jueves. 28.03.2024

Por Andrés Chaves

1.- A pesar de ser la poesía un género que se me niega, Carlos Acosta , tan amablemente, me dice que lo que se me niegan son los versos; "porque tú haces poesía", me dice. "Platero y yo" es poesía, pero no son versos. Quizá tenga razón mi amigo de Garachico. Hablando ayer con Juan-Manuel García Ramos en la radio, el catedrático y periodista propone el Cervantes para Arturo Maccanti . Y yo lo apoyo hasta el final. Curiosamente, ayer mismo me mensajeaba Arturo para decir que mi artículo del martes, "Papeles que cobran vida", era "un poema que le había "enconchado" el corazón". Pues gracias a todos, también a Carlos que opinaba más o menos lo mismo. Piensa el autor de "De profesión, mis ignorancias" que yo debo desterrar la política de este rectángulo y quizá hablar de la vida. Bueno, vamos a intentarlo, aunque para un cronista de lo cotidiano la política destila ciertas tentaciones que se parecen no poco al canto de las sirenas. Vuelvo al Cervantes para confesar que no he leído nada de José Emilio Pacheco , cuentan que poeta de los tiempos del boom, pero menos conocido. Es quizá la hora de que el Cervantes se fije en la obra de los literatos canarios de méritos sobrados. Y entre ellos, un indiscutible: Arturo Maccanti, cuya antología va a publicar pronto nuestra Caja.

2.- Sí es verdad que poesía es casi todo. Hablando, de nuevo, con el biólogo conejero Alfredo Reyes , investigador del ICIA, le confieso lo de mis plantas favoritas, los flamboyanes y los tajinastes. Una importada y otra endémica. ¿Acaso no hacen poesía esos brotes rojos que suspiran en Las Mimosas cada verano? ¿Y los tajinastes del Teide, cimbreados por los vientos obsequiosos de la altura? ¿No son poesía? Pero el cronista se somete, en ocasiones a regañadientes, a los vaivenes que genera la actualidad. Los hechos pueden ser muy desagradables, así que uno renuncia a lo que le gusta para abrazar la profesión de periodista, que es el morir.

3.- Sería una alegría para todos ver coronado con el Cervantes a Arturo Maccanti, poeta de grandes y sublimes tristezas. Es curioso que alegría y tristeza se confabulen para desear lo mismo al mismo. La antítesis se convierte en río para confluir en un único deseo: la justicia para un poeta mayor, enorme, cuyas palabras son tan bellas que se salen de los libros. Los poetas son cronistas en verso, cronistas del deseo y del amor. Siempre hay amor en la poesía, la mires por donde la mires. La lírica es, fundamentalmente, amor. El deseo viene dado. Yo no me atrevo a hacer poesía, bueno, versos, porque se me puede desbordar el amor y confundirse, en otros ríos distintos, con el deseo. Pero sí quiero para Arturo el Cervantes, que se lo merece. Que lo apunten los señores que lo hacen posible, si lo tienen a bien.

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La poesía
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