viernes. 29.03.2024

El estudio “Las tribus viajeras del mañana: 2020” encargado por el proveedor tecnológico de sistemas de reservas turísticas Amadeus desvela quiénes serán los turistas del mañana. Jubilados, inmigrantes, ejecutivos o lobos solitarios tienen demandas diferentes que todos los destinos turísticos que quieran acogerlos deberán tener en cuenta.

Según este informe, una de las tribus viajeras emergentes es la de los mayores activos. Debido al envejecimiento paulatino de la humanidad, la prejubilación a los 55 años y una mayor calidad de vida, estas personas se han convertido en uno de los grupos que más viajan tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Sus recorridos suelen ser cortos, cuatro o cinco veces al año, con prioridad a la salud y vuelan en clase turista. La gerente de Asolan, Rita Martín asegura que “para Lanzarote es un sector importante a tener en cuenta porque tienen disponible todo el año para venir y utilizar las distintas temporadas”. Comenta que son turistas que quieren más que sol y playa y prefieren realizar actividades culturales y que tengan que ver con el patrimonio o la historia.

También, en su opinión, es un grupo al que le gusta hacer compras en la Isla. “Hay servicios que tendríamos que mejorar de cara a este grupo, sobre todo, el tema de los transportes”, afirma Martín, que asegura que “son personas que cuando llegan tienen problemas en el aeropuerto para coger un taxi y que en muchas ocasiones tienen dificultades para conducir y no quieren recurrir a los servicios de una empresa de alquiler, por lo que preferirían poder desplazarse en guagua y no pueden hacerlo”. Asegura que el transporte es una de las asignaturas pendientes en Lanzarote. Cree que habría que ir mejorando en este sector porque los jubilados suelen dejarse mucho dinero donde van, ya que suelen ir a los restaurantes y llevar recuerdos a la familia. “Son perfectos para hacer el boca oreja y si recomiendan un sitio, se les tiene en cuenta”, explica.

Inmigrantes

Otra de las tribus emergentes de viajeros es la de los inmigrantes, que viajan principalmente a sus países de origen y que suelen estar condicionados por el factor económico y el calendario escolar, ya que viajan con niños. Respecto a los que llegan a Lanzarote, la gerente de Asolan, dice que en su opinión, son personas que vienen a visitar a su familia; otras que tienen sus raíces en el Archipiélago y se interesan por centros como el Museo del Emigrante y por último, aquellos individuos que acuden para saber si la Isla les ofrece una posibilidad de trabajo.

Profesionales

El tercer grupo analizado por el estudio es el de los profesionales itinerantes; jóvenes de 20 a 40 años que se ven obligados a volar con frecuencia, a menudo durante toda la semana y casi viviendo en hoteles. Son personas que dependen mucho de los horarios por lo que evitan las estancias prolongadas en los aeropuertos y demandan en ellos conexiones inalámbricas a Internet y salas de espera bien acondicionadas. Rita Martín comenta que “la tecnología o zona wifi es otra asignatura pendiente”. Explica que son visitantes que prefieren quedarse en los hoteles de la ciudad o en destinos turísticos cercanos al aeropuerto. Asegura que “utiliza poco las dependencias del hotel, salvo la piscina si tiene un poco de tiempo”. También dice que no suelen tener tiempo para conocer la Isla pero que suele recurrir a los restaurantes para las comidas de negocios y realizar compras en las tiendas para sus hijos. Se mueven mucho en coches de alquiler o en taxis.

En cuanto a los ejecutivos internacionales, tienen expectativas altas y exigen un trato acorde a su estatus. Quieren comer bien, comprar en tiendas de marca y disponer de la posibilidad de relajarse, algo que en opinión de la gerente de Asolan, pueden conseguir en Lanzarote perfectamente, aunque reconoce que no es el tipo de turista que suele llegar a la Isla. Explica que “quizá la T2 no ofrece todo lo que demandan estas personas pero la T1 puede adaptarse a sus necesidades”. Dice que en cuanto a los hoteles, restaurantes y centros comerciales, Lanzarote está a la altura de las mayores expectativas. Es un cliente codiciado por todos los destinos porque se gasta mucho dinero en actividades como la navegación o que recurre a los coches con chofer.

Parejas aventureras y lobos solitarios

Rita Martín dice que una persona que venga sola a la Isla puede pasárselo muy bien porque en muchas ocasiones llegan buscando descanso y los hoteles están preparados para ofrecérselo. También se le pueden proponer excursiones y “los conejeros somos muy acogedores y aquí se van a sentir muy bien tratados”.

En cuanto a las parejas aventureras, la gerente de Asolan dice que Lanzarote es el lugar perfecto para poder hacer deportes como el surf, windsurf o el senderismo o para visitar el centro de volcanes del Timanfaya, que puede ser de mucho interés para los turistas que nos visitan con inquietudes culturales o científicas.

Por último, y en cuanto a los nuevos modelos familiares, Rita Martín asegura que las parejas homosexuales no tienen exigencias distintas a las heterosexuales y aunque hay lugares que se están especializando en turismo gay, con hoteles pensados únicamente para ellos, “en Lanzarote propiciamos más la integración que la segregación”.

Lanzarote está preparada para los turistas del futuro: mayores, inmigrantes y ejecutivos
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