martes. 16.04.2024

Se acerca el momento de tomar la decisión sobre la representación de Canarias y Lanzarote en el Congreso y el Senado. Desde Coalición Canaria Lanzarote hemos hecho un apuesta seria y valiente. Nos presentamos para ser la voz allí donde no entienden las necesidades de un territorio alejado y fragmentado que requiere de políticas singulares y adaptadas a nuestras islas. Para ser la voz de las personas que luchan día a día por su vida y las de sus familiares en contra de las dificultades. Para ser la voz de la buena gente, de las personas honradas, de aquellos que quieren vivir aquí y construir un espacio donde sus hijos tengan una vida digna y en igualdad.

Lo tengo claro, Lanzarote necesita una presencia nacionalista en el Senado, una presencia que solo obedezca a los dictados de los lanzaroteños. La propuesta de mi partido se centra en estar allí para que no se olviden de cómo vivimos aquí. Por ello, creo que las personas que realmente sienten Lanzarote por encima de todo, con independencia de su origen y su militancia política, deberíamos unirnos en la defensa de nuestra isla, luchar para que se nos tenga en cuenta y que nuestros problemas sean asuntos de Estado. La apuesta es clara y diáfana: queremos representar a todos los conejeros y conejeras en Madrid, sin excepción, priorizando lo más importante, a las personas.

Por eso, cuando llegue a la Cámara Alta mi agenda tendrá como prioridad la puesta en marcha de políticas activas de empleo para esta isla. Asimismo, las personas dependientes me tendrán como embajador de sus demandas y, como lo he hecho hasta ahora, lucharé para que de una ver por todas las personas con discapacidad sean respetadas y sus derechos estén garantizados por la ley, no por la solidaridad y menos aún por la caridad, como ocurre en la actualidad. Ellos lo saben, no les he fallado cuando he tenido responsabilidades de gobierno en el Cabildo de Lanzarote y no lo haré cuando llegue a Madrid.

El Estado tiene la obligación de ser sensible con este Archipiélago. Somos islas en medio del Atlántico y en Madrid ignoran algunas cuestiones que para nosotros suponen la vida. Por ello defenderemos una Demarcación de Costas justa y solidaria, donde los canarios participemos con más responsabilidades en su conservación y gestión.

También debemos hacerles entender que movernos entre islas es una cuestión de necesidad, no de privilegio, como muchas veces les parece a los gobiernos dirigidos por partidos estatales. Un billete de avión o barco entre las islas cuesta ocho veces más que en territorio peninsular y esto, tan sencillo como es, allí no se entiende. La compensación a la lejanía es un derecho de los canarios para que podamos encontrarnos en igualdad de oportunidades con el resto.

Lanzarote, esta isla que nos une, aporta mucho conocimiento y experiencia en todo lo relativo a la sostenibilidad y al respeto al medio ambiente. Disponemos en la actualidad de dos galardones de la Unesco que nos dan un reconocido prestigio, sólo al alcance de unos pocos territorios del mundo, la Reserva de la Biosfera y el Geoparque. Al Gobierno del Estado le corresponde aprovechar esta andadura y apostar decididamente por una isla que sea cien por cien renovable. Para nosotros sólo existe este camino, el de la sostenibilidad.

Estamos ante una Lanzarote que madura, que empieza a mirar sin complejos a su alrededor, decidiendo por ejemplo implicarse en la gestión de uno de los puntos estratégicos en la diversificación de nuestra economía: el puerto, una fuente de oportunidades de empleo y progreso para la gente de esta isla. Lamento profundamente ver cómo un gran crucero tiene que dar la vuelta porque no disponemos de una atraque en condiciones. De igual manera, tanto o más estratégico y vital para la isla es mejorar nuestro aeropuerto; sin embargo, a día de hoy continuamos sin estar en la agenda de inversiones previstas por Aena. Aquí sólo estamos para dar benerficios a una empresa privada y desde Madrid no entienden lo esencial que es para nosotros la inversión en estas infraestructuras.

Me duele esta tierra. Me duele que el Estado no nos trate como en justicia nos corresponde. En la vida hay que tomar decisiones y dar siempre la cara. En esta ocasión, doy un paso adelante y me presento al Senado con la firme intención de representar a la esta isla que tanto quiero y respeto. Lo hago asumiendo el reto de luchar para que los que aquí vivimos tengamos los mismos derechos que el resto de los ciudadanos de España.

No me arrugo ante los problemas, estoy en política por vocación y no me gustan ni los insultos ni utilizar un cargo sólo para ejercer el poder. Creo en la dedicación y el esfuerzo como valores a emplear en la vida diaria y defendere firmemente que Lanzarote y sus ciudadanos merecen un mejor trato. Voy a dejarme la piel para conseguirlo.

Lanzarote debe ser un asunto de Estado
Comentarios