La discoteca Tángara, en Puerto Naos, sigue haciendo la vida imposible a los vecinos de la zona. Sin licencia para el desarrollo de la actividad, la discoteca continúa emitiendo un nivel de ruidos que obliga a los residentes dormir con las ventanas cerradas durante todo el fin de semana. Y aún así, dormir se hace imposible, sobre todo para los vecinos cuyas casas quedan a escasos metros de la nave industrial donde se encuentra un local que lleva meses funcionando sin contar con ningún permiso del Ayuntamiento.
El pasado fin de semana, hartos de esperar que la corporación tome cartas en el asunto, un grupo de vecinos se acercaron a la discoteca con los niños para pedir a los encargados que bajaran un poco el volumen. Lo consiguieron el viernes, pero el sábado la música volvió a estar tan alta como siempre hasta las seis de la madrugada.
Las denuncias de los vecinos contra el Tángara vienen de lejos, desde noviembre del año pasado. Y también desde finales de 2007 hay un expediente abierto por el Ayuntamiento para proceder a cerrar las instalaciones. Fue en diciembre cuando a la raíz de las denuncias el entonces concejal de Asuntos Clasificados, José Miguel Rodríguez, abrió el procedimiento sancionador contra el Tángara al percatarse el Ayuntamiento que la actividad estaba funcionando sin licencia de apertura. Se dictó entonces un decreto para la clausura inmediata de la actividad “a partir del día siguiente de la notificación” a la discoteca. Como se ha podido comprobar, la discoteca nunca cerró sus puertas. Crónicas ha intentado ponerse en contacto con el nuevo responsable del Área, Eduardo Lasso, pero ha resultado imposible.
Según fuentes del Ayuntamiento con las que ha podido contactar este diario, el Tángara fue informado de la resolución del cierre, tras lo cual los propietarios del local presentaron una serie de licencias y permisos que han tenido que ser estudiados por el Ayuntamiento. Ocho meses después el expediente sigue su curso. Sin embargo, las licencias presentadas en diciembre corresponden a la actividad desarrollada hace años en el edificio donde ahora está la discoteca, por lo que “según los técnicos municipales no son válidas”. Cabe esperar por tanto que próximamente la discoteca sea finalmente clausurada. Los vecinos, ante esta información, se muestran muy contrariados y sorprendidos por la excesiva tardanza del Ayuntamiento para resolver un trámite iniciado hace más de ocho meses.
Del curso del expediente jamás se informó a los residentes afectados. Y tras muchos meses de silencio, los vecinos de la zona de Puerto Naos remitieron una solicitud al Ayuntamiento pidiendo certificados relativos a los permisos de obra y apertura del local de ocio. Con fecha de 19 de junio, la secretaria accidental de la corporación, Elena Martín Martín, respondió por escrito que “según los datos obrantes en la Oficina Técnica no consta ninguna solicitud de licencia de obra ubicada en la dirección Avda. de Naos, 49 y calle Pedro Naverán”. Lo mismo sucede con el permiso de primera ocupación, inexistente a todos los efectos. “No existen dichos expedientes en la dirección indicada”, constata el escrito de la secretaria del Ayuntamiento.
