“Seguimos siendo 20 bomberos, igual que hace diez años mientras que las necesidades y demandas aumentan sin cesar”. Andrés Pérez, cabo de los bomberos del Cabildo, resumió con estas palabras la situación actual del Servicio Insular de Extinción de Incendios y Salvamento. La plantilla del cuerpo de bomberos del Cabildo continúa siendo insuficiente a pesar de que en el año 2005 el Cabildo acordó ampliarla con 16 nuevas plazas. Promesas que se han ido aplazando, promesas incumplidas que desencadenan en un servicio necesario al que le cuesta gran esfuerzo ser operativa. “En su día les pedimos más plazas y nos concedieron 16, pensamos que era mínimo pero aceptamos por nuestra necesidad”. Aceptaron pero continúan esperando, años después, a poder desarrollar su trabajo con garantía de seguridad, “tanto nuestra seguridad como la de los usuarios, porque muchas veces no podemos afrontar las urgencias o tenemos que decidir entre dos”.
La nueva presidencia cabildicia parece dispuesta a retomar y solucionar el tema. Manuela Armas se ha reunido con los miembros del cuerpo de bomberos y les ha asegurado que incluirá las 16 plazas prometidas en los presupuestos de 2008. A veces la cuestión es llegar antes, otras veces es llegar más lejos; en esta ocasión, al Servicio Insular de Extinción de Incendios y Salvamento le basta con llegar. Y es que aseguran que hasta la mejora de infraestructuras y la renovación de su equipo es secundario porque “tres de nosotros salimos a prestar algún servicio en la calle cuando deberíamos ser, como mínimo, cinco”. De ahí la ironía de Pérez cuando dijo en Crónicas que “para qué queremos un camión cisterna digno si no tenemos quién lo use”. Saben que, aunque se saquen a principios de año, tendrán que esperar porque deben cumplirse los plazos y trámites administrativos y realizarse los exámenes oportunos para la concesión de puestos.
Más promesas incumplidas
Su prioridad es el aumento de plazas, pero ni es su única necesidad ni es la única promesa incumplida que soportan. “No tenemos un camión cisterna nodriza, con 8.000 litros de capacidad como mínimo, que todo cuerpo de bomberos debe tener”, apuntó el cabo. “Los vehículos son suficientes pero porque somos tres, tenemos incluso camiones que no son operativos”, añadió. Se refirió a los camiones que la anterior legislatura les proporcionó en el año 2005, “son de segunda mano y de matriculación alemana, en su día el Cabildo los mandó al Ministerio de Fomento para que cambiara la matrícula pero seguimos esperando con ellos aparcados”, expuso Pérez.
Las instalaciones del Servicio están ubicadas en Argana Alta, necesitan una remodelación y se preguntan si tendrán suficiente espacio después de la ampliación. “Aunque tenemos zonas diferenciadas y gimnasio, casi todo lo hemos tenido que conseguir nosotros mismo”, subrayó el cabo.
Promesas incumplidas, necesidades obviadas. Andrés Pérez explicó en esta redacción que el asunto va más allá del capricho y que no quieren saber más acerca de excusas o demoras. “No sólo tenemos que realizar un esfuerzo extra sino que, ante un accidente, muchas veces tenemos que centrarnos en la asistencia sin poder velar por las medidas de seguridad y, cuando se producen dos accidentes al mismo, desgraciadamente tenemos que elegir”.
