La huelga de los trabajadores de Binter que se prolongó durante las 24 horas de este domingo afectó a unos 300 pasajeros que querían desplazarse desde Lanzarote a Gran Canaria y que finalmente se quedaron en tierra al ser cancelado su vuelo. Esta huelga afectó a todos los aeropuertos canarios en los que se calcula que unos 7.000 pasajeros se vieron afectados por la ralentización en el trabajo del personal de Atlántica Handling, la empresa filial de Binter que realiza
Esta coincidencia con el puente de la Constitución provocó que la incidencia de sus medidas de presión fuesen mucho más visibles, ya que la gran afluencia de pasajeros en estos días ocasionó que los grandes retrasos afectaran a más usuarios. Además, los sindicatos aseguran que fueron muchos los pasajeros que optaron por otros medios de transporte u otras compañías aéreas, con lo que calculan que sólo durante la mañana del domingo no se llegó más que al diez por ciento de la ocupación media, dándose casos de aviones que partían con 5 ó 6 pasajeros.
Los retrasos durante el día oscilaron entre los 90 minutos y las 3 horas, lo que terminó por colapsar las previsiones de la compañía, que ha última hora se vio obligada a cancelar muchos vuelos entre Islas.
Esta situación afectó sobre todo a los vuelos que se dirigían a Islas en las que los aeropuertos no trabajan por la noche, como es el caso de Lanzarote, ya que los retrasos impidieron que los aviones salieran antes de las doce de la noche.
