jueves. 18.04.2024

Por Ayose Rodríguez Farias

Durante los últimos meses, los ciudadanos de esta Isla, nos hemos hartado de escuchar reiteradas afirmaciones por parte del Consejero del área, el Señor Carlos Espino, sobre el devenir del Plan Territorial Especial que no cuentan, en absoluto, con la verdad. Si ustedes tienen memoria histórica, entenderán las falsedades y la demagogia que se está haciendo y se está intentando transmitir con respecto a algo tan fundamental para el futuro de esta Isla.

Por orden cronológico, es conveniente recordar la historia de lo indefendible, atendiendo a las siguientes afirmaciones:

1ª Falsedad del Sr.Carlos Espino: “El PTEOT No puede contemplar ocio”. Como recordarán, la primera excusa que alegó Carlos Espino para no incluir la Oferta Complementaria en el PTE, hecho que el resto de fuerzas quería consensuar, fue precisamente negar que el Plan Territorial pudiera hacerlo. Finalmente, ha quedado más que acreditado que el PTEOT puede contemplar oferta complementaria, a tenor de la interpretación del resto de Cabildos de Canarias, y de lo certificado con rotundidad por el Gobierno de Canarias, de boca de su consejero de Política Territorial a través de la promulgación de las directrices.

2ª Falsedad del Sr. Carlos Espino: “El contrato con Prats no amparaba contemplar ocio.” La segunda excusa que adujo para no añadir el ocio complementario consistió en afirmar que “el contrato con Prats no lo establecía”. Sin embargo, un análisis del contrato pone de manifiesto como en el mismo se establece no solo que el PTE debe recoger lo que las Directrices de Ordenación del Territorio indiquen (y éstas lo indican), sino que, además, en el contrato sólo se establecen los mínimos a cumplir.

3ª. Falsedad del Sr Carlos Espino: “El PTEOT, finalmente, si contempla ocio y muchísimo.” Quizá, cabría preguntarse, si “¿sólo el que al PSOE le interesó incluir consensuado a saber con quien?”. Las dos excusas del PSOE para negar que fuera posible consensuarlo con nadie y añadir el Ocio Complementario al PTE, se desmoronaron cuando se entregó a los portavoces de los distintos grupos del Cabildo el Documento del PTE, realizado por el propio Espino. Plan que contrariamente a cuanto venía asegurando, recoge como uno de los ejes fundamentales del Plan Territorial, la Ordenación del Ocio Complementario. En dicho documento, se recogen multitud de proyectos de equipamiento complementario, Campos de Golf, puertos deportivos, etc, y se hace referencia también a otras enormes instalaciones de ocio, pendiente de la firma de determinados convenios en cuya negociación intervino Prats y el señor consejero, como por ejemplo, el Convenio con la promotora Algol.

4ª Falsedad. Espino decía desconocer las negociaciones con Algol en Teguise. Cuando en realidad, participó junto a Prats en todo el proceso frente al abogado y representante de Algol el socialista, Carmelo Padrón, entre otros. Fueron precisamente ellos, quienes propusieron la clasificación de suelo rústico como urbano, para poder licitar la construcción de un hotel y un campo de golf.

5ª Prats y Espino cerraron acuerdos en Montaña Roja. No por las razones que ellos esgrimen, sino para evitar el tremendo varapalo que supondría para la desastrosa política de Prats, si prosperase la indemnización multimillonaria que sus promotores habían demandado por incumplimiento de la sentencia que les dio la razón, amén de que el Cabildo no podría asumir semejante montante económico en la vida.

6-ª Falsedad del Sr. Carlos Espino: “El PTEOT desclasifica 25.000 camas turísticas y si no se aprueba corren peligro de construirse.” Esta es sin duda, la falsedad más grande y que muestra la manipulación y demagogia constante del Sr. Espino hacia los ciudadanos.

La imposibilidad de construir nuevas camas turísticas ya estaba garantizada por las propias directrices (adicional 4ª) que estable un crecimiento cero para el siguiente trienio y la prórroga de tal suspensión hasta nuevo ordenamiento, de tal modo que el PTEOT no añade nada nuevo en ese sentido, aunque el consejero trate de atribuirse méritos que no le corresponden. Por su parte las residenciales ofrecen igualmente la posibilidad de otros instrumentos para su control. En realidad nadie sabe con exactitud a qué 25.000 camas se refiere. En el mismo sentido, el Consejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias -no olvidemos fue quien promulgó las directrices- afirmó que la desclasificación no corría peligro por la no aprobación del PTEOT.

7ª Falsedad. Señor Carlos Espino: “Si aprobamos equipamientos de ocio, el PTEOT tendrá que someterse a la evaluación estratégica ambiental que impone la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente, porque habrá que calificar suelo.” Otra enorme mentira. En primer lugar, porque sencillamente el PTEOT no tiene capacidad normativa para calificar suelo; y en segundo lugar, porque el ocio si que aparece en el Plan de Espino (como se ha dicho y mucho) y el sometimiento del mismo a dicha normativa parece insoslayable.

8ª. Plan Parcial de Playa Blanca. Finalmente, y con el fin de meter miedo a la población, el Consejero trató de argumentar que “la no aprobación del PTE daría lugar a la no desclasificación del Plan Parcial de Playa Blanca”. En este sentido, habría que recordar que dicho Plan es residencial no turístico -y por tanto el PTE no puede desclasificarlo- es más, el Cabildo fue condenado en 1996 por el Tribunal Supremo ha respetar dicho Plan. Tanto es así que en el año 2000, fue el propio redactor de la moratoria de ese año y del actual PTEOT, Fernando Prats, el que bajo presidencia socialista, negoció con los promotores y aceptó que dicho Plan pasara a Residencial (antes era turístico-residencial) y no fuera desclasificado cuando tuvieron la oportunidad, cosa que saben perfectamente. Idéntica razón por la que no lo desclasifica la Ley de Directrices del 2004, hecho que también conocen.

9ª Falsedad. Carlos Espino: “Es falso que nadie pretenda introducir nuevas camas.” Nadie quiere una cama más y es falso que el ocio lleve necesariamente aparejada nuevas camas (como sí ocurre con algunas de las instalaciones de ocio que contemplaron Espino y Prats en su Plan). Del mismo modo, también es falso que dicha oferta se limite a campos de golf y puertos deportivos. El ocio abarca por igual, cultura, salud, deportes múltiples, senderismo etc... y teniendo como punto de referencia en cualquier estrategia de planificación el menor impacto y consumo posible de territorio.

10ª. Falsedad. Dijo haberse reunido con los alcaldes. La realidad es que éstos niegan haberse reunido previamente. Con esta afirmación, no sólo miente, sino que también se salta a la torera la recomendable y necesaria consulta a los Ayuntamientos.

En definitiva, el devenir del Plan Territorial se ha caracterizado, en una primera fase, por el secretismo y, en una segunda, por la mentira. Lo cierto es que se mire por donde se mire, ha habido un fracaso total en el objetivo del necesario y legislado consenso con las corporaciones municipales, amén de que se trate de un documento de dudoso rigor y seguridad jurídica en materia medioambiental o de que presente una visión parcial y partidista o partidaria - al menos en lo que instalaciones de ocio complementario se refiere y que finalmente y sorpresivamente si que contempla - que en absoluto cubre las necesidades globales que un plan territorial turístico integral como el que la isla demanda y debiera abordar cuanto antes.

Las diez mentiras del consejero Carlos Espino
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