Pese a que a muchos les puede parecer que el golpe de Estado en Mauritania queda lejos, lo cierto es que es un país que acoge a varios canarios, que esperan abandonar la zona cuando la seguridad lo permita. Entre ellos está Cheché González, de Radio Pulso Tenerife, que se mantiene en la zona de Nouaudhibou, aguardando que le den vía libre para volver a Canarias a través del aeropuerto del distrito en un vuelo procedente de la base aérea de Gando, situado en la provincia de Las Palmas.
“Incertidumbre” es la palabra clave. La única que describe lo que está viviendo Cheché. “La mayoría de las televisiones han dejado de emitir en francés y aunque no se aprecian movimientos de soldados en las calles, sí se nota que la población está divida, hay partidarios de los dos bandos”, describe.
El golpe está liderado por el general Mohamed Abdelaziz, recientemente destituido por el presidente mauritano, Sidi Mohamed Uld Cheij Abdallahi y ha causado gran revuelo en el panorama político. España ya ha mostrado su repulsa a la acción militar.
“No sabemos lo que pasa”, vacila el canario, mientras asegura que los medios de comunicación sólo informan en árabe. “Nadie se atreve a dar un paso con garantías”, lo que incrementa el desasosiego alimentado de la alarma que se respira a su alrededor: “Los clientes y trabajadores del hotel en el que nos alojamos se preparan para lo que pueda pasar en las próximas horas”.
Lo cierto es que nadie lo sabe, aunque “la situación ha ido empeorando por la tensa espera”.
