viernes. 29.03.2024
José Juan Lorenzo, director insular del departamento de Residuos del Cabildo de Lanzarote

“La situación en Zonzamas era caótica”

“Para mí fue una lástima ver cómo un proyecto como los Centros Turísticos, que se había construido entre toda la sociedad, se desmontó y ahora es una gran satisfacción ver con qué dinamismo y con qué rapidez se está volviendo a conformar”

El director insular del departamento de Residuos del Cabildo de Lanzarote, José Juan Lorenzo, participó este viernes en el programa A Buena Hora de Crónicas Radio para hablar de los proyectos existentes para optimizar la gestión de los residuos. Respondió a las principales dudas sobre este tema y también recordó su etapa como responsable en los Centros Turísticos, haciendo un balance de la actual y la anterior gestión de los mismos.

“Nos encontramos con ese servicio secuestrado y también con un cierto impass, por decirlo de una forma suave”

“La capacidad de los vasos de vertido o de la parte de Zonzamas que es vertedero no se agota en tres años y posiblemente esté más cercano a los diez o quince años”

“En Lanzarote tenemos la ventaja de que históricamente hay muchas roferas y debemos volver a restaurarlas y restituir el paisaje a su estado original”

- ¿Por qué decidió asumir el reto de esta nueva andadura profesional?

- Lo hice porque el presidente o el grupo de gobierno pensó que era un tema importante y me pidió que me pusiera al frente de la dirección insular de Residuos. Ya llevo muchos años trabajando con Pedro San Ginés y me pareció un reto apasionante. Yo compartía, como muchos lanzaroteños, la impresión de que la gestión de los residuos requería trabajo y dedicación.

- Llegan al Cabildo y se encuentran una situación en la que el vertedero de Zonzamas tiene el servicio secuestrado y hay una queja generalizada por parte de los vecinos sobre los olores insoportables. ¿Cómo se encontró todo aquello?

- La situación era caótica, fruto de un abandono de la gestión por parte de la UTE que venía gestionando este servicio, que se había producido a lo largo de muchos años y nos encontramos con ese servicio secuestrado y también con un cierto impass, por decirlo de una forma suave. Hay muchísimo trabajo. Nos hemos puesto a la tarea y las acciones han sido de toda índole. Había cosas que había que acometer con carácter inmediato y fundamentalmente, hemos tenido que poner en marcha la organización, al equipo de personas, orientarlos a los problemas y uno de ellos era el tema de los olores y afortunadamente la primera aproximación a ese problema era fácil de resolver ya que se trataba de sellar un vaso de vertido de la forma correcta. Se trajeron 19.000 toneladas de material recuperado de residuos de construcción y demolición que hoy están de actualidad. Esa la tierra la trajimos desde Argana, con lo que contribuimos a reducir el volumen de la escombrera, aunque fuera mínimamente. Se selló eso y se solucionó el problema de los olores en una primera aproximación. Hay que tener en cuenta que el problema de los olores ahora es menor pero lo seguiremos teniendo.

- Comentaba que más importante que hacer nuevas escombreras es reciclar. ¿Es así?

- Correcto. Ese es el objetivo y ese debe ser el objetivo de toda la sociedad de Lanzarote. En una isla no deberíamos seguir extrayendo áridos, generando residuos de construcción y demolición y no aprovechar los áridos que se puedan reciclar de esos materiales. Prácticamente el cien por cien de los residuos de construcción y demolición son reciclables. Lo que pasa es que en esta isla tenemos el recurso de extraer áridos y después verterlos sin ningún control ni coste como estábamos haciendo en la escombrera de Argana. Ese no es el camino que nos ha marcado esta sociedad. Tenemos objetivos concretos para el 2012 y el 2015 de porcentajes de recuperación fijados por las leyes. Debemos fomentar, y es algo que veníamos fomentando desde el primer día que entró el grupo de gobierno, la gestión de los residuos y éste era uno de los ámbitos en los que se estaba trabajando y el cierre de la escombrera lo que ha hecho ha sido acelerar o intensificar el proceso en el que estábamos. Podemos y debemos recuperar todo el material de construcción y demolición. En Lanzarote tenemos la ventaja de que históricamente hay muchas roferas y debemos volver a restaurarlas y restituir el paisaje a su estado original.

- Hubo un tiempo en el que se hicieron declaraciones bastante alarmistas sobre la vida del vertedero de Zonzamas. ¿Cómo es la situación real?

- La capacidad de los vasos de vertido o de la parte de Zonzamas que es vertedero no se agota en tres años y posiblemente esté más cercano a los diez o quince años. Eso como primera aproximación. Ya se han hecho los estudios en el marco del plan territorial especial de la capacidad de la caldera pero la capacidad de algo depende del ritmo de llenado y ahí podemos hacer muchísimo y lo estamos haciendo. En estos cinco meses nos hemos puesto a optimizar el funcionamiento y aumentar el rendimiento de las plantas de clasificación, a reciclar, a clasificar y a hacer el uso correcto de los vasos de vertido. En los próximos años nos quedan muchos avances a la hora de reducir lo que finalmente no sirve y hay que llevarlo a un vaso de vertido, con lo que podremos aumentar la capacidad de la caldera. Vamos a elaborar una ingeniería que nos permita reacondicionar los vasos y por otro lado, llevaremos a cabo todo un conjunto de acciones en las plantas para reducir el rechazo final. Ahí también están llamados todos los ciudadanos en primera persona para separar en origen y poder aprovechar mejor los materiales que ya no usamos.

- Después de que durante mucho tiempo se transmitiera a los ciudadanos la impresión de que no servía de nada reciclar, el presidente del Cabildo se ha empeñado en cambiar este concepto. ¿Hay que concienciar de que sí sirve el esfuerzo?

- La administración, los gestores públicos tenemos que recuperar un largo trecho por la falta de credibilidad porque efectivamente la gestión que se venía haciendo en el complejo de Zonzamas era muy deficitaria. Sin embargo, esa situación no estaba condicionando que lo que se separaba en los contenedores amarillos, en los verdes o en los azules se reciclara y se sacara de la Isla. Donde teníamos el problema fundamentalmente era con la bolsa de todo mezclado. Lo que se estaba haciendo con esa bolsa es que a su vez se clasifique y se trate y se recupere, aunque con mayor dificultad, lo que allí han puesto los ciudadanos y es reciclable. Esa gestión sí que era tremendamente deficitaria y la que estaba generando olores, incendios recurrentes y parecía que incendio y vertedero de Zonzamas era una cosa consustancial y los teníamos prácticamente a diario. No digo que eso no pueda volver a pasar pero esa asociación se ha roto y no hemos vuelto a tener ni un solo incendio en todo este tiempo.

- Pregunta la gente del transporte que cuándo se va a contar con las empresas especializadas para el reciclaje.

- Hay un punto anterior a llegar a recuperar esos espacios y son una pieza fundamental. Esos espacios no se recuperan vaciando escombros limpios de construcción y demolición. Ese escombro tiene que pasar por gestores autorizados, por plantas de tratamiento y clasificación y una vez que se ha recuperado todo lo que se pueda recuperar, el rechazo final se puede usar para carreteras o para recuperar espacios. Hoy en día, en Lanzarote existen afortunadamente gestores autorizados, porque el Gobierno de Canarias los tiene, para el tratamiento de este tipo de residuos. Lo que pasa es que no los estábamos utilizando porque teníamos el recurso sin coste alguno y completamente dañino para el medio ambiente de ir y verterlo en una escombrera. Como existen esos gestores, lo único que ha habido que hacer es poner en funcionamiento todas esas actividades y ahí ha estado el Cabildo junto con los transportistas por una parte y con estos gestores, trabajando muy estrechamente para que se pongan en funcionamiento esos gestores y tengo que decir que desde el Cabildo estamos muy satisfechos por la respuesta tan alta y tan rápida que hemos tenido de estas cuatro o cinco empresas de Lanzarote que tenían esas licencias y que podían desarrollar esa actividad. A día de hoy ese material a quien hay que llevarlo, y los transportistas lo conocen, es a estos gestores que han ido preparándose, evolucionando y adaptando sus tarifas de admisión a la nueva situación. Todos debemos entender que gestionar los residuos de construcción y demolición de una forma que proteja el medioambiente tiene un coste y como sociedad tenemos que asumirlo y los transportistas no son más que un intermediario en los que deberá repercutir ese coste.

- ¿Qué pasa con la recogida de aceite doméstico?

- Por una parte están a disposición de los ciudadanos los cuatro puntos limpios que hay en la Isla, donde la gente puede ir de lunes a domingo y por otra parte, en algunos municipios de la isla ya hay también contenedores de recogida selectiva en las calles. También hay un sistema de recogida selectiva de aceite en los comercios y eso va evolucionando razonablemente bien.

- ¿Hay alguna previsión de cambiar los contenedores para la basura que hay en lugares como Arrecife?

- Eso es una competencia municipal y no sé cómo se gestiona.

- Su responsabilidad anterior estuvo en los Centros Turísticos. ¿Cómo ve la política que se está aplicando ahora desde el Cabildo, cree que se está reconduciendo el camino?

- Con franqueza, creo que sí. Para mí fue una lástima ver cómo un proyecto que se había construido entre toda la sociedad se desmontó y ahora es una gran satisfacción ver con qué dinamismo y con qué rapidez se está volviendo a conformar. Hay un gran equipo de personas de profesionales que acompaña a todo el equipo de los Centros y creo que tienen una tarea tremenda pero van a saber estar todos a la altura para que esa empresa tan importante para Lanzarote y que ha sido fuente de riqueza durante muchos años pueda reconvertir la situación.

- ¿Se desanduvo el camino andado en muy poco tiempo, no cree?

- Sí. Es muy fácil desmontar y muy difícil construir.

“La situación en Zonzamas era caótica”
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