “Al ser su hipoteca prioritaria al crédito de los compradores, se haría con este edificio y su solar, quedando los intereses de los compradores en papel mojado”, subrayan en su escrito. Además, en su visita a esta redacción comentaron que “de esta forma el Banesto se quedaría con una propiedad valorada en muchísimo más de lo que supuestamente le debe Masar Canarias, y los propietarios nos quedaríamos sin dinero y sin propiedad, puesto que el banco, una vez adjudicado el edificio, puede hacer con él lo que quiera”.

Los compradores, asimismo, aseguran que han tratado de arreglar el asunto de forma civilizada con la entidad financiera, quedando con ellos en un principio en que todo se resolvería a través del Departamento Jurídico de Banesto. “Después de muchos intentos por parte de varios abogados, quedó demostrado que no quieren negociar nada, puesto que no devuelven las llamadas o bien pasan olímpicamente del tema”, censuran.

Los vecinos quieren que el banco negocie una salida, que se siente con ellos a buscar una solución, que en el caso de los que no quieren el piso pasa por que se les devuelva el dinero. Si no es así, dicen estar dispuestos a llegar a cualquier lado donde se les escuche, incluso pidiendo audiencia con Emilio Botín, máximo responsable del grupo Santander.

Independientemente de esto, lo que sí que han hecho ya es ponerse en contacto con la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (AUSBANC) para realizar una primera consulta sobre su caso, amén de prepararse para la constitución de una asociación que podría ser operativa a partir del mes de diciembre. Si no hay acuerdo pronto, además, advierten de la posibilidad de acudir incluso al Banco de España para que se conozca lo que está sucediendo y para que el caso no quede en el olvido.

Este diario ha intentado ponerse en contacto a lo largo del martes con algún responsable de Banesto que conociera el asunto y ha sido imposible, cuestión que se tratará de resolver a lo largo del miércoles.

Los compradores de las viviendas del Edificio Siglo XXI sospechan que el Banesto...
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