sábado. 20.04.2024

Por Domingo García

¿Cuánto sufrimiento hace falta, para que un trabajador tenga derecho al trabajo, a su trabajo? Comprobamos, desgraciadamente y por medio del sumario de León Fajardo, que para trabajar, no solo es cuestión imprescindible tener trabajo, sino que además, te dejen acceder a él.

León Fajardo, no es un trabajador mas, con un problema laboral, es un trabajador que en los actos que generaron el conflicto, era representante sindical y que por defender los derechos sindicales y laborales de sus compañeros, se esta viendo envuelto en una pelea, en la que lo que menos importa ahora, son las causas de ese enfrentamiento. Lo importante, en estos momentos, es que en el aeropuerto de Guasimeta, en Lanzarote, hay un trabajador, una persona , que esta poniendo en juego su vida por la defensa de un derecho que le pertenece, reconocido en nuestra constitución, que es el derecho al trabajo y que la dirección de este aeropuerto, con su intransigencia incomprensible, le esta impidiendo ejercer.

AENA, como propietario de las instalaciones del aeropuerto, tiene la facultad de determinar quien puede o quien no puede acceder a ellas, eso si, y es en este punto donde esta la discusión, siempre cumpliendo unas rigurosas normas de funcionamiento ya establecidas, todo, para evitar que esta potestad, que tienen los responsables aeroportuarios, se convierta en un arma que se pueda utilizar de manera arbitraria contra cualquier usuario de estas instalaciones, como en este momento se esta haciendo contra León Fajardo.

La dirección del aeropuerto, igual que en situación reciente, se niega a dar explicaciones de lo que sucede en sus instalaciones y de sus formas de proceder, diera la impresión de que se olvidan, de que aun siendo una empresa privada, sus propietarios son una entidad publica, el Gobierno Español, a través del Ministerio de Fomento, y que es, desde ese ministerio, desde donde se imparten consignas, para la administración y funcionamiento de AENA.

Si ya es difícil, para un trabajador, en los tiempos que corren, conservar el puesto de trabajó, aun a pesar de los conflictos diarios con el patrono, unos inevitables, otros interesados, cuanto mas difícil no será, cuando a tu papel de trabajador, le sumas tu dedicación y esfuerzo a la defensa de tus compañeros por medio de tu trabajo sindical, y es este papel, el de sindicalista, el que desgraciadamente, esta detrás de todo este conflicto.

En el abuso, hacia León Fajardo, se ha realizado la peor mezcla posible para los intereses laborales, la unión interesada, de una gran empresa, CLECE-IBERIA y un medianero imperturbable, AENA.

La empresa, teniendo que reconocer y aceptar, a regañadientes y con sentencia judicial de por medio, que León Fajardo, tiene todo el derecho del mundo a reincorporarse a su puesto de trabajo, deja en manos de la displicente AENA, que sea esta, la que con su actitud de arrogancia, le realice el trabajo, que ella, con sus obscenas artimañas no pudo conquistar: poner a un trabajador en la calle, por el simple hecho de “molestarles”

Recordando a Aminatu Haidar, en la concesión que le hicieron del I premio internacional Jovellanos, que conceden los gobiernos autónomos de Asturias y Baleares, los miembros del jurado destacaron en esta mujer, unas virtudes que se pueden asignar a la persona de León Fajardo: “reconocer el merito de aquellas personas, que cuando están ejerciendo un derecho, se plantan y no se mueven de ahí, un derecho que le corresponde, aun sabiendo que implica un sacrificio, y a partir de ahí surgen presiones, e incluso pueden llegar a morirse, pero optan por no moverse en el ejercicio de sus derechos y se convierten en heroicos, aun sin querer serlos, es la expresión ultima de libertad, que en ocasiones no puede ser entendida por el conjunto de la opinión publica, pero que supone una defensa de la libertad de todos”.

Leon Fajardo, es un trabajador, solo pide trabajar, lo que le pertenece, acceder a su puesto de trabajo, ¿es que a caso, un trabajador puede pedir menos?.

León Fajardo "el molestoso"
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