viernes. 19.04.2024

La Universidad de Texas acaba de sacar a la luz una encuesta realizada a 1.549 personas para conocer cuáles son las razones por las que mantienen relaciones sexuales. Para algunos, el principal motivo es estar más cerca de Dios aunque hay otros que simplemente buscan quemar calorías.

Juan Antonio (ha querido obviar su apellido) es el propietario del sex shop Sueños en Arrecife y asegura que “no creo que se pueda establecer un número de razones para practicar el sexo aunque eso de que les hace sentir más cerca de Dios sólo puede ser cosa de los americanos”.

La experiencia de Juan Antonio como propietario de una tienda erótica se remonta a 5 años aunque se confiesa consumidor de estos productos desde hace mucho tiempo más. Dice que “a día de hoy todavía me llama la atención que haya gente que no se atreva a entrar o que crea que los que estamos aquí somos unos depravados”. Asevera que han sido los programas de televisión que han ido tocando el tema del sexo como el presentado por Lorena Verdún los que les han ido ayudando a normalizar su imagen ante la sociedad. “Yo le habría dado una comisión a esa chica”, comenta.

Es para una amiga

Una de las frases más recurrentes que tienen que escuchar los propietarios de sex shop es “lo quiero para una amiga o para una despedida de soltero”. Comenta Juan Antonio que “aunque la gente se va destapando es bueno que se sepa que en la tienda vamos a atenderles a los clientes o mi esposa o yo, que somos gente seria y que tenemos un amplio conocimiento del tema por nuestra propia experiencia y lo que nos van aportando los clientes”.

Es evidente que cuando a uno le preguntan de pequeño que quiere ser de mayor no suele decir propietario de sex shop. Juan Antonio recaló en este mundo “gracias a las inquietudes que tenemos por el sexo mi mujer y yo y gracias a tener a esta cómplice maravillosa, siempre hemos querido hacer algo así”. Reconoce que desde principios de los años 80, cuando todavía prácticamente nadie conocía los juguetes eróticos, ellos ya eran habituales consumidores de los mismos.

“Papá, tú estás loco” fue lo que tuvo que oír por parte de sus hijos cuando les planteó la idea de abrir este poco convencional negocio. Comenta que “pensamos que abriendo la tienda llegábamos al máximo de nuestras aspiraciones en este tema y creímos que podía ser un buen negocio, aunque no ha sido así y hemos tenido que hacer muchas más cosas alrededor para sacar más dinero”. Dice que ahora son los amigos de sus hijos los que están deseando cumplir los 18 años para poder entrar.

En estos cinco años, el sector ha cambiado mucho y ahora se ofrecen muchas más opciones para las chicas y está dejando de estar mal visto que los chicos usen estos objetos. Asevera que la calidad de los materiales es cada vez mejor y que se ha pasado del látex de mala calidad a la silicona que no producen alergias y proporciona grandes sensaciones.

No sólo despedidas

Una buena parte de los compradores de juguetes eróticos los emplean para divertirse en las despedidas de soltero o en los amigos invisibles y cada vez se vende más este tipo de broma para cumpleaños o cualquier evento. “Sin embargo, estos artículos ya se están haciendo cada vez más habituales entre las parejas de todas las edades”, explica Juan Antonio.

La maleta erótica

Juan Antonio se vanagloria de la creación de la “maleta erótica” que porta tanto su mujer como dos colaboradoras y que se están convirtiendo en la sensación de las reuniones femeninas. Cuando se forma un grupo mínimo de 8 personas en una casa, ellas acuden con estas maletas y se les va explicando para qué sirve cada artículo. “Aunque no compren nada, a nosotros nos sirve porque a lo mejor esas personas no sabían nada de este mundo y al conocer a la persona que les va a atender cogen confianza”, explica y recalca que a esas mujeres siempre van mujeres, que ni el vendedor ni los posibles clientes pueden ser hombres. Afirma que hasta ahora han organizado 17 reuniones (la próxima cita será el viernes y habrá otros dos encuentros la próxima semana) y dice que “suelen ser treintañeras y que en ocasiones acuden con sus madres”.

Asegura que “el mejor electrodoméstico que se le puede hacer a una madre es uno de nuestros juguetes a pilas”. Dice que “los juguetes sirven para salir de la monotonía y lo que hay que hacer es cambiar el chip”.

Normalmente la preferencia por uno y otro artículo va en función de la iniciación en este ámbito. De todos modos, sigue existiendo la actitud machista de hombres que dicen que “mientras estén ellos no hace falta nada más”. Juan Antonio cree que todo es fruto del desconocimiento y que “muchos no saben lo que se pierden porque estas innovaciones las agradeces tú y tu pareja y en ocasiones alivia mucho porque si estás mal, ya tienes quien te haga el trabajo”.

El propietario del sex shop Sueños dice que todo el mundo puede hacerse con un objeto erótico a precios prudenciales y que hay artículos de broma por 80 centímos y vibradores desde 6 a 8 euros.

La última sensación que les ha llegado a la tienda es el estimulador de próstata pero piensa que su uso no va a llegar a ser precisamente masivo. Este aparato que a los profanos les suena fatal es “algo especial que va al escroto y al punto g del hombre y que bien situado provoca la misma sensación que las bolas chinas en las chicas, que ejercita el músculo y que une los beneficios físicos con ponerse cachondo”.

La maleta erótica triunfa en Lanzarote
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