jueves. 18.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Hasta los jueces han hecho huelga. A nosotros, a los mortales, los jueces nos llaman "los justiciables". El cazador Bermejo -The Hunter- da besos volados a sus diputados ruidosos, mientras critica a los magistrados que se han tirado al monte. Perdón, me traiciona el subconsciente: al monte se ha ido él, Bermejo, con el juez Garzón , a quien la Fiscalía Anticorrupción le ha quitado el caramelo de la trama del PP. España, la España de Ortega , de Larra , de Canalejas , de Sagasta , de Adolfo Suárez , la España del Rey Juan Carlos , de los Reyes Católicos , de Juana la Loca , de los hijos de San Luis y de otros personajes más o menos históricos, más o menos benéficos, se debate en la trama judicial y en la trama del PP, mientras ZP sale incólume del follón. Ya le llegará su hora; a todo el mundo le llega su hora. Zapatero y la basca socialista están haciendo su papel, y más en las vísperas de las elecciones en Galicia y en Euskadi, que esperan ganar. Ahora la historia de las corruptelas sacude al PP; otro día zurrará la badana a los socialistas. ¿O es que ya no se acuerdan de Filesa, del Gal, del hermano de Alfonso Guerra , del sinvergüenza de Luis Roldán y de toda aquella caterva de delincuentes trincones que salpicó de mierda el panorama nacional durante años? Nadie es malo absolutamente, ni bueno del todo. Todo el mundo tiene su lado oscuro, incluso Zapatiesta, que lo disimula con su sonrisa de Bambi y con sus brazos abiertos, como un predicador del país que ahora ama: USA. Porque los socialistas, después de lo de Obama , han descubierto América, que es la misma que la de Bush , pero un poquito más oscura. Zapatero se ha llevado para León la sede central de las multas de tráfico, le dio el archivo de Salamanca a los catalanes, ha puesto el AVE en Cataluña, alimenta el ego de ministros cazadores de ciervos asustados y da bola a ministras como Maleni , que organizan caos en los aeropuertos. Zapatero es muy suyo y no remodela, no cambia a su equipo a pesar de las contradicciones de sus miembros y de él mismo. No cambia ni al bueno de Sebastián , que reparte bombillas de bajo consumo made in China mientras una fábrica que produce las mismas luminarias en España quiebra.

2.- Pero les hablaba de los jueces. Bermejo quiere promulgar una ley que les impida la huelga "como poder del Estado que son". No sé. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a manifestarse, a parar, a declararse en huelga y a subir en globo. Este, que yo sepa, es un país libre y aunque en el marco constitucional no parece caber una huelga de magistrados, tampoco la Constitución dice lo contrario. O sea, que los jueces, que de leyes saben mucho, han dicho que ya está bien del cachondeo con que el resto de los poderes trata a la Justicia. Siempre digo que a nadie le interesa que la Justicia se arregle, porque tarde o temprano todos tendremos que ver con ella, ya sea en asuntos civiles, ya sea en otros asuntos menos amables. Y más los políticos, que son especialmente solicitados por los vigilantes de la playa de la corrupción. Pero a los sociatas les encantan las tramas ajenas, las reales y las inventadas. Y a ellas se aferran, sobre todo cuando hay elecciones. Pregunten, pregunten al bueno de López Aguilar , gran corregidor, que está en todas. Ahora la ha tomado con Soria y cada vez que llega a Canarias -cada vez con menor frecuencia, por fortuna para mis nervios- le manda un cañonazo. Dicen que ya L.A. no pide salmón noruego -ni de Lanzarote tampoco- en los restaurantes de la Villa y Corte, pero es que también Soria le tomaba el pelo en el Parlamento de Canarias, cuando le ponía de cara el periódico que ofrecía vuelos baratos a Madrid. Al final, López cogió uno de ellos. Ahora, Zapatero se lo quita de encima y lo manda a Europa porque tener al lado a L.A. es como adoptar a una mosca cojonera. Cada vez que se le pregunta por L.A. a cualquier compañero de su colegio de Las Palmas, esa gente se echa las manos a la cabeza y pone actitud de huir. Cuando fue ministro de la cosa Aguilar no hizo nada por ella; pero nada de nada. Se pasaba el día aquí, insultando al personal, y la Justicia al garete. Aquellos polvos de Aguilar trajeron los lodos de la huelga judicial, sin precedentes en la historia de España.

3.- Regreso aquí para decirles que el tal Viciana , que ganó la cosa en el PSOE, anda por ahí sacudiendo duro a los perdedores, convenientemente aleccionado mediante santiaguinas. Las santiaguinas eran las filípicas que don Santiago Bernabéu (paz descanse) echaba a los jugadores del Real en las vísperas de los partidos. Los socialistas no conocen lo que son las santiaguinas, porque menos Salvador García -que es una persona decente del Real Madrid- todos los demás son del Mau-Mau, o sea, del Barcelona. Las santiaguinas que su ideólogo dirige a Viciana para que éste las propague son muy comentadas entre los que perdieron. Ahora la quieren tomar con Icod. Y su obsesión, estamos en La Laguna, es echar a Javier Abreu , socialdemócrata convencido, y a su numeroso grupo de compañeros discrepantes con el tal Viciana, que ganó porque Sindo , el alcalde de Candelaria, dio el matarile a quienes había prometido los votos de sus compromisarios. Sindo tiene motivos para arrimarse al aparachik porque corren rumores de líos y más líos en su ayuntamiento que posiblemente saldrán a la luz más pronto que tarde. En fin, señorías, que así está el patio. Y lo que no cuento, que no es poco, por ser secreto del sumario, o casi. Por cierto, ¿vieron ustedes el peinado de Artiles en la gala del Carnaval? A mí me recordó al gallo Kiriko , pero en smoking. Artiles es un personaje entrañable, al que o se le quiere o se le odia. Yo estoy en el grupo de los querientes. No se debe decir queriente, pero tampoco voy a poner amante. Ni de coña. Lo hicieron, Iván Bonales y él, muy bien en la gala que ganó la representante de este periódico, Ana María Tabarez , con un traje de Leo Martínez . Una reina racial, una espléndida joven con poderosas razones para vencer. Y venció. Me alegro de que esta nota de color nos haya sacado del tremendo lío nacional. Gracias, Ana.

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Lío
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