Las precipitaciones que han caído en Lanzarote en los últimos días han salvado las cosechas de este año. Así lo cree el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Haría, Manuel Fernando Fontes, quien admitió que el 2007 tenía visos de ser “un año muy ruin” para el campo. El edil señaló que los agricultores, así como la población en general, están “muy contentos” con las recientes lluvias que beneficiarán a numerosos cultivos que se siembran en estas fechas, tales como los garbanzos, las papas, el millo o la vid, y favorecerán el crecimiento de todo tipo de plantas y arbustos. En efecto, el agua ha caído de forma constante y suave, sin causar destrozos en las plantaciones.
Sin embargo, no todo son buenas noticias y los labradores se quejan de que aún no han recibido la arena que les prometió el Cabildo tras el paso de la tormenta Delta, que arrasó los enarenados de la Isla. Los afectados han recibido el 50% de las ayudas, tal y como confirmó Manuel Suarez, uno de los agricultores más perjudicados por la tormenta tropical.
A este respecto, el consejero de Economía y Hacienda, Luis Celestino Arráez, admitió que se trata de una necesidad “urgente” y espera que la Primera Institución insular pueda poner en marcha el proyecto para extraer rofe durante este mes de febrero. No obstante, quiso recordar que aún estaban esperando dos millones de euros que les prometió el Gobierno central.
El Guincho llama la atención al Cabildo
La asociación El Guincho-Ecologistas en Acción denuncia la falta de protección que el Cabildo dispensa a la unidad de Medio Ambiente. En un comunicado hecho público este jueves, los ecologistas aseguran que “la última acción que conocemos la desarrolló Inés Rojas el pasado 29 de enero, cuando procedió a abrir diligencias informativas a Jeremías Cabrera, trabajador del área de Política Territorial y Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote”. Y añade que “las diligencias se basan en una información de un diario provincial, que describe la realidad de lo que pasa en el Archipiélago Chinijo, citando a Jeremías”.
Para El Guincho “no es nada nuevo lo que viene pasando en el Cabildo de Lanzarote con la Unidad de Medio Ambiente desde que en el año 1996 el que fuera Presidente, Enrique Pérez Parrilla, decidió desmantelarla”. “Sucede lo mismo que con el desarrollo sostenible: palabrerío y propaganda”, afirman. Los ecologistas se preguntan “qué se ha hecho en cuestiones de gestión de residuos, de energías limpias y de transporte”.
“Queda sobre la mesa su fracaso en la gestión de los Espacios Naturales Protegidos y del territorio. Basta darse un paseo por la isla para ver la evidente incapacidad en la ordenación de la actividad extractiva tantas veces denunciada y que muestra una isla con el corazón abierto. La última imagen de postal que seguro que no fue a Fitur es la de los coches abandonados metidos en corrales en suelo rústico. Basta pasearse por la periferia de Arrecife. Nunca Lanzarote fue una escombrera de este calibre que sufrimos ahora”, se quejan con tristeza.
El Guincho vaticina que “el último episodio es la amenaza de expedientar a Jeremías, quizás por contar lo que es un secreto a voces acerca de lo que sucede en el Archipiélago Chinijo, donde la pesca furtiva y artes ilegales son desarrolladas con cierta impunidad”. Según los ecologistas se trata del “segundo movimiento ejecutorio de Inés Rojas”. “El primero fue cuestionar el trabajo del funcionario que denunció el marisqueo de Marcos Páez”, afirman.
Por último, exigen “que se hagan públicas las denuncias acumuladas en los cajones, y que se rescaten las que se puedan de las papeleras de los despachos”.
