Por Andrés Chaves
1.- Oigan, ¿y ustedes no se acuerdan? ¿No se acuerdan de cuando don Santiago Bernabeu obsequiaba a los jugadores de su equipo, el Real Madrid, con unas filípicas antes de los partidos? Vinieron a llamarse santiaguinas. Fueron famosas, sobre todo en las vísperas de los encuentros de la vieja Copa de Europa. Bueno, pues los socialistas de Tenerife han adoptado como propia la santiaguina, que es una ristra de consignas que el famoso Santiago Pérez lanza a sus correligionarios antes de los plenos. Al principio lo hacía en La Laguna. Cuando se cabreaban mucho, los sociatas abandonaban el salón de sesiones, en plan niños chicos, en plan maleducados. Pero sí que cobraban las dietas por la asistencia, faltaría menos. Ahora, en Santa Cruz, los muchachos de Corrales -ese figurín rebotado de Izquierda Unida- han recuperado la moda de mandarse a mudar cuando el alcalde les toma el pelo, que es casi siempre. ¿Por qué tanto odio a Zerolo ? Porque les vacila, porque es más listo que Corrales y los suyos. Yo no digo que Zerolo sea una lumbrera, pero más listo que Corrales, sí.
2.- Un inglés de Brighton se ha vuelto loco, a causa de la crisis, y recorre Europa regalando coches "Mercedes Benz" a quienes a él le sale. Además, entrega a los agraciados 1.000 euros para gasolina. La insólita noticia la he leído en alguna parte. La crisis está volviendo tarumba a mucha gente, incluso a Rodríguez Zapatero , que sigue erre que erre con su política de subsidios. El juez en excedencia Alonso , portavoz socialista en el Congreso, sigue fiel a la doctrina de su jefe. Qué cantidad de sandeces está diciendo este Gobierno de irresponsables, que conduce al país al caos. Sólo es preciso adaptar nuestra normativa sobre empleo a la de los países avanzados de la Unión. Sólo eso. Pero no lo entienden. No entienden que son las pequeñas y medianas empresas, y no la escuela de parados de ZP/Alonso, las que lograrán la recuperación económica. No hay forma, Dios mío. Menos mal que el tío ese anda regalando "Mercedes", porque si no.
3.- Chiquita cara la de los Albertos , aquellos tipos siniestros que salían siempre en gabardina en los tiempos de la Transición; parecíanMortadelo y Filemón . Ahora piden al Estado algo así como cuatro millones de euros por daños morales sufridos durante sus procesos mediáticos. Dios mío, pero si lo suyo provocó hasta el divorcio entre el Supremo y el Constitucional por un quítame allá esas prescripciones de delitos. En vez de callarse, piden más. Estos primos son insaciables, no tienen recato. Carne de "¡Hola!", después de sus matrimonios con hermosas hembras sacadas del Vogue, los Albertos (Alcocer y Cortina) quieren más y mucho más. Ya ven, hoy les he obsequiado con una miscelánea.