sábado. 20.04.2024

Por Federico Luna

Prevaricación, malversación de caudales públicos, cohecho, tráfico de influencias… El 29 de marzo de 2006, la sociedad marbellí amanecía viendo a los principales miembros de su Consistorio contra las cuerdas. La alcaldesa Marisol Yagüe, la primera teniente de alcalde, Isabel García Ramos y el asesor municipal de Urbanismo, Juan Antonio Roca eran la cabeza visible de una veintena de detenidos que englobaba a concejales, funcionarios de menor rango, empresarios y abogados. En el marco de la Operación Malaya, desarrollada a partir de ese día en Málaga, Madrid y Murcia, se incautaban, además, bienes por valor de 2.400 millones de euros.

Tráfico de influencias, malversación de fondos, prevaricación, blanqueo de capitales y cohecho… El 30 de septiembre de 2009 la sociedad de Lanzarote amanecía con la noticia de que José Francisco Reyes, ex alcalde de Yaiza y vicepresidente del PNL, uno de los partidos que gobierna el Cabildo, era conducido a prisión junto a su familia. Anticorrupción investiga gastos por valor de más de 700.000 euros en un plazo de unos seis años, de los que se desconoce su procedencia, aunque se presume que sólo sean la punta del iceberg. En el marco del caso Yate están imputados además varios técnicos del ayuntamiento, un asesor legal de campanillas y, a partir de las declaraciones de Reyes, varios empresarios y promotores y otro abogado de alto standing.

Ambos relatos periodísticos asombran por su paralelismo. Sin embargo, en los oídos de los conejeros todavía resuenan los ecos de aquel rugido casi unánime que clamaba: ¡Lanzarote no es Marbella! Cuando el periodista de El País utilizó el recurso fácil y muy gráfico de unir los nombres de las dos localidades bajo el paraguas de la corrupción urbanística, en un artículo sobre los hoteles ilegales, en la isla muchos se rasgaron las vestiduras. Luego vendría la Operación Unión. Y después, el caso Yate.

¿Lanzarote no es Marbella? Pues vale. Pero los delitos presuntamente cometidos por José Francisco Reyes son prácticamente los mismos por los que se detuvo a la ex alcaldesa de la localidad marbellí.

Y desde hace unos días, Lanzarote y Marbella tienen un nuevo elemento en común: Pablo Luna. El profesor de Derecho Penal en la Universidad de Granada y abogado defensor de Marisol Yagüe en el caso Malaya, ha sido fichado por Reyes para el ejercicio de su defensa.

Ver para creer.

Lanzarote y Marbella
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