Fotos: Dory Hernández / Imágenes: Ayuntamiento Teguise
La piscina municipal de Teguise abrirá sus puertas en septiembre de 2008. Las obras comenzarán el próximo mes de marzo y tienen un plazo de ejecución de dieciocho meses. El nuevo complejo municipal, que estará ubicado entre el pabellón cubierto recientemente inaugurado y el campo de fútbol, pretende convertirse en un gran espacio para el deporte y el ocio.
El edificio tendrá tres plantas que albergarán las distintas dependencias entre las que cabe destacar la guardería, una pequeña “caja de madera” contigua a la piscina. En la planta baja estará la recepción, la cafetería, tres vestuarios, el almacén, la piscina de 25x13 metros, la piscina Spa, las saunas, baños turcos, baños de vapor, ducha escocesa, jacuzzi, etcétera.
La segunda planta acogerá el centro de fisioterapia, la ludoteca, las oficinas municipales de deportes, dos salas para usos múltiples (ciclismo indoor, aerobic y otros aparatos de gimnasio), una sala fitness y el almacén.
Las dependencias del sótano serán dos salas polivalentes (exposiciones, yoga, pilates, etcétera), un salón de actos, la oficina del personal de mantenimiento, la sala de máquinas, los almacenes y el vaso de la piscina a la vista.
Presupuesto de 2.500.000 euros
El Ayuntamiento ya cuenta con la financiación para la ejecución del proyecto, que costará 2.500.000 euros, de los que 1.800.000 euros fueron presupuestados en el año 2006 y 700.000 euros se incluyen en las partidas de 2007. Los planos del edificio se presentaron este martes en el Palacio Spínola con la presencia del alcalde del municipio, Juan Pedro Hernández, el concejal de Urbanismo, Domingo Cejas, el concejal de Deportes, Alfredo Cabrera, y una de las arquitectas. El proyecto ha contado con la supervisión del ingeniero técnico Felipe Ceballos Porras, también catedrático de la Universidad de Las Palmas y ha sido elaborado por las arquitectas lanzaroteñas Mercedes Fuentes Perdomo y Juani Guadalupe Rodríguez.
Nadar viendo el Castillo de Santa Bárbara
La arquitecta Juani Guadalupe Rodríguez explicó a los medios de comunicación los detalles del proyecto. Su intención era crear unas instalaciones que, sin dejar de ser un edificio de carácter público, no desentonasen con la estética del pueblo. En este sentido, el interior y el exterior están íntimamente conectados a través de grandes cristaleras que permiten ver desde la piscina el paisaje de los alrededores, incluido el Castillo de Santa Bárbara. “El edificio quiere formar parte del espacio exterior, quiere tener vistas de fuera”, explicó la arquitecta, quien añadió que también “hay que adecuar el espacio exterior”.
La idea es “que se note que las instalaciones están en La Villa, no en cualquier otra parte”. Los distintos colores del edificio responden a los diferentes materiales utilizados para la construcción. Entre otros, Guadalupe Rodríguez señaló las piedras naturales, los enfoscados, el vidrio y la madera.
Además, el objetivo de las diseñadoras es que el nuevo edificio no quede aislado de las otras instalaciones que le rodean, ya que “el usuario de la piscina puede ser también usuario del pabellón o de la cancha de fútbol”, indicó la arquitecta. Para ello, se facilitará el acceso entre todas las infraestructuras a través de espacios comunes que podrían convertirse en puntos de reunión para los ciudadanos.
