viernes. 19.04.2024

1.- Todos caeremos por las escuchas: políticos, periodistas, curas, callistas, pescadores, reparadores de electrodomésticos, fontaneros... Siempre hay una orden rampante para pinchar un teléfono y más en un país de chismosos irredentos. Todo el mundo tiene un muerto en el armario, así que los presuntos, con o sin razón, caen en la red policial/judicial por mor de los pinchazos, principio y fin de todas las cosas. El otro día creo que dije que después de esta ola nadie se querrá meter en política, sino los de Podemos. Como viene el chavismo, y esta no es una apreciación sino una constatación, pues da igual. Cuando lleguen los chavistas se cargarán el sistema judicial y podrán jueces suyos, como en Venezuela, donde han querido nombrar juez a un sobrino medio analfabeto de Maduro . Así que pronto, en cuanto gobierne Podemos, todos tendremos los móviles pinchados o a lo mejor ya no habrá celulares, vaya usted a saber. Pero hay que tener mucho cuidado con los putos teléfonos. Y nadie escarmienta porque nadie piensa que tiene el aparato intervenido; por ejemplo, yo. ¿Por quién? ¡Y yo qué sé! Ni me importa.

2.- No sé si Rajoy tendrá el teléfono intervenido, a lo mejor sí, aunque ellos usan distorsionadores de voz que hacen casi imposible escuchar lo que dicen. Pero donde hay una buena técnica hay otra para anularla y así nos movemos en un país de espías y de contraespías Lo cierto es que el otro día Rajoy consiguió dormirme, durante su intervención contando su versión de la revolución catalana. Me quedé tieso en el sillón, roncando, y así me encontró mi santa, creyendo que era un estertor. Vaya tipo pesado este Rajoy. Estoy pensando grabar sus intervenciones para las noches de insomnio.

3.- No se crean que yo me alegro de lo de La Laguna. Para nada. Le puede ocurrir a cualquiera que gobierne un Ayuntamiento. Pero como me dijo Miguel Zerolo , al que sus propios compañeros de partido han vituperado tan injustamente, todos los alcaldes de España acabarán en la cárcel si se siguen estos criterios. ¿Cambiar las leyes? No lo sé, yo ya estoy mayor para enmendarle la plana a jueces y fiscales; que hagan lo que quieran, ellos son los expertos. Pero vivir en este país se hace inaguantable con esta ristra de imputaciones, y de otros jaleos judiciales. Es que no queda títere con cabeza. ¿Quién va a sobrevivir a la hidra judicial/fiscal/tributaria? Pues muy pocos personajes públicos lo van a lograr. No me alegro, no me alegro ni siquiera por alguno que ha pedido mi cabeza... o que me cortaran los pies.

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Las escuchas
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