sábado. 20.04.2024
Canarias incoa en 2006 un total de 32.874 procedimientos. La retirada del Frontex propicia un repunte en la llegada de inmigrantes

Las jornadas sobre “Menores Extranjeros” ponen de manifiesto la necesidad de una mayor implicación del Gobierno central y del resto de comunidades en su acogida

El año pasado más de 1.000 niños llegaron a Canarias en pateras y cayucos. En la actualidad hay más de 600 en régimen de acogida, más de 300 en recursos de emergencia y a la espera de ser trasladados

Fotos. Jose Curbelo

Las jornadas sobre “Menores extranjeros no acompañados: migraciones de menores extranjeros con especial atención a los menores marroquíes”, inauguradas este lunes en las instalaciones del Arrecife Gran Hotel, pusieron de manifiesto la necesidad de una mayor implicación del Gobierno central, la Unión Europea (UE) y el resto de comunidades autónomas en su acogida.

En este sentido, el director general de Protección del Menor y de la Familia del Gobierno de Canarias, José Luis Arregui, aseguró que desde el Gobierno central “no se ha cumplido el compromiso de traslado de niños menores extranjeros no acompañados a otras comunidades autónomas y es imprescindible que esto sea así puesto que si no se estaría incumpliendo gravemente con los derechos de estos niños para su integración”.El año pasado más de 1.000 niños llegaron a Canarias en pateras y cayucos. En la actualidad hay más de 600 menores de edad en régimen de acogida, más de 300 de ellos en recursos de emergencia y a la espera de ser trasladados. Arregui explicó que la consecuencia directa de esta llegada en 2006 fue una “enorme crisis humanitaria”.

En relación a este asunto estimó que cientos de personas perdieron la vida en el Atlántico y entre ellas muchos fueron niños. “La primera llamada de atención para tomar medidas ante este drama tiene que ser para todas las autoridades tanto del Estado español como de la Unión Europea y otros organismos internacionales”, dijo Arregui.

Sólo en el año 2002, de los más de 6.000 menores no acompañados llegados al país el 75% procedía de Marruecos. Tras la irrupción de los cayucos los menores provienen de Marruecos y Senegal.

Las jornadas, que durarán tres días, contaron en el acto inaugural con la presencia de la directora general de Relaciones con la Administración de Justicia del Gobierno de Canarias, Carolina Déniz, el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Félix Pantoja, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Antonio Castro. Tendrá como ponentes a expertos en asuntos migratorios tanto de España como de África como la especialista en inmigración marroquí Amina Bargasch o el ministro de Cooperación de Senegal, Lamine Ba.

Por otro lado, Canarias incoó en 2006 un total de 32.874 procedimientos de llegadas de pateras y cayucos, según expuso Antonio Castro. Se llevaron la palma los juzgados de instrucción de Arona, seguidos de San Bartolomé de Tirajana, Fuerteventura y Lanzarote.

Todos coincidieron en que la retirada del Frontex está propiciando un repunte en la llegada de inmigrantes. Lanzarote, Fuerteventura y Tenerife son las islas con más entradas de cayucos. Las dos primeras comienzan a repuntar en arribada de cayucos y pateras procedentes de los países magrebíes como Marruecos y Sahara y en su gran mayoría vienen menores no acompañados con el objetivo de instalarse en Canarias dando lugar a la saturación de los centros de acogida.

Carolina Déniz explicó que con esta llegada masiva de inmigrantes en general y de menores no acompañados en particular “se han desbordado las previsiones de la Comunidad Autónoma”. Aclaró que “lo que es evidente” es que Canarias “no puede estar sola en esta problemática” ya que, a su juicio, se trata de un problema que afecta a la Unión Europea (UE).

En este sentido, Déniz aseguró que “la respuesta que damos es la mejor de las posibles pero sí que es verdad que reivindicamos que el Estado esté ahí para que ayude porque lo que no puede ser es que los menores que lleguen sean menores de la Comunidad Autónoma sino del Estado”.

Déniz aseveró además que la mayoría de estos jóvenes intenta quedarse en Canarias alcanzada su mayoría de edad para poder insertarse en el mercado laboral. También constató que tras la retirada del Frontex vuelven a entrar de nuevo ya que “la seguridad en la frontera disminuye”.

De hecho, explicó que han vuelto a llegar unos 193 inmigrantes a Canarias y reivindicó que el Frontex “esté ahí de forma permanente porque a pesar de que tiene picos, se mantiene a lo largo de todo el año; la seguridad es básica en la frontera porque Canarias es una pieza clave en las rutas migratorias de todo lo que es África, ya no sólo el norte sino todo el continente africano”.

Niños de Senegal, Mali y Marruecos

Los niños que llegaron el año pasado a Canarias lo hicieron procedentes de Senegal, Mali y Marruecos. La llegada se hizo en el segundo semestre del año, fundamentalmente en agosto y septiembre y coincidiendo con la llegada masiva de cayucos a Canarias.

Los menores son acogidos con recursos de los cabildos puesto que si bien la tutela es del Gobierno canario los hogares son responsabilidad de dichas corporaciones. Existe en Canarias un modelo de acogida para estos jóvenes basado en hogares pequeños de no más de 8 o diez personas distribuidos a lo largo de todos los municipios de Canarias.

Se garantiza una perfecta integración, una perfecta incorporación de estos niños a los recursos educativos, culturales, formativos”, estimó Arregui, quien dijo además que ante la llegada masiva de niños el pasado año el Gobierno puso en marcha recursos de emergencia en Tenerife y Gran Canaria para poder acogerlos en primera instancia.

Efecto salida

Amina Bargasch expuso que el motivo que impulsa a los menores a embarcarse este peligroso viaje responde a una interacción de varios factores que da lugar a que en un momento dado “una persona no encuentre otra salida para sobrevivir y se va a otro sitio”.

A su juicio, la razón principal estriba en que no hay un “efecto llamada sino un efecto salida” ya que son niños “que más o menos desde el punto de vista de higiene mental viven en una ecología traumática de entrada con unas carencias crónicas en la familia”.

Bargasch argumentó que no se trata sólo de carencias económicas, sino también de carencias sociológicas y culturales ya que son personas que no se identifican con la clase social que los dirige. Según dijo, les falta cohesión y unos padres como eje principal “para guiar a los niños en tener un proyecto de vida dentro del país de origen”.

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