martes. 23.04.2024

Las obras del Centro de Transformación de la Cochinilla de Mala contaron este viernes con unos obreros muy especiales. Los representantes del Cabildo y los políticos implicados más directamente con este proyecto se trasladaron en esta jornada hasta el terreno en el que se ubicará la infraestuctura para oficiar el acto de inauguración de los trabajos de construcción.

Entre todos rellenaron el primer hueco de los cimientos de un proyecto que los agricultores de la zona llevan años esperando, y que por fin parece que se hará realidad.

El acto fue una forma simbólica de expresar el apoyo de las Instituciones que han hecho posible la materialización de este sueño de los promotores de la conservación del cultivo y de los que quieren mantener el paisaje característico de Guatiza y Mala.

Las manos que llenaron de cemento la primera actuación de la obra fueron la presidenta de la Máxima Institución de la Isla, Inés Rojas, a la que acompañaron el alcalde de Haría, José Torres Stinga y los diputados nacionales Cándido Reguera y Olivia Cedrés, dos de los promotores directos de la financiación de la construcción.

Exactamente son 719.151 euros los que aportará el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para la ejecución de las obras, que se llevarán a cabo en un plazo de diez meses que finaliza en octubre.

Desde enero ya se instalaron en esta zona, ubicada frente al centro de salud de Mala, las primeras máquinas que aplanaron el terreno para elevar un edificio que contará con las últimas tecnologías para transformar la cochinilla en laca de carmín.

Esta sustancia será la que se exporte desde la Isla al mercado internacional, y que espera ser una fuente de ingresos que dinamice el sector agrícola de la zona norteña.

Ahora mismo, se cuenta con más de 10.000 kilogramos de esta bacteria de la tunera, almacenada por los propios cosechadores, que serán tratados en las primeras fases de producción de esta fábrica. Se calcula que al año se pueden llegar a producir unos 2.000 kilogramos del colorante que resulta del tratamiento químico de la cochinilla.

Para que este proceso de transformación se haga con la mayor profesionalidad y se consiga la máxima pureza en el producto final, se cuenta con la colaboración de un experto llegado de la Universidad de La Laguna, Giovanni Lemes, que se encargó en la presentación de explicar en qué consistirá la elaboración de los carmines. El proceso químico culmina con la obtención de un producto aplicable al mercado alimenticio, textil, cosmético y farmacéutico, que espera atraer a las industrias internacionales para que se rentabilice el trabajo de los cosecheros.

En esta recuperación del tradicional cultivo y utilización del colorante están implicados tanto la Cooperativa de los Cosecheros de Cochinilla como el proyecto del colegio de Mala. Por eso, estuvieron también presentes el presidente de la Cooperativa, Amelarico González, y la promotora del proyecto escolar, Chana Perera. Los dos insistieron en la necesidad de que el apoyo institucional se mantenga en el seguimiento del centro, que es una apuesta segura para la conservación del cultivo y producción de la cochinilla si se invierte en su desarrollo.

Las obras del Centro de Transformación de la Cochinilla se inauguran con la colocación...
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