miércoles. 24.04.2024

Natalia Curbelo casi ni se acuerda de cuándo surgieron Las Trompeteras porque era una niña. “Allá por el 94 o 95”, cree recordar. Después de unos cuantos años de actividad, esta emblemática murga de La Villa de Teguise se tuvo que disolver. Pero donde hubo llama, queda rescoldo y volvieron con fuerza. El pasado 2011 no pudieron participar en el concurso de murgas de la capital por falta de integrantes y esperan que el próximo febrero no les pase lo mismo.

“Ya llevamos tres años seguidos con éste y esperamos que no tengamos que volver a separarnos”, explicó en el programa Así son las Cosas de Crónicas Radio de este miércoles.

Natalia se lamentaba de que algunas de las componentes han ido abandonando el grupo pero afortunadamente, también se dan nuevas incorporaciones como las dos chicas que acaban de llevar. El objetivo es claro, poder participar este año con pleno derecho en todos los actos carnavaleros.

De momento, son 22 mujeres pero su aspiración es llegar a 30 o al número mínimo establecido para poder salir al escenario. “Lamentablemente es lo que exigen cuando antes subían siete componentes y cantaban mejor que treinta”, contaba.

Reconoce que es difícil mantener una murga, sobre todo, una femenina en la que muchas trabajan y tienen hijos. Sin embargo, piensa que hablando se pueden entender y compaginar para poder ensayar.

De hecho, ya están empezando a reunirse todos los días a partir de las ocho de la tarde en su sede, la antigua petanca que está frente al parque de Teguise. No se juntan todas todos los días. Hay varios grupos que van en días alternos y sólo se reúnen todas una vez a la semana. “Así podemos jugar con las voces y no nos aburrimos de vernos”, comentaba entre risas.

El abanico de edades de las murgueras es de lo más amplio. Las más mayores superan los sesenta años y la más joven tiene sólo quince.

En cuanto a la financiación, explicó que tienen un puesto de helados y golosinas en el mercadillo de Teguise y que también han hecho y seguirán haciendo loterías. Pagan cuotas, cuentan con algunas ayudas de las instituciones y ahora están llevando a cabo una campaña de captación de patrocinadores. No piden mucho dinero porque entienden que estamos viviendo una situación de crisis pero espera que haya empresas que hagan pequeñas aportaciones. No puede calcular el dinero que necesitan para salir en condiciones en carnavales porque hasta que no empiezan a comprar telas y contratar al diseñador no pueden hacerse a la idea.

Aunque el año pasado no pudieron presentarse a concurso, sí tuvieron su momento de gloria con la actuación que llevaron a cabo ante su público en el Teatro Manuela y Esperanza Spínola de Teguise. Lo recuerda con cariño y con los comentarios de todas aquellas personas que les decían que tenían el nivel suficiente para haber podido optar al concurso.

Ya tienen esbozados los temas sobre los que van a cantar este año pero no quieren adelantar nada. Ya se sabe que el vestido de una novia o de una murguera es secreto de Estado.

Las Trompeteras buscan nuevas componentes para ampliar la murga
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