jueves. 28.03.2024

La ola de calor preocupa a viticultores y bodegas, que han adelantado la recogida de la uva para intentar salvar la mayor parte posible de la cosecha. Esta semana comenzaban los trabajos de vendimia que muchos pensaban comenzar entre el 6 y el 10 de agosto. Las altas temperaturas han afectado especialmente a las zonas altas y que plantan la vid con menor protección. Es el caso de los cultivos de Masdache y de todos los que despuntan la vid, que han sufrido de lleno el calor que ha azotado la Isla en estos últimos días.

Así lo confirmaba este martes Alberto López Peláez, que como enólogo del Cabildo estima que habrá algunas pérdidas, sobre todo en estas zonas, pero que aún hay que esperar a que la uva demuestre su capacidad de recuperación.

López Peláez entiende que influirá mucho en el balance de pérdidas el momento en el que se recoja la uva y la observación de la fruta una vez que se enfríe, que es cuando verdaderamente tendrá el aspecto final.

La hoja quemada

Lo que hace el calor en la planta es quemar la hoja de la parra. Esto interrumpe el ciclo vegetativo de la vid, ya que para el flujo de la savia. Todo esto influye en la maduración de la uva y en la salud de la planta, que podría debilitarse para futuras cosechas.

La quema de la hoja es precisamente la principal consecuencia visible en los viñedos de los que acostumbran a cortar los brotes verdes de las plantas. Esto deja la hoja totalmente al descubierto y desprotegida de cambios climáticos bruscos como el calor que se ha registrado en estos días en la Isla.

Además, la variación en la fotosíntesis que origina la ausencia de hojas provoca una alteración en el proceso de maduración de la uva que influye en los grados de azúcar y de acidez del racimo.

En cualquier caso, la comprobación de si todos estos procesos se han dado o no tendrá que esperar a que se recoja la uva y al análisis de todos los parámetros que determinan la calidad de cada uno de los tipos de uva que se dan en la Isla.

En este sentido se puede adelantar que la uva Diego o la Moscatel serán unas de las más afectadas porque ante el calor se deshidratan en lugar de acelerar su maduración como ocurre con otros tipos.

Calor al límite

La aceleración de la maduración es precisamente lo que ha llevado a muchos viticultores y bodegas a adelantar el comienzo de la vendimia para intentar salvar el máximo de kilos posible.

La fecha en la que se estimaba el inicio de la campaña de recogida era sobre el día 6 de agosto, pero ya eran muchos los que este lunes comenzaban a cortar los racimos de sus parras y hoy les seguían otros tantos que no querían arriesgar la cosecha de este año. Es el caso de bodegas El Grifo o Bermejo, que comenzaban hoy con las tareas de recogida.

Aún queda alguna esperanza de que las pérdidas sean mínimas si las temperaturas bajan, pero las horas que las plantas ya han pasado bajo el intenso calor ya está cerca del límite soportable por estas plantas.

Además, el viento que se suma al calor ha provocado que se vean afectadas también las cepas de las zonas más protegidas, como la de La Geria, en donde el viento hace llegar el aire cálido hasta el último rincón saltando por encima de las gerias y llenando los zocos.

Esperando la humedad

Pilar Barrera, una vecina de La Geria, cercioraba este martes en la 95.8 el intenso calor que estaban sufriendo en la zona. Según esta mujer, que tiene además cultivos de uva, los vecinos están esperando a que “caga algo de humedad” para comprobar el estado de la uva.

Barrera asegura que será entonces cuando puedan verificar las pérdidas, pero por ahora ha podido constatar que se han visto afectadas por el calor incluso las ramas de la planta.

En Tinajo no afecta

Por su parte, el ex concejal de Agricultura de Tinajo, Antonio Morales, aseguraba también en la 95.8 que en el municipio no se habían sufrido tan altas temperaturas y que en principio la uva cosechada en la zona no se había visto especialmente afectada.

En cualquier caso, el que fuera responsable e Agricultura del Consistorio de Tinajo quiso dejar clara su posición ante la situación del sector vitivinícola en la Isla.

Morales entiende que el alivio del excedente que conlleva la pérdida de uva es una solución es “penoso”, ya que es el problema del exceso de cosecha ya debería estar resuelto de antemano.

Apuesta por poner soluciones de prevención desde las instituciones públicas y espera que la nueva consejera de Agricultura del Cabildo, Nereida Pérez, ponga los mecanismos necesarios para ello.

Confía en la buena gestión para ello de la consejera, que está seguro de que “la consejera pondrá solución para que esto no siga así y buscará la solución para que se siga produciendo”.

La recogida de la uva se ha adelantado a esta semana para evitar que se pierda
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