Las obras de ensanche del espigón del muelle de los Mármoles avanzan a pasos agigantados para poder recibir a los pasajeros de los cruceros que empiezan a llegar con alta asiduidad a la Isla en octubre.
El segundo cajón, de los 12 que bordearán el muelle, comenzará a ser instalado la próxima semana. Así, la Autoridad Portuaria de Las Palmas espera tener listos 150 metros de línea de muelle para el mes de octubre, en el que se inicia la temporada alta de cruceros.
Esta fue una reivindicación de los consignatarios lanzaroteños, que exigieron que la zona quedase preparada para poder ser utilizada para el atraque de estas embarcaciones. El presidente de Lanzarote Shipping, Tomás Fajardo, admitió a principios de julio que existe cierta “preocupación” entre los empresarios y usuarios del muelle de los Mármoles por si no finalizan las obras de ensanche en la temporada alta de cruceros, que comienza en octubre y llega a su fin en mayo y que lleva acometiendo la Autoridad Portuaria desde el pasado mes de junio.
Las obras del muelle de los Mármoles se prevé que concluyan en 18 meses, en agosto de 2008, pero la Autoridad Portuaria se comprometió a acelerar los trabajos de construcción para que en el mes de octubre ya sean operativos 150 metros de línea de muelle y en diciembre se cuenten hasta 300 metros.
Para conseguirlo, los operarios de esta obra están trabajando sin descanso, llegando el cajonero a trabajar durante 24 horas para tener preparadas las piezas.
Problemas en el atraque
Los consignatarios aseguran que llegarán a los Mármoles a partir de octubre buques de alta envergadura -incluso dos a la vez- de hasta 300 metros que pueden llegar a sufrir problemas de atraque si no se cuenta con una infraestructura adecuada.
La obra de ensanche consiste en la creación de bloques (cajones) de cemento de 25 metros cada uno colocados en una distancia de 400 metros. Cada una de estas piezas tarda en construirse una semana y es imposible construir al mismo tiempo más de una. La encargada de elaborar estas piezas es la máquina que aparece como una inmensa mole ubicada en el mismo Muelle, una máquina que Fajardo denunció en junio que podría restar línea de atraque y reduce las posibilidades de maniobrar para los cruceros que lleguen hasta octubre.
Un puerto de cruceros
Para Fajardo, la solución de estos problemas pasa por la construcción del muelle de cruceros, que se hace totalmente necesaria teniendo en cuenta el número de barcos de este tipo que llegan a la Isla.
Hasta 224 están ya contratados hasta 2009. Un número muy superior al que se atiende en Fuerteventura “en donde ya tienen la subvención para la segunda fase de su muelle de cruceros mientras que en Lanzarote aún estamos pensando donde ponerlo”, como explicó este viernes Fajardo en “El Despertador” de la 95.8.
Barcos como el Serena y el Fortuna traerán a la Isla varios miles de pasajeros y miles de personas recorrerán la Isla tras el verano.
