viernes. 19.04.2024

En este articulo no les voy a hablar ni de la histórica incapacidad del PSOE a la hora de gestionar la situación económica de España ni tampoco de la histórica incapacidad del PP a la hora de gestionar crisis heredadas por las malas gestiones de otros. No es esta la cuestión.

Les voy a hablar sobre la histórica incapacidad de Coalición Canaria a la hora de gestionar los destinos de los ciudadanos que habitamos el Archipiélago Canario.

Y para eso, les voy a ilustrar con un ejemplo que pone de manifiesto esta triste realidad.

Coalición Canaria ha pretendido, desde su creación, ser a Canarias lo que el PNV es al País Vasco y lo que CIU es a Cataluña, sin darse cuenta que para ser un partido nacionalista serio les falta la premisa fundamental que rige esta forma de hacer política: LA IDEOLOGIA.

Partiendo de esta base, la actuación de C.C. en defensa de los intereses de los canarios podría derivarse en simplemente demostrar a sus administrados que, a pesar de esta, mas que evidente falta de ideológica política, su advenimiento a la vida publica y política estaba sustentada en conseguir que todos los residentes en las ocho islas que conforman el universo archipielágico fueran iguales, tanto en derechos como en obligaciones.

Lo que han conseguido es que esta premisa, tan importante para el desarrollo de nuestra comunidad, sea precisamente todo lo contrario. Los canarios son iguales en obligaciones pero nunca en derechos. Si has nacido o resides en Gran Canaria o Tenerife eres ciudadano de primera y si has tenido la “desgracia” de nacer o residir en el resto de las Islas, tu categoría va decreciendo sin la mas mínima posibilidad de llegar al estatus económico y social de las, mal llamadas, Islas mayores.

Lo peor de todo es que son los propios miembros y miembras de este pseudo-nacionalista partido, nacido al amparo de una realidad económica, los que sistemáticamente han dedicado sus esfuerzos a que las diferencias entre isleños sean cada vez mayores y con menos visos de regularizarse a corto o medio plazo.

Y como muestra un botón.

Durante casi tres años, un equipo de gente ha estado trabajando, con menos medios que luces tiene una patera, para desarrollar un proyecto económico que, de haberse llevado a cabo, habría colocado a Lanzarote en un lugar de privilegio económico, no solo en el ámbito de la Comunidad Autónoma Canaria, sino en el contexto nacional.

La creación, después de un exhaustivo estudio de la realidad económica internacional, de una BASE LOGISTICA en Lanzarote que sirviera de puente entre España primero y el resto de Europa y Estados Unidos después, con el continente Africano habría supuesto el re lanzamiento de la economía insular, ya que gracias a la instalación de esta infraestructura, se podrían potenciar sectores tan importantes como el transporte, el puerto, la construcción de nuevas infraestructuras de almacenaje, etc.Lo mas grave de todo es que algo que en principio podría parecer complejo y de difícil ejecución, en Lanzarote lo teníamos prácticamente hecho, por lo que la inversión para llevarlo a cabo, en comparación con los resultados que se obtendrían, resultaba ridícula.

Pero aquí es donde nos encontramos con las inmensas ganas de los políticos de Coalición Canaria en desarrollar una infraestructura económica que solamente traería para Lanzarote beneficios económicos y de creación de nuevos puestos de trabajo, desarrollando una actividad económica que en ningún caso dependería de si los

españoles y europeos tienen o no tienen dinero para salir de vacaciones.

D. Juan Pedro Hernandez, Ilustre diputado, por no caer en la redundancia lingüística, en

el Parlamento de Canarias y D. Pedro San Gines, Ilustrisimo Presidente del Cabildo de

Lanzarote, se empeñaron, cada uno en la parte que les correspondía, en poner las

piedras necesarias, no para que el proyecto se pusiera en pie, sino en ponerle tantas

piedras encima que no hubiera forma humana de levantarlo ni un palmo.

Tanto el Delfín, en su calidad de Alcalde de Teguise, como el Príncipe de las Mareas, por

aquello de su defensa a ultranza de la posible marea negra que se cierne sobre nuestras

costas, en la parte que le tocaba como Presidente del Cabildo, ambos destacados

miembros de los nacionalistas canarios, no fueron capaces de darse cuenta de la

importancia que ese proyecto podría tener para la economía insular. Convertirse en la

plataforma desde la que las empresas exportadoras a África, fundamentalmente a los

países del área Subsahariana, operarían, es algo que esta al alcance de muy pocos, por

distancia, por beneficios económicos, por facilidad de desplazamiento interior y sobre

todo por algo que es absolutamente innegable, la Base ya esta construida. La idea era

poner en funcionamiento de una vez por todas, ese homenaje a la inutilidad política que

se alza casi en mitad de la Isla: EL COMPLEJO AGROINDUSTRIAL DE TEGUISE.

Pues con todos los mimbres del cesto listos para enhebrarlos y darle forma para el

beneficio de nuestra maltrecha economía insular, ambos dos, cabezas visibles de las

instituciones responsables de poner en marcha el proyecto, decidieron que “pa que”

vamos a gastar esfuerzos y dinero en desarrollar un proyecto en Lanzarote que iba a ser

la envidia del resto de las Islas y consecuentemente, del resto de la clase política canaria.

Su mentalidad, pobre, les llevaría a pensar que de poner este proyecto en marcha,

alguien de su malformación política les podría tirar de las orejas por intentar mejorar

sustancialmente la situación económica y social de Lanzarote y conseguir que se

redujeran las diferencias existentes con las Islas mayores.

Esta claro, o por lo menos a mi me lo parece, que el día en que, por parte de quien

correspondía en la época, se produjo el reparto de neuronas a los políticos insulares, los

de Coalición Canaria estaban de asadero, garbanzada, barbacoa o como mejor les guste

denominar a una actividad ludica de este tipo. Pero no se crean que el resto de los

políticos estaban presentes en el reparto, que tampoco, pero por lo menos se quedaron

en casa.

Invertir en futuro es esto, no es pagar a alguien ingentes cantidades de dinero para que

alguien te diga lo que tienes que hacer en caso de que pase lo que no tiene que pasar.

La inutilidad política, el freno de Lanzarote
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